“Jugando al huevo podrido se lo tiro al distraído. Si el distraído lo ve, ese huevo se lo tira a Ud.”, cantaban los niños que se divertían con el tradicional juego en ronda. Una adaptación posmoderna de ese juego empezó días atrás con las disputas desatadas al interior de la cadena turística para evitar que los intereses de cada segmento se vean aún más perjudicados tras la imposición del impuesto PAIS.
En medio del parate, aerolíneas y agencias se disputan quién es responsable de la percepción
Las aerolíneas representadas a través de la Jurca visitaron la AFIP para pedirle que a partir de ahora sean las agencias minoristas las que deban encargarse de la percepción del 30% sobre los pasajes aéreos al exterior (excepto aquellos vendidos en forma directa por las transportistas). Las agencias nucleadas en la Faevyt no estaban distraídas y olfatearon el huevo podrido lanzado por la entidad con la que hasta hace pocas semanas se apiñaban para defenderse del impuesto PAIS. Y ahora las agencias persiguen a las aerolíneas alrededor de la ronda (donde están sentadas la AFIP y el Ministerio de Turismo y Deportes) para devolverles el huevo podrido y sacarlos del juego.
ESTADOS ALTERADOS.
Antes de entrar en el relato de este nuevo divorcio entre agencias y aerolíneas, es interesante tratar de entender el trasfondo que hace que todos los sectores estén tan alertas. Algo que se explica con apenas un dato: entre el 1 y el 23 de enero las emisiones de tickets aéreos internacionales a través de agencias se desplomaron la friolera de un 58% con respecto al mismo mes de 2019 (cuando además ya había caído un 36% la facturación en dólares contra 2018).
Por otra parte, la “solidaridad” del sector le permitió al Estado recaudar $ 3.181 millones en esas mismas tres primeras semanas del año. Valorar si es mucho o poco es relativo. Lo cierto es que de la noche a la mañana, con el 30% el Estado encontró un maná de $ 50.000 millones al año. Aunque si lo comparamos con otro tributo “temporal” como el impuesto al cheque, la recaudación del 30% es 10 veces menor.
Claro que para el sector que se ve afectado con un 58% de caída en sus ventas el impacto del impuesto es gigante.
EL HUEVO PODRIDO.
Ahora sí, volvamos a la historia del nuevo divorcio entre agencias y aerolíneas. Una de las cosas que más molestó a la Faevyt es que la Jurca ni siquiera le haya avisado que le iba a pedir a la AFIP que sean las minoristas los agentes de retención del 30%. Directamente fueron y lo pidieron.
“La Jurca lo solicitó, y eso lo sabemos por muy buenas fuentes. Apenas nos enteramos ingresamos una nota a la AFIP explicando que eso sería imposible. Además, al margen de los encuentros técnicos que mantenemos con el organismo, ya les pedimos una reunión política”, explicó el titular de la Faevyt, Gustavo Hani. El dirigente acababa de salir de otro despacho, el del ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, a quien también le planteó el problema. El funcionario quedó en charlarlo en la reunión que tendrá esta semana con la Jurca.
“Pareciera que estar de la misma vereda con la Jurca nos dura cinco minutos”, reflexionó el dirigente cuando se lo consultó sobre por qué se había roto el frente que los había mostrado juntos frente al 30% y su desprolija implementación.
Al margen del problema de protocolo, las agencias no quieren ser responsables de la percepción del 30% sobre los pasajes aéreos al exterior por dos cuestiones. Una, que sería engorrosísima su implementación técnica y operativa. Dos, que generaría erogaciones adicionales: “Implica un gran costo administrativo (más contadores, más personal…) y tenemos que manejar plata que no es nuestra”, añadió Hani.
TRUCO Y RETRUCO.
A priori, el pedido de la Jurca a la AFIP se debería resolver fácilmente explicándole a las aerolíneas que lo solicitado es, hoy por hoy, ilegal. Que si se quieren eximir de esa responsabilidad deberían recurrir al Congreso Nacional para que se modifique la ley 27.541, que fija claramente quiénes son los sujetos que deben actuar como agentes de percepción en cada caso.
Sin embargo, las agencias no quieren ser cartera. Una alerta que tiene memoria, ya que muchos recuerdan cómo un lobby invisible hizo que entre gallos y medianoche las aerolíneas quedarán exceptuadas de la ley de Defensa del Consumidor. “No queremos que nos madruguen. No podemos subestimar el tema por más que vulneraría una ley. Por eso estamos actuando con premura”, concluyó Hani.