El reciente Decreto 149/2025, mediante el cual el gobierno de Javier Milei eliminó la obligatoriedad del aporte empresario a las entidades gremiales, generó un sacudón en el sector de las agencias de viajes: el Incatur de Faevyt en tiempo de descuento.
¿Obligatorio o solidario?, el Incatur de Faevyt en tiempo de descuento
Javier Milei eliminó el aporte obligatorio a cámaras. En turismo, Faevyt baja 50% el Incatur y se reabre el debate por su obligatoriedad y utilidad.
El Incatur continuará siendo obligatorio, pero Faevyt redujo el aporte en un 50%, fijándolo en el 0,5% de la masa salarial sobre el básico de convenio.
Más allá de lo legal, el impacto abrió una discusión más profunda sobre la legitimidad, utilidad y sostenibilidad de estos mecanismos de financiamiento.
En este contexto, la Federación salió a aclarar que el Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (Incatur), por su naturaleza sindical-gremial empresaria, no está alcanzado por el decreto.
Apoyándose en fallos judiciales previos que avalan la legalidad del aporte, advirtió que las empresas adheridas que interrumpan los pagos podrían exponerse a consecuencias legales.
Sin embargo, y conscientes del clima de incertidumbre que generó la medida oficial, desde la entidad que conduce Andrés Deyá aplicarán descuentos porcentuales sobre el aporte. El objetivo es aliviar la carga financiera y evitar la fuga de contribuyentes.
Las empresas más comprometidas con la representación gremial tienden a defender el esquema, aunque reconocen la necesidad de transformarlo. Las que cuentan con recursos propios o una visión más pragmática ven innecesario sostener algo que no utilizan ni valoran, y no descartan judicializar la imposición.
Faevyt y una estrategia para sostener la institucionalidad
“Desde el punto de vista legal, el Decreto 149/2025 no alcanza al Incatur por ser una institución sindical-gremial empresaria, por lo que el aporte continúa siendo obligatorio”, aclararon desde la entidad.
No obstante, y entendiendo el espíritu de la normativa, aclararon: “La decisión del Incatur es la de reducir el aporte a cargo de las agencias de viajes en un 50%, quedando fijado el mismo en el 0,5% de la masa salarial sobre el básico de convenio”.
Asimismo, explicaron que la medida se aplicará a partir del mes en curso, cuyo vencimiento de pago opera en los primeros días de julio.
En este sentido, y alertados por la ola desregulatoria del gobierno de Milei, desde la Federación recalcaron que la capacitación es clave para innovar en turismo.
"Es fundamental elevar la profesionalización del sector, y una forma de garantizar el futuro de la industria", enfatizaron.
Incatur: entre el mandato legal y el valor percibido
En el plano práctico, la percepción del Incatur varía según el perfil y la experiencia de cada empresa.
Tal como sucedió en 2017, cuando se avanzó con la creación de este aporte, algunos operadores cuestionaron su obligatoriedad y analizaron que no responde a las necesidades actuales del sector.
Los más memoriosos recuerdan que la imposición “fue enmarañada” durante una reunión de Comisión Directiva de la cual participaron un puñado de dirigentes. “En la minuta del día se dejó la votación para el final”, confesó un empresario.
“En su momento nos impusieron este aporte de manera inconsulta”, agregó otro operador, para seguir: “Formamos a nuestros equipos de manera interna. Nunca usamos al Instituto”.
Varios colegas coincidieron en que, si el aporte hubiera sido voluntario, aun con un porcentaje reducido, también lo habrían discontinuado de inmediato.
“Con ese dinero podríamos contratar consultores mucho más eficaces que los que brindaba el Incatur ”, opinaron, para agregar que hubieran destinado el cargo a incentivos o a desarrollar otras áreas de negocios.
Asimismo, los operadores apuntaron contra el contenido y puntualizaron que los programas de formación no eran de gran utilidad para la cotidianidad de la operación.
“No hay capacitaciones para los gerentes ni se abordan temas de coyuntura”, expuso un referente.
En ese sentido, criticaron que los fondos del Incatur también se destinen a sostener otras áreas de Faevyt, más allá de la formación.
No obstante, algunos aclararon que el aporte “no representa un costo significativo en sí mismo”, aunque sí se suma a otros conceptos que elevan el precio operativo general. “Lo que encarece la diaria no es este aporte, sino la acumulación de pequeños gastos que se pagan por múltiples canales”, explicaron.
El pedido de las agencias de viajes: reformular sin eliminar
A pesar de las críticas, el común denominador de las agencias de viajes reafirmó su compromiso institucional.
“Vamos a seguir pagando porque creemos en el rol de las cámaras”, expresaron. Además, señalaron que, si tuvieran que contratar capacitaciones similares en el mercado, el costo sería mayor.
Eso sí: reconocieron que hay margen para mejorar. Las temáticas deben ser más específicas, con contenidos aplicables a la gestión real de las empresas.
“Hoy no hay propuestas orientadas, por ejemplo, al turismo receptivo, ni formaciones pensadas para mandos medios o gerencias”, indicaron desde el segmento pyme.
En contraste, las OTA evitaron pronunciarse públicamente, y hasta el momento no adoptaron postura frente a la continuidad del Incatur.
El aporte al Incatur reabre el debate sobre la desregulación en turismo
Sosteniendo que el espíritu desregulatorio del gobierno de Javier Milei apunta a eliminar tributos y tasas de carácter extorsivo, varios operadores instaron a revisar el alcance del DNU.
En esa línea, las empresas que promueven la desregulación no descartan judicializar el caso. “Si el decreto está mal formulado o no tipifica correctamente ciertos conceptos, creemos que es nuestra responsabilidad advertir al Gobierno y accionar en consecuencia”, señalaron.
Al respecto, advierten que la propia decisión de Faevyt de reducir a la mitad el monto del aporte revela, de forma implícita, que su obligatoriedad es insostenible.
“Si fuera incuestionablemente legal, no tendrían motivo para aplicar una rebaja. Lo que hacen es anticiparse a un escenario en el que el aporte será voluntario”, señalaron.
Para muchos, se trata apenas de una cuestión de tiempo hasta que la Justicia o una nueva norma terminen por desactivar la exigencia.
Hablando de lobby: el Incatur como sostén estratégico
Desde su creación en 2017, el Incatur fue concebido más que como un instituto de capacitación: en una herramienta para el fortalecimiento institucional y la autonomía económica de Faevyt.
Con el aporte recaudado, la Federación no solo diseña programas de formación, sino que también financia proyectos de modernización, estudios técnicos y estrategias de lobby ante organismos del Estado.
Lo había sintetizado años atrás Fabricio Di Giambattista, entonces presidente de Faevyt: “Tenemos un gran debate con el MULC del Banco Central. No es lo mismo discutir desde nuestra voz que contratar a economistas de prestigio. Pero eso cuesta, y muchas veces no podemos pagarlo. Por eso nos critican por la falta de gestión. La realidad es que la capacidad de lobby también cuesta plata”.
Faevyt lanza “Revalidando destinos”, un ciclo federal de capacitaciones
Impulsada por su comisión de Minoristas, la Federación presentó una iniciativa que busca fortalecer el rol de las agencias de viajes mediante el conocimiento profundo de los atractivos turísticos nacionales.
Con foco en lo federal, la propuesta recorrerá provincias y ciudades como Córdoba, Jujuy, Salta, Chubut y Bariloche, destacando la oferta cultural, natural y gastronómica de cada lugar.
“Diseñar propuestas auténticas y de calidad parte del conocimiento real del destino”, afirmó Andrés Deyá.
El programa se realiza en articulación con actores locales y apunta a profesionalizar la venta del turismo interno con herramientas concretas y aplicables.
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