“Informamos que, a partir del día de hoy, jueves 23 de enero de 2020, se encuentran habilitadas las emisiones de pasajes en moneda USD para Aerolíneas Argentinas”, dice el comunicado de AgendAR. Y asegura: “De acuerdo a la ley 27.541 las emisiones en USD no se encuentran alcanzadas por el impuesto PAIS ‘05’, por lo que el mismo se deberá excluir en las emisiones de pasajes efectuadas en esa moneda”. Y concluye: “Tener en consideración que todas las emisiones en moneda USD deberán ser abonadas por las agencias en esa misma moneda en la cuenta del banco compensador del BSP, Santander Río”. Casi en simultáneo, Latam Airlines emitió un comunicado hacia las agencias con el mismo tono y contenido: se habilita la emisión en dólares, pagando cash como un modo de evitar la aplicación del 30%. Rumores de mercado indicaban a última hora que al menos otras dos compañías aéreas, una de origen europeo y otra americana, se sumarían a esta tendencia permitiendo también la emisión en dólares.
¿Una puerta para evitar el 30%?
¿Una salida?
Como un “Ábrete Sésamo” mágico, ¿el planteo destraba la cuestión del 30%? ¿Se abre un camino para sortearlo, esquivarlo y no pagarlo? Todo hace pensar que sí. Y la salida es mucho más obvia y menos nociva para las líneas aéreas que absorber el 30%, como propone alguna low cost vernácula. No serían pocas las agencias de viajes, sobre todo pequeñas, que ven esta situación de la emisión en dólares como una salida parcial, un paliativo al parate que se impuso en la venta de tickets desde la aplicación del 30%, a fines de diciembre pasado.
Lo cierto es que la medida del impacto de la decisión de las líneas aéreas (motorizada por la IATA que a fines del año pasado ya había implementado, a través del BSP, la posibilidad de emitir en dólares en nuestro país), se relacionará íntimamente con la voluntad de los pasajeros de utilizar sus dólares cash. Además, esto tendrá que ver con la paridad que mantengan la cotización oficial y el dólar paralelo o blue. Si la brecha se agranda es posible que al cambiar los dólares y pagar en pesos más el 30% se “gaste” menos que si se utilizara la moneda estadounidense directamente. Si en cambio, la diferencia se acorta, es posible que resulte más “barato” utilizar directamente “los verdes”. En definitiva, también hablamos de confianza en el futuro con relación a la necesidad y el convencimiento, por parte de los viajeros, de retener y atesorar los dólares y la consecuente posibilidad de reconstituir los ahorros cuando se desee.
Por lo pronto, Aeropuertos Argentina 2000 informó que en diciembre pasado el tráfico creció un 3%, superando por poco los 3,4 millones de viajeros. De ese total, 2,2 millones fueron viajeros de cabotaje, lo que supone un incremento del 6,45% en comparación con diciembre de 2018, y el 1.086.912 restante respondió a viajeros internacionales, es decir un 4,2% más.
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