Cuatro de cada 10 destinos flexibilizaron las restricciones de viajes impuestas a partir del Covid-19. Sin embargo, de acuerdo al informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la lenta desescalada convive con un 53% de los países que aún mantienen sus fronteras completamente cerradas al turismo.
Restricciones de viajes: 40% de los destinos flexibilizaron
LENTO Y PARCIAL.
Los datos compilados por OMT al 19 de julio muestran un avance sustancial respecto a un mes atrás, cuando sólo el 22% de los destinos habían flexibilizado las barreras (el 15 de mayo eran apenas un 3%).
De todos modos, la lenta reapertura está muy focalizada en algunas regiones y en medidas parciales. Así es que de los 87 destinos que levantaron restricciones de viaje, solo cuatro lo hicieron por completo. En cambio 83 apenas las han aligerado y mantienen algunas medidas, como el cierre parcial de fronteras.
Además, según refleja el informe del organismo de la Naciones Unidas, los países con mayor dependencia del turismo están más dispuestos a la reapertura. Por eso, de los 87 destinos que empezaron a transitar esa vía, 20 son pequeños Estados insulares en desarrollo. Además, alrededor de la mitad (41) de los que han flexibilizado se encuentran en Europa.
LA MITAD CERRADA.
Paralelamente, 115 destinos (el 53%) siguen manteniendo sus fronteras completamente cerradas al turismo internacional. De hecho, la mayoría de ellos (88) acumulan más de 12 semanas en esa instancia.
Desde un punto de vista regional, los Estados que continúan blindados a los viajes dominan el panorama en todos los continentes, excepto en Europa (apenas el 20%). El 70% de los destinos de África, el 63% de los asiáticos, el 55% de los de América y el 77% en Medio Oriente mantienen un cierre completo de fronteras.
A los cuales cabría sumar otros 66 países que mantienen sus fronteras parcialmente cerradas o con vuelos suspendidos.
CRISIS INÉDITA.
El costo vinculado a las restricciones de viaje tiene dimensiones inéditas en la historia de la actividad. Según OMT, ya a finales de mayo se habían perdido ingresos por turismo en torno a los US$ 320.000 millones a causa de la pandemia, tres veces más que el impacto de la crisis económica global de 2009.
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