Finalmente, la larga espera terminó: ya se han anunciado los restaurantes argentinos que formarán parte de la tan distinguida Guía Michelin, la cual, como sabemos, tiene importancia internacional pues distingue a los que considera como los mejores establecimientos gastronómicos del mundo. Y, como era de esperarse, la cocina local no podía quedar fuera.
A lo largo de los años, gracias a la calidad de los chefs argentinos, al cuidado y correcto uso de la materia prima y, desde ya, al arduo trabajo realizado por la industria culinaria nacional, la gastronomía del país tomó importante vuelo, llamando la atención de comensales tanto locales como extranjeros. Por ejemplo, Don Julio –parrilla ganadora de una estrella Michelin–, recibió este año la visita nada menos que de Lionel Messi y su familia. Luego de habernos dado aquella inmensa alegría el pasado año, “Lio” se tomó unas vacaciones para visitar a sus allegados, haciendo una parada obligada en el renombrado restaurante.
Ahora bien, más allá de Don Julio, ¿qué otros restaurantes lograron conseguir su estrella? Zonda cocina de Paisaje, Casa Vigil, Brindillas y Azafrán, todos de Mendoza; y Trescha, de Buenos Aires.
Una mención aparte para Aramburu, restaurante del chef Gonzalo Aramburu, que obtuvo 2 estrellas. Un verdadero logro y orgullo para este establecimiento ubicado en el barrio de Recoleta, ya que, gracias a estas distinciones internacionales, nuestro país se posiciona -cada vez más- entre aquellos elegidos para disfrutar de un excelente servicio culinario y una experiencia única.
¿Cómo se obtienen las estrellas Michelin?
Los expertos culinarios que forman parte de esta guía, de manera anónima, se sientan a comer, pagan la cuenta y luego se retiran. Ante los ojos de los empleados del restaurante, los críticos pasan completamente desapercibidos, pero recuerdan absolutamente todo lo que vivieron en el establecimiento para luego presentar un informe.
Citando a la Guía Michelin, los criterios usados para evaluar la calidad de un local son cinco, todos ellos aplicados de igual manera en todo el mundo: calidad de los productos; dominio de las técnicas culinarias y las cocciones; armonía de sabores; personalidad de la cocina tal y como queda plasmada en el plato; y, finalmente, la regularidad de la calidad ofrecida, tanto a lo largo de la comida como de una visita a otra.
Bajo estas premisas, se otorga una estrella a aquellos restaurantes de cocina de gran nivel en los que vale la pena detenerse, dos estrellas donde merece la pena desviarse del camino para ir a comer y tres cuando se viaja pura y exclusivamente para visitar al establecimiento.
Más allá de la honorable entrega, la Guía Michelin incluyó en sus recomendaciones a 57 establecimientos distribuidos entre Buenos Aires y Mendoza, así como también se premió, bajo la categoría “Chef más joven”, a Tomás Treschanski, quien, a sus 25 años, comanda el restaurante Trescha.
Gracias a estas distinciones/reconocimientos, nuestra gastronomía seguirá evolucionando, aplicando nuevas técnicas culinarias, cuidando la materia prima y agasajando a quienes vayan a vivir una experiencia sin igual. Confiamos que en los próximos años tendremos mayor cantidad de restaurantes argentinos que puedan acceder a una estrella Michelin, permitiendo que nuestra industria gastronómica se posicione cada vez más alto.