El “fantasma Roza” protagonista en la elección de Buenos Aires al mando del CFT

Sin embargo, la alegría de la foto final poco reflejó los ánimos y las sensaciones que se vivieron en el Hotel Sheraton Pilar, en la provincia de Buenos Aires. Desde temprano, los nubarrones predecían una jornada con altibajos y los microclimas que sobrevolaban los pasillos del establecimiento no eran más que la calma que precedía al huracán.

Tras la designación final, el descontento y malestar se apoderó del auditorio y pese a que ningún funcionario se proclamó en contra del flamante presidente, la catarata de críticas llegó, tanto de norte a sur como de este a oeste. En efecto, gran parte de los presentes cuestionaron las formas que lo llevaron a la cima del organigrama y se mostraron en desacuerdo con la artimaña y estrategia del MinTur para que el CFT sea manejado bajo la gama amarilla.

¿A DEDO?

Con el cargo vacante tras la salida de Mariano Ovejero –quien hace unas semanas asumió la Subsecretaría de Desarrollo Turístico en Argentina–, el sillón presidencial parecía tener destinatario. De hecho, en la última reunión del CFT de 2017, en Salta, se había barajado la posibilidad de que la posta la tomarán desde el Fin del Mundo.

En esta sintonía, gran parte de los representantes de las 23 provincias que asistieron a la Asamblea, habían dado el visto bueno para que Luis Castelli se hiciera cargo de la entidad federal en el encuentro del CFT que iba a tener a Tierra del Fuego como anfitriona; pero que finalmente se postergó por “cuestiones organizativas y de agenda de los funcionarios nacionales y provinciales”.

No obstante, algunos de los presentes sostuvieron que la desaparición del mapa del Estado de la Subsecretaría General de la Presidencia, cargo que hasta la renuncia forzada de Valentín Díaz Gilligan llevaba adelante la coordinación del Gabinete Interministerial del Turismo, habría alterado los planes e implicó que un nuevo interlocutor tomase las riendas de la elección.

En esta órbita y cual “fantasma Roza", en alusión a la polémica intervención del Ministerio de Turismo que en 2012 forzó al entonces titular de la Aaavyt, Ricardo Roza, a secundar a Oscar Ghezzi, rompiendo un tradicional pacto de alternancia que hacía que en esa oportunidad el turno fuera para las agencias, desde Suipacha 1111 le habrían subido el pulgar a otro candidato.

En efecto y según confiaron desde el seno del CFT, la nueva misiva implicó “convencer” al titular del Infuetur a que renuncie a su candidatura para darle lugar a un aliado del Gobierno.

Por tanto y asegurándose de que ningún colega estuviese grabando –aunque sus reales preocupaciones era que no hubiera nadie del MinTur viéndolos hablar con la prensa–, varios funcionarios provinciales alegaron y coincidieron que “la designación de Robredo implica una concentración de poder en Buenos Aires y atenta contra el federalismo de la entidad”; al tiempo que remarcaron “la capacidad de gestión y el compromiso para con la actividad turística que tiene el representante porteño”.

PALABRAS, PALABRAS, PALABRAS.

Durante el encuentro y tras resaltar “el potencial extraordinario que tiene el turismo en cada provincia del país”, el discurso del ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, no pregonó las acciones encarnizadas desde la cartera para que Buenos Aires asuma la presidencia del CFT. “El objetivo estratégico del sector es terminar con uno de los grandes factores de deterioro: la histórica dicotomía entre la Capital Federal y el interior de la Argentina. Tenemos que entender y construir un solo y gran país a través del consenso y la integración. Un país federal donde todos seamos vecinos y alcancemos el desarrollo definitivo de toda nuestra oferta”, dijo el máximo referente de la actividad turística nacional.

Por su parte, Gonzalo Robredo afirmó la importancia que significa que la Ciudad de Buenos Aires presida por primera vez el CFT; mientras que declaró: “Es tiempo que empecemos a trabajar como un cuerpo que no sólo coordine tareas, sino que las potencie. Es necesario hacer promociones conjuntas, generar talleres de trabajo y transferir conocimientos, para estimular la actividad y traccionar crecimiento e ingresos a Argentina”.

Lejos del ring, Luis Castelli consideró su nombramiento cómo “resultado del consenso y del voto unánime de todos los miembros del Consejo en reconocimiento al trabajo que lleva adelante la provincia y a la política turística que estamos implementando, que es reconocida tanto en nuestro país como en el exterior”.