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La devaluación le cambia la cara a las vacaciones de invierno

Daniel Scioli recicla los beneficios de Cuota Simple y Argentina Emerge para incentivar las cifras de las vacaciones de invierno, pero es la brecha cambiaria la que genera tráfico regional y retiene la salida de los argentinos al exterior.

A pesar del esfuerzo del Gobierno por sobreactuar las expectativas para las vacaciones de invierno y tras una destacada puesta en escena encabezada por Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, para anunciar nuevos-viejos incentivos para viajar por Argentina, el éxito de la temporada invernal lo marcará la devaluación.

Desde Suipacha insisten en que “el regreso de las cuotas” y el “reordenamiento económico” promoverán el tráfico nacional e internacional, pero el futuro turístico inmediato está en manos de la macroeconomía.

La brecha cambiaria alienta al receptivo regional; mientras que la suba del dólar limita la salida de los argentinos al exterior. La recesión, aún, no les permite a los empresarios ajustar sus tarifas.

Cabe destacar que, por la inflación en dólares, vacacionar por Argentina sale alrededor un 40% más que en julio de 2023. En otras palabras, lo que en dicho mes del año pasado salía US$ 100 -unos $ 50 mil-, hoy cuesta US$ 138, algo así como $ 200 mil.

El turismo interno reclama su oportunidad de la crisis

Las recicladas promociones bancarias no generaron el boom comercial esperado, pero la devaluación provocada por Sergio Massa y el Banco Macro -según el presidente Javier Milei- le dibujaron una sonrisa a la cadena de comercialización turística.

El vertiginoso ascenso del dólar blue -en los últimos dos meses trepó un 25% y pasó de $ 1.200 a $1.500- desalentó las intenciones de los argentinos que planeaban vacacionar en los países vecinos. De hecho, recientemente aumentaron las consultas para viajar a Mendoza, Villa La Angostura, Bariloche y Misiones.

Sin embargo, no todo es color de rosa para el doméstico. Si bien por la recesión los empresarios menguaron el traslado a precios de los “tarifazos” en los servicios y la inflación, la creciente demanda internacional permitiría un nuevo ajuste tarifario, al menos en los destinos tradicionales.

Este escenario desplazaría el movimiento nacional y le abriría la puerta a ciudades turísticas relegadas.

Argentina recupera competitividad

Tras un trimestre con caídas del 27% mensuales en promedio, el receptivo internacional deposita sus esperanzas en el tipo de cambio y la ecuación cambiaría que se modificó en los últimos 20 días.

La brecha cambiaria del informal se ubica un 60% por encima del valor oficial, y con la Ciudad de Buenos Aires a la cabeza, los principales destinos receptivos se frotan las manos a la espera del pasajero procedente de la provincia número 25: el turista regional.

Para foguear las expectativas, y de acuerdo con un informe de Singerman & Makon, la metrópoli se posiciona como una de las ciudades más competitivas económicamente para hacer turismo. El costo diario promedio de un turista en CABA es de US$ 180, alrededor del 30% de lo que se gasta en los destinos más posicionados a nivel mundial tales como Londres, París y Nueva York.

Expectativas moderadas para las vacaciones de invierno

En medio de la caída del consumo, la escalada del dólar y la recesión económica, empresarios y funcionarios de los principales destinos turísticos son cautelosos en cuanto a los registros de la temporada de invierno. Rezan para que el turismo nacional salga de su “depresión” y celebran los arribos de turistas de Brasil y Uruguay.

Entre las conclusiones, los profesionales notan una mayor demanda internacional, de quienes prefieren alojarse en los hoteles de cuatro y cinco estrellas; mientras advierten de un tibio despertar de las reservas nacionales.

A sabiendas de que no tendrán los registros de 2023, confían en un público espontáneo y de último momento; al tiempo que reina la incertidumbre respecto al perfil de visitantes que llegarían en “modo ahorro”.

En este sentido, comentaron que las estadías se acortaron y aseguran que las tarifas aéreas desalientan los viajes.

A la situación económica se suma la incertidumbre sobre la situación aerocomercial, con una Flybondi imposibilitada de reparar su flota y Aerolíneas Argentinas en el sinuoso camino del ajuste.

Cantidad o calidad, el dilema de Daniel Scioli

Afirmando que Argentina tiene “todo” para ser una potencia turística mundial, Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, proyecta una temporada de invierno con un movimiento turístico superior a los 5 millones de turistas. Estas estimaciones suponen que los registros estarán coqueteando con los alcanzados en 2023.

Por aquel entonces, y sin el PreViaje, el exministro Matías Lammens celebraba unas vacaciones invernales récords con más de 5,5 millones de turistas (un 6,7% más que en 2022). Con un impacto económico que había superado los $ 410 mil millones.

Asimismo, había festejado que en julio los arribos internacionales habían rozado las 600 mil personas, con una derrama de casi US$ 400 millones.

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