Mientras los ecos de la polémica por la promoción de Argentina en Estados Unidos ni amagan con apagarse, estalló otro escándalo en torno a una irregular contratación de publicidad en la semana previa a la última Semana Santa y gestionada por el Consejo Federal de Turismo (CFT). Y como suele pasar cuando la historia se repite dos veces, la segunda lo hace como farsa.
El CFT invirtió $10 millones en publicidad para Semana Santa en una contratación irregular.
Compulsa fraguada para campaña de Semana Santa
La campaña publicitaria de Semana Santa fue una acción cooperada entre el Ministerio de Turismo de la Nación (MinTur) y el Consejo Federal de Turismo (CFT), donde se compraron espacios radiales en todas las provincias para difundir un par de docenas de diferentes spots de 20 segundos sobre atractivos y calendarios de los destinos nacionales durante ese fin de semana largo.
El costo de la misma fue de $ 10 millones. Y el Reglamento de Contrataciones del CFT obliga a que cuando el monto de la erogación supere los $ 300 mil, el prestador del servicio sea decidido mediante un concurso privado.
Para lo cual, como indica el artículo 13, se procedió a invitar a cotizar la campaña a tres proveedores del mercado. Efectivamente, así lo confirmó el coordinador del Ministerio de Turismo ante el Consejo, Claudio Massetti: "Hicimos una compulsa de precios entre tres empresas. Y todo resultó en una campaña muy exitosa". El funcionario informó además los nombres de las tres que "compitieron" por el contrato.
He ahí donde se repite la historia del Inprotur. La agencia de publicidad y marketing ganadora (a la cual llamaremos la agencia A) es la misma que se benefició con el contrato de la campaña en Estados Unidos, al cual hubo que calzar con fórceps y sumar una ignota S.A uruguaya para que no superara los US$ 1,5 millones que hubieran obligado a llamar a una licitación.
En el caso de la campaña de Semana Santa, el modus operandi para que la agencia A se quedara con el contrato de $ 10 millones fue directamente fraguar el concurso privado de precios. La farsa se orquestó haciendo que las empresas B y C, que se necesitaban para cumplir con el reglamento, fueran uña y carne de la que a la postre resultó la ganadora. Y, en solidaridad con la primera, presentaran presupuestos más onerosos.
La operación es burda y está tan a la vista que cuesta mucho creer que no fue digitada desde el organismo. Por ejemplo, la agencia B comparte el mismo edificio y piso de domicilio fiscal y comercial que la A. Y, por si fuera poco, el director de la empresa ganadora declara ser el fundador, principal accionista y actual presidente de la agencia B.
En el caso de la empresa C, su principal socio mantiene "relaciones comerciales" con la agencia A. Sin ir más lejos, actúa como intermediario de la compañía de publicidad que se quedó con los contratos del CFT y el Inprotur. Al punto que están documentadas gestiones a su nombre por la compañía A.
Más allá de lo evidentemente escandaloso que resulta per se la maniobra, vale aclarar que el artículo 19 del Reglamento de Contrataciones del CFT es explícito al referirse a la imposibilidad de participar en más de una oferta en el mismo proceso de adquisición de servicios "ya sea por sí o como integrante de un grupo o consorcio. Se rechazarán por inadmisibles todas las propuestas en las que participe quien transgreda esta prohibición".
El presidente del CFT ratifica la legalidad en la licitación del CFT
Desde este medio consultamos al actual presidente del CFT y ministro de Turismo de Salta, Mariano Ovejero, quien negó a priori la evidente falta de transparencia en la puja de precios.
"Desde el punto de vista de la formalidad, la contratación es perfecta. Y, además, hay un informe técnico de la Coordinación que depende del Ministerio de Turismo que así lo avala", explicó Ovejero, quien añadió: "Yo no conozco a las empresas, ni me consta que estén relacionadas entre sí. Además, el coordinador del CFT me confirmó que los presupuestos de las empresas agregados en el expediente tienen domicilios distintos".
De acuerdo al titular de la cartera salteña, desde el Consejo se dieron administrativamente todos los pasos necesarios (pedido al MinTur de autorización de fondos con oportuna rendición de cuentas) y en ningún momento se violó el reglamento de contrataciones del CFT. "Estaría bueno que lo que denuncian se convierta en una presentación formal, para así luego yo mismo puedo pedir las explicaciones del caso. Pero hoy el expediente está perfecto y la oferta es la más conveniente. Y así lo dicen el plantel administrativo y jurídico que en su informe plantean que todo está ajustado a la legalidad", concluyó Ovejero.
Si bien tanto el CFT como el Inprotur son los dos organismos responsables de las polémicas contrataciones reveladas por este medio, lo inquietante es que en ambas investigaciones se señala con el dedo hacia Suipacha 1111 como maestro de orquesta de ambas.
La farsa en números
- -$ 300 mil es el tope para contrataciones directas del CFT.
- -$ 10 millones los que se invirtieron en una semana de spots radiales.
- -3 las ofertas compulsadas en el concurso privado.
- -2 de las empresas que se presentaron tienen el mismo domicilio y comparten director y presidente. La tercera es dirigida por alguien que también ha operado para la ganadora.
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