La temporada de verano 2021/2022 parecía ser el momento en que los números bajos de ocupación y facturación en la hotelería tomen impulso y recuperen los volúmenes previos a la pandemia. Si bien el escenario de reactivación es disímil en Argentina. Los empresarios hoteleros apostaban a poder salir de la crisis financiera en la que los sumergió el Covid-19.
Segunda temporada de verano en crisis
El sector hotelero se enfrenta a su segunda temporada de verano en crisis.
Tal es así que las reservas hoteleras para la temporada de verano en los principales destinos turísticos del país eran alentadoras hasta hace unas pocas semanas. De hecho, los dos últimos fines de semana largos del año mostraron números de ocupación que superan los promedios previos a la pandemia.
El fin de semana largo XL de noviembre sirvió de termómetro y la foto fue de unos 3.550.000 turistas movilizándose por el país, un 25% más que el mismo fin de semana largo de 2019 y 2018. “Estos datos adelantan una temporada de verano que será récord”, expresó el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens. Y agregó: “Tuvimos el mejor octubre de la década y vamos a seguir creciendo con el impulso de PreViaje y el gran impacto del turismo receptivo”.
Efectivamente, y tal como celebra el referente de la cartera, los números alentadores tienen una gran ayuda estatal por detrás: el PreViaje II. La iniciativa que está vigente desde el 13 de agosto hasta el 31 de diciembre de 2021 busca impulsar la compra anticipada de los servicios turísticos nacionales, mediante el otorgamiento de un crédito del 50% del gasto de consumo realizado.
De hecho, esta segunda edición del programa quintuplicó lo facturado en su primera versión. Esta herramienta superó los $ 50 mil millones de facturación, cuando en 2020 la cifra fue de $ 10 mil millones. Y los principales destino elegidos son San Carlos de Bariloche, Ushuaia, El Calafate, Mar del Plata, Puerto Iguazú, Salta, Mendoza, San Martín de los Andes, Ciudad de Buenos Aires y Villa Carlos Paz.
Destinos en auge, destinos en crisis
Al respecto, Gastón Burlón, secretario de Turismo de San Carlos de Bariloche, explicó: “Las proyecciones de cara a la temporada son muy buenas, esperamos que sea un verano increíble. Para enero ya tenemos niveles de reservas del 90% de ocupación y para febrero arriba del 70%. El PreViaje fue fundamental para todo esto. Hay hoteles en el destino donde el 80% de las compras provienen de este programa”.
En igual sintonía, Alejandro Moroni, coordinador de la Región Centro en Fehgra, declaró: “El PreViaje le dio un impulso importante a los destinos que trabajan con temporada. En Córdoba los destinos tradicionales ya tienen más del 35% de reservas para enero”. No obstante, el dirigente también matizó: “El problema lo siguen teniendo las ciudades capitales, que requieren del negocio corporativo. Hoy no tienen la misma situación Córdoba capital que Carlos Paz. Desde el inicio de la pandemia hasta la fecha se produjo una desconfiguración del tejido de oferta de plazas, en ciudades corporativas o turísticas. Por ejemplo, en Córdoba capital, que tiene el 30% de su oferta aún cerrada, un fin de semana largo con mucha demanda tiene faltante de camas. Algo parecido sucede en las sierras de Córdoba, porque hay una parte de la oferta que no abrió”.
A su turno, Roberto Amengual, presidente de AHT, describió: “Las plazas vacacionales vienen con un previsional de verano muy bueno. La Costa Atlántica, Puerto Madryn y Mendoza tiene muy buenas previsiones; todas impulsados por el PreViaje. El programa además de incentivar el turismo en Argentina y el consumo, incentiva la formalidad, porque aplica para establecimientos registrados ”.
Asimismo, en cuanto a uno de los destino que no se están recuperando tan aceleradamente como la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Akrabian, vicepresidenta 1º de Ahrcc, declaró: “A partir de septiembre la hotelería de la ciudad fue incrementado la ocupación. Los dos últimos fines de semana largos del año se trabajó muy bien, esto significa al 70% de ocupación de la capacidad de camas disponibles. Hay que tener en cuenta que cerca del 30% de los hoteles de la ciudad están cerrados. De todos modos, las expectativas para la temporada de verano no son altas porque históricamente es nuestra temporada baja. Puede haber alguna afluencia pero depende de cuan atractiva sea la oferta cultural en esos meses ”. A lo que adicionó: “Necesitamos de la industria MICE y hoy el impacto que tiene en la ocupación es mínimo, no vienen viajeros de negocios y no se están organizando aún congresos y convenciones. Antes de la pandemia la Ciudad de Buenos Aires era el principal destino sede de eventos de la región y hoy no vemos una reactivación de esta industria”.
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