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Scioli mantiene un rol político y estratégico, pero pierde su área administrativa y el control del presupuesto

Javier Milei elimina la estructura administrativa de Turismo y Ambiente y centraliza la caja en Jefatura. Daniel Scioli mantiene rol político y operativo.

El gobierno de Javier Milei modificó la estructura del Estado y redefinió el funcionamiento de la Secretaría de Turismo y Ambiente, que quedó sin su área administrativa y perdió el manejo directo del presupuesto. El Decreto 866/2025 centraliza la caja en Jefatura de Gabinete y limita la autonomía operativa de Daniel Scioli.

La medida, publicada en el Boletín Oficial, forma parte de una reorganización más amplia del organigrama nacional, que también impacta en otros ministerios y secretarías. En el caso de Turismo y Ambiente, el cambio implica que toda la gestión administrativa –contrataciones, pagos, recursos humanos y ejecución presupuestaria– pasa a depender de la Secretaría de Coordinación Legal y Administrativa de la cartera que conduce Manuel Adorni.

Con esta reconfiguración, el área solo conserva dos unidades sustantivas: la Subsecretaría de Turismo y la Subsecretaría de Ambiente. La tradicional Subsecretaría Administrativa, encargada de la caja y el funcionamiento interno, queda suprimida.

Esto implica un desplazamiento del poder operativo hacia una estructura centralizada que maneja los recursos de todas las secretarías bajo la órbita de Jefatura.

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Scioli mantiene peso político, pero pierde autonomía operativa

El Decreto 866 consolidó a Jefatura de Gabinete como un “superministerio administrativo” y redujo el margen de acción propio de las secretarías. Para Daniel Scioli, la medida no implica un cambio profundo: conserva capacidad política y visibilidad pública, pero deberá gestionar toda acción que involucre recursos con la intervención obligatoria de Jefatura.

En términos prácticos, la SecTur ya no posee un servicio administrativo financiero propio. La planificación de programas, campañas de promoción, convenios o acciones con provincias y cámaras empresariales requerirá ahora validación administrativa centralizada, lo que podría ralentizar la ejecución y condicionar prioridades.

"Son cambios que decidieron desde el Gobierno", explicaron desde el entorno de Scioli, para recalcar: "La mayoría de los organismos que dependen de Jefatura de Gabinete concentran todas las subsecretarías administrativas".

En este sentido, enfatizaron: "En lo operativo, para nosotros, no cambia nada". (Scioli vs Indec: el secretario de Turismo amenaza con romper por las cifras del gasto turístico internacional)

Impacto en la gestión turística y ambiental

El sector turístico observa con atención el efecto de esta reorganización. La recentralización puede afectar la velocidad en la implementación de políticas, la continuidad de programas y la previsibilidad presupuestaria, especialmente en áreas de promoción internacional, conectividad, apoyo a destinos y articulación público-privada.

También abre interrogantes sobre la capacidad de respuesta ante pedidos de provincias y operadores.

Por su parte, el Gobierno sostiene que la reforma busca “optimizar la gestión”, pero el movimiento refuerza una tendencia a la concentración de la administración estatal en pocas manos. Turismo y Ambiente conserva su rol institucional, pero su capacidad de ejecutar recursos queda subordinada a una estructura superior.

En síntesis, el Decreto 866 redefine su poder real: la conducción política permanece en Scioli, mientras que la caja, la estructura y la velocidad de gestión pasan a control directo de Jefatura.

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