Inicio
Actualidad

Como afecta a Turismo la reforma tributaria que propone CAME con IVA provincial y foco en la formalidad

CAME propone una reforma tributaria que reduzca impuestos. La iniciativa modificaría la estructura impositiva de agencias de viajes, hoteles y prestadores.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) presentó ante el titular de la Agencia Federal de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) una propuesta de reforma tributaria integral centrada en tres ejes: creación de un IVA provincial, reducción de la alícuota del IVA nacional y promoción de la formalidad económica.

La iniciativa busca avanzar hacia un sistema más simple, equitativo y federal, que elimine las distorsiones generadas por tributos locales como Ingresos Brutos, uno de los impuestos más cuestionados por el entramado pyme argentino.

Para el sector turístico, que integra miles de pequeñas y medianas empresas dedicadas a los servicios de alojamiento, gastronomía, excursiones y agencias de viajes, el planteo de CAME podría representar un cambio estructural en la carga impositiva y en la operatoria fiscal entre jurisdicciones.

Una propuesta que apunta a reemplazar Ingresos Brutos

De acuerdo con la propuesta presentada, el IVA provincial permitiría a las provincias sustituir sus actuales regímenes de Ingresos Brutos y tasas complementarias, por un sistema de valor agregado similar al nacional, pero administrado localmente.

Según CAME, este mecanismo aportaría mayor transparencia y formalización, evitando la multiplicidad de alícuotas, regímenes de retención y percepciones que hoy encarecen la operatoria de las pymes. (Turismo pide a Javier Milei una reforma laboral que potencie la competitividad y formalice el empleo)

El objetivo es que las provincias recauden de manera más eficiente, sin castigar la producción ni la prestación de servicios formales”, explicaron desde la entidad.

En el caso del turismo, desde el sector indicaron que el impacto sería significativo: la eliminación de Ingresos Brutos podría reducir la carga efectiva sobre los paquetes interjurisdiccionales, especialmente en agencias de viajes y operadores receptivos que deben tributar en distintas provincias por un mismo servicio.

Además, implicaría menos retenciones y percepciones bancarias, una de las principales quejas por su efecto sobre la liquidez y el capital de trabajo.

Turismo: entre la simplificación y el riesgo de nuevos desequilibrios

El planteo de un IVA provincial podría tener efectos positivos en la formalización y en la simplificación administrativa, dos demandas históricas del sector turístico.

Al contar con un esquema de liquidación más homogéneo, las empresas del rubro tendrían mayor previsibilidad tributaria y menor carga burocrática en sus operaciones entre provincias.

Sin embargo, economistas y referentes del turismo advierten que la transición hacia un nuevo sistema podría generar tensiones fiscales entre jurisdicciones. En la práctica, cada provincia debería definir su alícuota y criterios de recaudación, lo que podría derivar en asimetrías tributarias entre destinos competidores.

“Un cambio de este tipo debe ser cuidadosamente coordinado. Si se reemplaza un impuesto distorsivo por otro sin armonización nacional, el riesgo es que se mantenga la misma presión fiscal, pero con mayor complejidad”, señaló un operador especializado en turismo receptivo. (Vacaciones "a la carta": las 5 claves del borrador de la Reforma Laboral que reconfigura el descanso)

Formalización y competitividad: los ejes de CAME

El proyecto de CAME no se limita al IVA provincial. También propone una reducción de la alícuota del IVA nacional, acompañada de la eliminación de exenciones y regímenes especiales que -según la entidad- generan competencia desleal y favorecen la informalidad.

Asimismo, se plantea la creación de una “Cuenta Corriente Tributaria Nacional”, que permitiría compensar créditos y débitos fiscales entre distintos niveles de gobierno. Este punto es especialmente relevante para las empresas turísticas, que suelen acumular saldos a favor en una jurisdicción sin poder aplicarlos en otra.

“El sistema actual castiga al contribuyente cumplidor y formal. Buscamos un esquema más previsible, que incentive la inversión y simplifique la relación con el Estado, sostuvo el presidente de CAME, Alfredo González, tras el encuentro con el titular de ARCA, Rafael González Aleman.

Efectos posibles sobre agencias de viajes, hoteles y gastronomía

El turismo, al ser un sector transversal a la economía, sería uno de los más expuestos a los cambios que proponga una eventual reforma tributaria.

Para las agencias de viajes, un IVA provincial podría uniformar la facturación y el crédito fiscal entre jurisdicciones, reduciendo costos administrativos y cargas impositivas duplicadas.

En hotelería y gastronomía, el impacto dependería del nivel de coordinación provincial: si el nuevo tributo logra reemplazar Ingresos Brutos sin aumentar alícuotas, podría abaratar tarifas y mejorar la competitividad frente a destinos vecinos.

En tanto, para los prestadores turísticos informales, el nuevo esquema podría funcionar como incentivo a la regularización, al eliminar barreras burocráticas y simplificar el cumplimiento tributario.

Hacia un esquema federal y previsible

CAME enmarca su propuesta dentro de una visión más amplia: construir un sistema tributario federal, competitivo y neutral, que favorezca la inversión productiva y la creación de empleo formal. (Cómo afectará la reforma laboral de Javier Milei al turismo: vacaciones, banco de horas y reglas de empleo)

En su diagnóstico, los actuales tributos provinciales y municipales “castigan la producción, el comercio y los servicios”, afectando la capacidad exportadora del turismo y otras actividades.

“El turismo es una industria intensiva en impuestos y en mano de obra. Si la estructura tributaria no se adapta a su dinámica estacional y federal, se pierden oportunidades de crecimiento”, advirtió una fuente del sector hotelero.

La entidad solicitó que las futuras reformas consideren la estacionalidad y el carácter interjurisdiccional del turismo, factores que suelen distorsionar la aplicación de impuestos y retenciones. También insistió en la necesidad de previsibilidad normativa, condición indispensable para la planificación de inversiones en infraestructura, hotelería y transporte turístico.

Un debate que recién comienza

La propuesta de CAME fue bien recibida en el ámbito pyme, pero abre un debate complejo: cómo coordinar un sistema de IVA provincial sin fragmentar el esquema fiscal nacional.

Para el turismo, ese desafío es doble: requiere armonización entre provincias y compatibilidad con el régimen de facturación de servicios turísticos integrados.

En un contexto de alta presión fiscal y desaceleración del consumo interno, la discusión sobre un IVA provincial reabre la pregunta por qué tipo de federalismo fiscal necesita el país. El turismo -por su dinamismo, impacto territorial y efecto multiplicador-, aparece como un termómetro clave para medir si la futura reforma tributaria logra el equilibrio entre recaudación, formalidad y competitividad.

Dejá tu comentario