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Turismo, rehén de la crisis económica poselecciones

La devaluación y escalada del dólar blue repercutieron en la comercialización turística. El emisivo, el receptivo y el interno respondieron de modo diverso.

Luego de que Javier Milei resultase el candidato presidencial más votado en las PASO, el Gobierno devaluó un 22%, el dólar informal registró niveles históricos y la AFIP bajó del 20% al 5% la percepción del impuesto a los Bienes Personales, generando efectos inmediatos en la comercialización turística de los viajes al exterior, nacionales y receptivos.

En cuestión de horas y tal como viene sucediendo cuando hay elecciones, el país volvió a cambiar y la incertidumbre tomó relevancia por varios días: el dólar oficial pasó de $ 306 a $ 365,60 –cifra que se mantendría hasta octubre–, y la cotización informal llegó a coquetear con los $ 780 el miércoles 16 de agosto, y cerró la semana a $ 720.

Luego del acto reflejo eleccionario que comenzó en julio con un marcado adelantamiento de las ventas para el segundo semestre y el verano, las PASO trajeron un estancamiento total de las operaciones.

A 96 horas, y pese a que siguen los coletazos por la contienda electoral, cambió el ánimo de los agentes de viajes y operadores. La progresiva adecuación de los sistemas de reserva con los nuevos importes y la desaceleración del dólar blue generó expectativas para una rápida reactivación del mercado.

La comercialización turística en tiempos de elecciones

La devaluación impactó en el turismo”, coincidieron los profesionales para detallar que se pausaron las ventas, cambiaron las decisiones de compras y hay menos reservas.

Al respecto, enfatizaron que, inmediatamente, se cortó la cadena de pagos en pesos para los servicios de hotelería, excursiones y traslados en el exterior, aunque sí se podían saldar en dólares.

Asimismo, puntualizaron que fueron mínimas las empresas que quedaron al descubierto luego de la devaluación. “Salvo excepciones, los operadores giraron a término los pagos pendientes a sus proveedores del exterior”, comentaron.

En línea remarcaron que los primeros días se frenaron las ventas en pesos por miedo a ir a pérdida en caso de que la devaluación se siguiera profundizando; al tiempo que recriminaron la imprevisibilidad con la que trabajan constantemente.

Al cierre de esta edición, y tras vaticinar que la reducción de impuestos podría apuntalar al sector de manera positiva, reconocieron que las operaciones se normalizaron, pero no descartan una deserción en las reservas confirmadas.

El emisivo sin sobresaltos

Aseverando que toda devaluación genera pérdidas por más que las contingencias eleccionarias hubieran estado previstas, Marcelo Capdevila, director general de Grupo GEA para América Latina, aclaró que si las reglas de juego cambian drásticamente ninguna empresa resistirá.

“No podemos ni debemos acostumbrarnos a estas situaciones. El lunes no se operó, pero ahora estamos trabajando con normalidad”, comentó, y sostuvo que la baja de los volúmenes de venta no fue significativa.

Martín Romano, CEO de la agencia Atrápalo, subrayó que "los precios de los servicios internacionales aumentaron a partir del alza del dólar oficial y la demanda se frenó para los destinos internacionales por la incertidumbre".

Además, expuso que muchos operadores suspendieron el pago en pesos porque los bancos no estaban autorizando operaciones de comercio exterior.

Con los GDS actualizados y la publicación de las tarifas hoteleras se terminó la turbulencia electoral para el emisivo”, declaró, para continuar: “La baja del impuesto fue positiva y contrarrestó la devaluación”.

Carla Tártara, CEO en Organización Piamonte, detalló que las ventas cayeron un 10% y remarcó que el panorama no es alarmante.

Asimismo, ponderó que desde hace tiempo que vienen adelantando los pagos al exterior de los proveedores –tienen cubiertos servicios para abril 2024–, y confía en que el mercado se estabilizará en un mes.

“Contamos con toda la programación en góndola porque entendemos que el pasajero seguirá adelantando la compra como un mecanismo de ahorro”, dijo.

A su turno, Pablo Aperio, director ejecutivo de Travel Services, ratificó la tendencia de que, frente a un salto del dólar, y hasta que se acomoda, se frena la venta al exterior; así como cuando hay expectativas de devaluación se aceleran las compras las semanas previas. Reconoció una fuerte demanda de estadías en hoteles all inclusive de Brasil y el Caribe para congelar los precios de futuros viajes.

“El lunes, apenas conocida la noticia de la devaluación, hubo corridas para cerrar compras de personas que habían contratado un paquete o un vuelo, pero aún querían completar su estadía con algún servicio. Aquellos que pagaron antes del mediodía no sufrieron la actualización del dólar, ya que el sistema tardó unas horas en ajustar los nuevos valores”, explicó, para aclarar que luego el panorama fue otro y las compras se frenaron.

En este contexto dijo que el freno poselecciones fue circunstancial y prevé que “la venta de viajes al exterior volverá a activarse una vez que el consumidor vea que el dólar se estabilizó un poco”. Destacó que están operando normalmente.

Por su parte, Paula Cristi, gerenta general de Despegar para Argentina y Uruguay, relató que en la web y app están operando con normalidad, para sostener: “En situaciones de incertidumbre como la actual, muchas personas que tienen un paquete tratan de adelantar compras para garantizar los valores en pesos. La recomendación es comprar paquetes con todos los gastos ya incluidos”.

La crisis alienta y complica al turismo interno

Los profesionales prevén que el salto del dólar formal e informal limitará la salida de los argentinos al exterior, incentivando los viajes por Argentina.

No obstante, la demanda “voraz” del “Día+1” aún no se pudo plasmar en ventas, porque los agentes de viajes tuvieron serias complicaciones para cotizar servicios o adelantar pagos.

La demanda del turismo nacional se sostiene”, resumió Rodolfo Améndola, director general de Amichi, pero aclaró: “No se trata de que existe un mercado financiero en abundancia, sino que queman los pesos y la industria supo canalizar la imposibilidad de que a una persona no le alcance para comprarse un auto o una casa”.

Consultado sobre la relación con los proveedores luego de las PASO, manifestó que tanto ellos como su empresa no quieren perder dinero, así como tampoco dejar de trabajar.

El corto y el mediano plazo están relativamente resueltos, y el largo plazo, verano y 2024 se venden a una tarifa razonable, pero sin seguridad financiera”, explicó.

Por su parte, Marcelo Capdevila señaló que, por la incertidumbre y la suba del dólar, es lógico que los proveedores locales aumenten los precios o demoren en tarifar; mientras que el mercado será quien evalúe si los ajustes fueron a conciencia o desmedidos.

En otro orden, otro referente del turismo interno reveló que se agravó el problema aerocomercial en términos de disponibilidad, precio y formas de pago: “La cadena de comercialización urge negociar mejores condiciones con Aerolíneas Argentinas, JetSmart y Flybondi”, ponderó.

Dólar: una devaluación muy bien “receptiva”

Tras la corrida cambiaria se disparó la brecha entre el dólar MEP para extranjeros y el blue, alcanzado una diferencia de hasta $ 130, y poniendo en riesgo la tendencia del superávit turístico. Al cierre de esta edición la diferencia se había achicado a $ 63.

Sin embargo, los operadores receptivos opinaron que estas variables impactan sobre los extranjeros regionales; así como afirman que la mayoría del turismo internacional de Estados Unidos o Europa seguirá apostando al dólar MEP.

Por otra parte, y tal como sucedió en la órbita doméstica, los profesionales se enfrentaron a una sobrerreacción de la cadena de comercialización.

Por varios días no se tomaron reservas, no aceptan pagos, suspendieron los tarifarios y cambiaron las condiciones de precios”, explicaron, para recalcar que “con el correr de los días seguramente reconsiderarán sus pretensiones”.

Cabe destacar que los profesionales coincidieron en que el turismo receptivo funcionará más allá del contexto eleccionario, pero advirtieron: “Entre los condicionantes de esta operación al alza aparecen un hipotético estallido social o medidas cambiarias bruscas del nuevo gobierno”.

Hoteleros y gastronómicos sin precios

Suben los insumos sobre todo en gastronomía y no hay precios fijos”, indicaron desde el sector gastronómico, para comentar: “Por ajustes diarios se usa el QR y la carta impresa sin detallar los precios, solo para que el cliente vea las opciones”.

En línea declararon que los proveedores actualizan los precios hasta dos veces por día; así como también entregan la mercadería y "después pasan la factura con incrementos por las dificultades para establecer precios”.

Advierten subas en los costos del 30% y 40% –también hay incrementos del 100%–, pero aclaran que no todas impactan en la carta porque si no “el negocio se torna inviable

"La papelería subió un 27%; los artículos de limpieza, 26%; el pollo, 18%; la carne, 38%; las hamburguesas, 50%; los aderezos, 30%; y las aceitunas un 100%", detalló un empresario gastronómico.

A modo de ejemplo, un local de Palermo que cobraba por una hamburguesa simple de carne y queso, papas fritas con queso cheddar, panceta y cebolla de verdeo, y un porrón de cerveza artesanal, $ 2.200, $ 2.000 y $ 1.500 en mayo, ahora los vende por $ 3.300, $ 3.350 y $ 1.550, respectivamente.

Por su parte, el sector hotelero no está exento de esta situación y busca trasladar lo menos posible los aumentos. “Es necesario subir los precios para mantener el estándar de cualquier hotel", sostienen.

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