El boom del turismo emisivo internacional también se refleja en el segmento de cruceros: pese a los históricos reclamos por los altos costos operativos, la temporada 2024/25 navegó con viento a favor. Los operadores son optimistas para lo que viene y aseguran que las proyecciones 2025 vienen con viento a favor.
Aunque Brasil concentra la mayor cantidad de reservas de cruceros desde Argentina, crece el interés por itinerarios en Estados Unidos, el Caribe y Europa
Más allá de los números, el buen clima de negocios se percibe entre los referentes del sector, quienes coinciden en que el mercado atraviesa un momento de gracia y consolidación.
Con la eliminación parcial del cepo cambiario, la quita del impuesto PAIS, el regreso del financiamiento, una inflación más contenida y una demanda más racional, las navieras refuerzan su apuesta por Sudamérica con más salidas y tarifas competitivas.
Aunque Brasil concentra la mayor cantidad de reservas, crece el interés por itinerarios en Estados Unidos, el Caribe y Europa. Con un consumidor más activo y un producto cada vez más sofisticado, el sector se encamina hacia una nueva etapa de expansión.
Argentina, un negocio en altamar
Durante la temporada 2024-2025, que se extendió de noviembre a abril, llegaron al puerto de Buenos Aires casi 500 mil pasajeros en 130 cruceros, un incremento del 8%, según datos de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (Anpyn).
Los buques turísticos internacionales que arribaron a la Ciudad de Buenos Aires contaron con una bonificación en el peaje por el uso de la Vía Navegable Troncal.
En Tierra del Fuego, Ushuaia recibió 550 recaladas y más de 130 mil turistas. Puerto Madryn, por su parte, contabilizó 42 recaladas y más de 58 mil pasajeros. En total, el segmento generó ingresos superiores a los US$ 280 millones y sostiene alrededor de 25 mil puestos de trabajo en el país.
Volumen en alza, rentabilidad ajustada para las agencias de viajes
Los operadores reportan un incremento sustancial en los volúmenes de ventas y pasajeros, aunque alertan que los márgenes siguen siendo estrechos.
“Crecimos un 28% en pasajeros y un 52% en facturación respecto a 2024, pero vendemos más, sin ganar más. Los costos fijos en pesos suben más rápido que nuestros ingresos”, advirtió Joaquín Salgueiro, vicepresidente de Organfur.
En detalle, el ejecutivo señaló que el Caribe creció un 48% en ventas directas y un 23% en grupos. “Brasil subió un 41% impulsado por un gran grupo de incentivos, y Europa mostró un crecimiento del 27%”, precisó.
Charlie Ryan, vicepresidente de Ventas y Marketing de Discover the World en Latinoamérica, también evaluó positivamente la temporada: “Tuvimos un crecimiento del 32% interanual. Sin embargo, los resultados dependen en gran parte del deployment de los barcos, los itinerarios y la oferta aérea disponible”.
Desde Vanguard Marketing, Mariano Stabielli resaltó crecimientos en todos los segmentos: “En Europa, las reservas subieron entre 23% y 25%. En cruceros de lujo el alza fue menor, en torno al 15%, debido a la menor capacidad de los barcos, aunque la facturación creció en porcentajes más altos”.
Frank Medina, vicepresidente de Ventas para Latinoamérica y el Caribe de Norwegian Cruise Line Holdings (NCLH), aseguró que 2024 mostró un incremento de doble dígito y niveles de preventa históricos: “Vimos un renovado interés por los cruceros en toda la región”.
Con una perspectiva positiva y siendo Latinoamérica un mercado relevante, Itzel Valdés, vicepresidenta asociada de Royal Caribbean para Latinoamérica y el Caribe, indicó que este año volverán a apostar por la región.
“En 2025 regresamos con puertos base en Colón y Cartagena”, dijo, para agregar que en 2026 sumarán un nuevo puerto base en la Costa Oeste de Estados Unidos
Cambio de hábitos y perfil del nuevo pasajero
Una conclusión unánime es que el consumidor cambió. “Ya no compra por pánico ni por coyuntura económica, sino cuando realmente quiere viajar”, explicó Salgueiro. Aunque se mantiene el perfil de “late market” (reservas a 60-120 días), hay mayor estabilidad en la demanda.
Ryan observó patrones similares a años anteriores, aunque con oportunidades de último minuto mejor aprovechadas gracias a una mayor disponibilidad. "Hay una estabilidad en los patrones de preventa", dijo.
Stabielli subrayó que el pasajero busca valor antes que precio: “Bebidas, wi-fi, excursiones, restaurantes de especialidad y entretenimiento de primer nivel son parte del diferencial que convierte al crucero en una alternativa superadora frente a los all inclusive tradicionales”.
Para Medina la tendencia apunta a reservas más anticipadas: “Hoy tenemos pasajeros en Latinoamérica que compran con más de seis meses de antelación, lo que les garantiza mejores opciones de cabina y fechas”.
Desde Royal Caribbean señalaron que, a la hora de elegir sus vacaciones, los viajeros buscan descubrir vibrantes o culturales destinos, comida y bebidas extraordinarias, más conexiones y vistas al mar.
“Somos conscientes de que cada persona tiene una concepción distinta de lo que son unas vacaciones perfectas y es nuestro compromiso brindar a nuestros huéspedes una variedad de actividades, espectáculos, espacios, bebidas, alimentos y entretenimiento que permitan que cada huésped pueda diseñar su escapada ideal a su medida”, mencionó Valdés.
Lujo, expedición y branded fares: nuevas tendencias
Las navieras ajustan su estrategia a las nuevas exigencias del mercado. Según Stabielli, el segmento de lujo, con marcas como Oceania y Regent, se recupera con rapidez entre viajeros acostumbrados a operar en dólares y que priorizan las experiencias sin gastos extra.
Desde Vanguard Marketing, además, destacaron la operación hacia la Antártida, con 100% de ocupación: “Esta tendencia se mantiene”.
Ryan destacó el avance del modelo de “branded fares”, que segmenta servicios y mejora la experiencia, replicando lo que sucede en la aviación. A su vez, crecen los cruceros de expedición y los itinerarios inmersivos.
“Vemos más interés por destinos no tradicionales como Islandia, Japón, Australia o Nueva Zelanda. Nuestros cruceros por Hawái se venden solos”, comentó Medina.
Organfur indicó que los viajes grupales siguen siendo un motor clave. “Vendemos más cruceros de 7 noches que cortos. Con los altos precios de Miami, un crucero largo termina siendo más barato y mejor”, opinó Salgueiro.
Valdés, por su parte, comentó que, adicional a los destinos privados en tierra, donde hay actividades y espacios para todos los gustos, también brindan servicios privados a través de private journeys donde los viajeros pueden personalizar su aventura en tierra para vivir sus vacaciones ideales a la medida.
El Caribe sin visa y barcos mejor posicionados
Una de las novedades más celebradas es la posibilidad de vender el Caribe todo el año sin necesidad de visa estadounidense.
“Royal Caribbean opera desde Panamá y Cartagena; Costa desde Santo Domingo. Eso nos libera del condicionamiento de la visa americana”, explicó Salgueiro.
En línea, Valdés sostuvo la creciente demanda por los recorridos en destinos del Caribe Sur como Aruba, Bonaire y Curazao. “Estos itinerarios son excelentes para explorar el Caribe en crucero sin necesidad de viajar a Estados Unidos y en reservaciones seleccionadas se incluyen paquetes de bebidas”, explicó.
La recesión en Estados Unidos también favorece a la región: algunas navieras están reubicando barcos hacia Sudamérica, lo que podría derivar en tarifas más competitivas y mayor disponibilidad para el mercado argentino.
Crédito y cuotas: el regreso de la clase media
La recuperación del financiamiento aparece como el factor más relevante para la clase media.
“La gente que viajaba en 2016/17 dejó de hacerlo por la falta de financiación. Hoy, con la posibilidad de pagar en cutas, ese segmento puede volver”, destacaron desde Organfur.
Sus colegas coincidieron en que el retorno de los planes en cuotas para viajes al exterior puede ser “la frutilla del postre” para consolidar la reactivación del emisivo, sobre todo si hay estabilidad cambiaria.
Cruceros vs. resorts: una batalla que se inclina hacia el mar
Pese a las subas, el crucero mantiene una relación precio-beneficio difícil de igualar.
“Una casa en Costa Esmeralda cuesta US$ 5.000 la quincena. Mientras que un crucero a Brasil cuesta menos e incluye mucho más”, ejemplificó Salgueiro.
Stabielli agregó que, en destinos lejanos, el paquete de crucero es más competitivo que los hoteles y servicios terrestres. Medina reforzó: “Todos los años comparamos con resorts all inclusive. El crucero siempre ofrece más valor por el mismo precio o menos”.
IA: herramienta útil, pero sin reemplazar al agente
La inteligencia artificial se integra a los procesos internos de las navieras, pero sin desplazar al agente de viajes. Automatización de respuestas, gestión de búsquedas o tareas administrativas son algunas de las aplicaciones actuales.
“La IA es una herramienta, no un reemplazo. El agente sigue siendo clave para darle forma, criterio y valor a cada itinerario”, aseguraron.
Para Royal Caribbean, además, la inteligencia artificial representa una herramienta para brindar las mejores vacaciones para todos de forma sustentable y sostenible.
Un ejemplo de esto es su programa Win on Waste, impulsado por la aplicación “0 Control”, que redujo los alimentos no consumidos en toda la flota en más del 20%.
Los dilemas del crecimiento
Aunque el panorama es optimista, hay desafíos estructurales.
“El mayor dilema es la incertidumbre económica, política o impositiva, que atenta contra la previsibilidad”, advirtió Ryan.
Stabielli reclamó más conectividad aérea regional y reducción de trabas migratorias para potenciar el turismo sudamericano. Salgueiro reconoció que “operar en la región sigue siendo caro”.
Proyecciones 2025: viento a favor
Pese a las tensiones macroeconómicas, los operadores son optimistas y proyectan una fuerte temporada 2025/26 en Sudamérica, con más recaladas, mejores tarifas y un puerto de Buenos Aires en expansión.
Por su parte, las navieras negocian contrarreloj una reducción de tasas portuarias para garantizar su presencia a largo plazo en Argentina.
Desde CLIA advirtieron que operar en puertos nacionales cuesta hasta seis veces más que en otros destinos, lo que “rompe cualquier esquema de negocios”. Si no hay acuerdo podrían reducirse las recaladas.
Cruceros sorpresa: cuando el misterio es parte del viaje
En un mercado turístico dominado por la hiperplanificación y el exceso de información, los mystery cruises -o cruceros sorpresa- emergen como una tendencia que apela al deseo de vivir experiencias auténticas e inesperadas.
Aunque el concepto no es nuevo, en 2025 está ganando fuerza entre los viajeros más jóvenes, para quienes la incertidumbre no es un obstáculo, sino parte del encanto. No saber el destino hasta último momento convierte al viaje en una aventura en sí misma.
Esta modalidad también dialoga con otras grandes tendencias del año: cruceros temáticos y personalizados, travesías de bienestar, expediciones remotas, barcos boutique y experiencias para una desintoxicación digital.
Mar del Plata quiere sumarse al mapa de los cruceros
Desde que Daniel Scioli asumió como secretario de Turismo, uno de sus objetivos estuvo claro: convertir a Mar del Plata en destino de cruceros, una modalidad aún inexplorada en la ciudad y con alto potencial económico.
Según el Inprotur “hay muchas posibilidades de concretar la llegada de cruceros de no más de 700 pasajeros”, y afirmaron que en la feria Seatrade varias compañías mostraron interés en incluir a “La Feliz ” como escala.
En esa línea, se trabaja en el cumplimiento de los requisitos técnicos mínimos -como el mantenimiento del dragado- y en la definición de una estructura tarifaria para los amarres.
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