La telenovela sobre la crisis de Aerolíneas Argentinas entra en una nueva temporada, y una vez más, lo más sucio de la política se revuelve en esta montaña de estiércol.
Aerolíneas Argentinas: CAT se pliega al Gobierno y responsabiliza a los sindicatos por la crisis
La Cámara Argentina de Turismo toma partido a favor del gobierno en el conflicto aerocomercial que tiene como eje a Aerolíneas Argentinas.
Del lado de Milei, éste parece haber encontrado un fetiche para demostrarle a propios y extraños que nada lo detendrá en su lucha por el ajuste y la destrucción de lo que quedaba de Argentina (con el argumento de construir algo nuevo y mejor). Además, si el presupuesto 2025 prevé que los estados provinciales deberán hacer un ajuste cercano a us$ 50 mil millones (cerca del 60% de su presupuesto), ¿para qué quieren tener vuelos?
Los sindicatos ven en sus acciones gremiales la posibilidad de una capitalización política y apelarán al chauvinismo del relato kirchnerista para reflotar el "Todos somos Aerolíneas"
El expresidente Macri también encuentra un poco de aire fresco para recuperar espacio propio y lograr que los hermanos Milei lo acepten como su aliado y dejen de vaciarle el PRO.
Si a esto les sumamos los negocios (ados) que empresarios, funcionarios, sindicalistas y dirigentes empresarios ven en el desguace de Aerolíneas Argentinas, nos encontramos una vez más con la tupacamerización de los problemas argentinos.
El turismo en las provincias volverá a sufrir como a principios de los 90 cuando se privatizó o como en 2008 cuando se reestatizó, con la diferencia de que el sector creció mucho en su volumen económico y, como lo demostró en la pandemia, se convirtió en la principal actividad de algunas regiones.
Quien esto escribe siempre estuvo en contra de una compañía aérea estatal (incluso con fuertes debates con el actual presidente Fabián Lombardo) y más aún que la política aerocomercial tuviera como eje el sostenimiento de la aerolínea de bandera. El punto es que el nivel de conflictividad que promete este proceso de rentabilización de Aerolíneas Argentinas producirá muchos meses de inestabilidad en sus servicios por más planes o medidas desregulatorias y quintas competencias.
Es hora de que los dirigentes empresarios estén a la altura de los intereses que involucran al sector que representan e intercedan entre las partes para evitar un cambio traumático de la situación institucional de Aerolíneas Argentinas.
Muy lejos de eso, la Cámara Argentina de Turismo emitió un comunicado sin firma y sin textuales de ninguna de sus autoridades donde tibiamente se sube al discurso oficialista:
"La Cámara Argentina de Turismo expresa su gran preocupación por las consecuencias generadas por los conflictos gremiales que afectan al transporte aéreo
Estas intempestivas e irresponsables medidas ya produjeron cuantiosas cancelaciones, demoras y afectaciones directas a los planes de viaje de miles de pasajeros. Situaciones de estas características determinan un gran perjuicio, tanto a los usuarios, como a la cadena de prestadores de servicios que se ven imposibilitados de llevar adelante las actividades programadas.
Las pérdidas económicas son incalculables, el desgaste de horas y actividades adicionales que requieren las reprogramaciones son insostenibles, y deben, en muchos casos, tener que absorber esos gastos personas y empresas ajenas al conflicto.
Un viaje no realizado no implica solamente vacaciones frustradas, también es dejar sin llegar a destino pasajeros que viajan por tratamientos médicos, por trabajo, por encuentros familiares y por urgencias que muchas veces no permiten dilaciones.
Solicitamos una inmediata solución a esta situación que nos permita volver a dar predecibilidad a nuestro trabajo, y no tener que seguir afrontando pérdidas económicas y de credibilidad ante nuestros pasajeros.
Nuestra entidad siempre velará por el cumplimiento de las leyes y las normas, pero también exige que se resguarde, respete y garanticen nuestros Derechos Constitucionales. Quienes asumen que con las medidas de fuerza protegen sus derechos, deben entender que están castigando y vulnerando los derechos de todos los afectados por las mismas.
Si realmente queremos que la actividad siga siendo una de las principales generadoras de ingresos y divisas a la economía, debemos cuidarla, y darle un marco adecuado para la prestación correcta de los servicios."
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