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Vuelve el turismo social para potenciar la inclusión y reactivar el sector

La provincia de Buenos Aires actualizó su programa de turismo social con nuevas líneas de acción, mayor descentralización territorial y protagonismo municipal.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires relanzó su programa de turismo social, una política pública que apunta a garantizar el acceso equitativo a la recreación y al descanso, bajo la premisa de que “ el turismo no es un privilegio, sino un derecho para todos los bonaerenses”. La iniciativa busca fortalecer el sector ante la caída del turismo interno.

La medida, formalizada a través de la Resolución N° 423/2025, designa a la Subsecretaría de Turismo bonaerense como autoridad de aplicación y redefine los alcances del esquema, que se había visto desarticulado en los últimos años.

El relanzamiento del programa representa un paso clave dentro de la estrategia provincial de fortalecimiento de las economías regionales, en un contexto de contracción del consumo, reducción de la movilidad y pérdida de competitividad de los destinos bonaerenses.

Turismo social, una política con eje en la inclusión y el desarrollo local

El nuevo programa está orientado a democratizar el acceso al turismo, ampliando las oportunidades para sectores que históricamente han tenido menor posibilidad de viajar.

En esa línea, la resolución establece que la Subsecretaría de Turismo de la provincia podrá suscribir convenios con organismos públicos y privados para coordinar acciones que aseguren la accesibilidad, seguridad y calidad en las experiencias turísticas.

Queremos que cada bonaerense pueda conocer su provincia, que el turismo sea un derecho y que además impulse a las economías locales”, señalaron desde el organismo que conduce Soledad Martínez. (Con el turismo social en peligro, Axel Kicillof quiere salvar Chapadmalal)

Al respecto, destacaron que la iniciativa incorpora una visión descentralizada, con fuerte participación de los municipios, que serán actores clave en la ejecución de los programas y excursiones de cercanía.

El esquema también contempla una red de cooperación entre la Provincia, los gobiernos locales y prestadores turísticos para fomentar propuestas de corta distancia, con foco en la reducción de costos logísticos y en la generación de oportunidades económicas en localidades del interior.

El plan social de la provincia de Buenos Aires: beneficiarios y líneas de acción

El programa está dirigido a un universo amplio de destinatarios: niños y adolescentes, personas mayores, personas con discapacidad y grupos en situación de vulnerabilidad social.

Las actividades incluirán desde excursiones educativas y culturales hasta viajes recreativos, estadías breves y circuitos turísticos accesibles en diferentes regiones del territorio bonaerense.

Entre las primeras líneas de acción previstas se destacan:

  • Visitas guiadas por la ciudad de La Plata, con recorridos culturales y educativos.
  • Excursiones al Delta del Paraná, promoviendo el turismo sustentable y la conexión con la naturaleza.
  • Paseos y jornadas recreativas en las sierras bonaerenses, con propuestas de bajo costo y accesibilidad universal.

Además, el gobierno provincial confirmó su intención de recuperar espacios emblemáticos del turismo social, como las Unidades Turísticas de Chapadmalal, históricamente administradas por la Nación, que desde 2023 han sufrido abandono y deterioro. La provincia buscará la transferencia de esos complejos para ponerlos nuevamente al servicio de la inclusión y el turismo popular. (El turismo social, una política en extinción y un futuro con modelo Puerto Madero)

Además, el plan prevé la firma de convenios con municipios, el desarrollo de un calendario de actividades descentralizadas y la creación de un Registro Provincial de Prestadores y Espacios Turísticos Sociales, que permitirá medir el impacto y la cobertura del programa.

La provincia de Buenos Aires rescata el turismo social

El relanzamiento del programa bonaerense se produce luego de que el Gobierno Nacional derogara los programas federales de turismo social, trasladando a las provincias la responsabilidad de continuar con este tipo de políticas. A través del Decreto 216/2025, la administración nacional modificó la Ley de Turismo, eliminando los artículos vinculados al turismo social y al financiamiento de las unidades turísticas.

Ante esa decisión, la Provincia de Buenos Aires resolvió sostener el espíritu de las políticas de inclusión y recreación, actualizando su marco normativo para dar continuidad al trabajo con escuelas, organizaciones sociales, municipios y prestadores locales.

“En un momento donde la Nación se retira de este tipo de políticas, la Provincia asume el compromiso de garantizar el derecho al turismo. No sólo por su valor social, sino también porque genera empleo y movimiento económico”, señalaron desde el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense.

Turismo social como vía para traccionar el interno

El turismo social puede convertirse en una herramienta clave para revitalizar el turismo interno y sostener la actividad durante la temporada baja. En un escenario de consumo retraído y caída de reservas, el programa busca estimular el flujo de visitantes hacia destinos emergentes y reforzar la ocupación en alojamientos, comedores y prestadores locales.

Desde el sector turístico bonaerense valoran la iniciativa como un instrumento contracíclico que podría compensar, al menos parcialmente, la baja del doméstico. (El turismo interno impulsa la hotelería argentina y compensa la caída internacional)

En este marco, la Subsecretaría de Turismo planea implementar circuitos de proximidad que integren las regiones serranas, costeras y rurales, aprovechando la infraestructura existente y sumando nuevas alternativas de alojamiento y transporte adaptado.

Desafíos de implementación y articulación

Entre los principales desafíos que enfrenta el programa figuran la coordinación interjurisdiccional, la definición de criterios de selección de beneficiarios, y la sostenibilidad financiera del esquema. El financiamiento provendrá de partidas presupuestarias provinciales, pero el éxito del programa dependerá de la capacidad para articular con municipios y actores del sector privado.

También se plantea la necesidad de avanzar en infraestructura accesible, especialmente en destinos del interior, donde aún existen limitaciones en materia de transporte, hospedaje y conectividad. En ese sentido, el turismo social podría servir como catalizador para promover inversiones en infraestructura y capacitación turística local.

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