La resolución N°122/2020 del Ministerio de Transporte, publicada en el Boletín Oficial, dispone de un total de $ 500 millones a distribuir entre las empresas de buses de larga distancia. En las consideraciones, se habla de que las “cámaras representativas del sector (…) manifiestan la restricción crediticia general además de la caída total de demanda que impiden el financiamiento de la actividad”. La resolución cita alguna de las presentaciones de las empresas del sector que aseguran que “estos déficits escapan a cualquier previsión empresaria y por ende resultan imposibles de absorber en forma completa por las empresas (…) por ello que consideramos que en una situación de emergencia como la actual todos los sectores debemos hacer un esfuerzo por mantener la actividad que conecta a más de 1.800 localidades constituyendo el servicio básico esencial de transporte de larga distancia en un país tan extenso”.
En otro pasaje, los considerandos remarcan que se ha “generado un cese absoluto de los viajes y personas a transportar, pero con el mantenimiento de las obligaciones a cargo de las empresas, afectando obviamente la ya insostenible ecuación económica-financiera de las prestaciones y empresas, muchas de las cuales tienen comprometida su propia existencia futura (…) lamentablemente tenemos que decir que ante tamaña gravedad resultan insuficientes”.
AYUDA PARA LOS BUSES.
El ministerio considera que el Estado Nacional debe “colaborar para obtener la continuidad laboral en las empresas de transporte automotor interurbano de pasajeros de jurisdicción nacional y para preservar las condiciones de conectividad en el país, que de no tomarse urgentes medidas se encontrarían seriamente amenazadas”.
Producto de estas consideraciones, la dependencia que lidera Mario Meoni, lanzó un denominado “Programa de Emergencia del Transporte Público Interurbano de Pasajeros (PEPT)” al cual destinó $ 500 millones, como monto a otorgarse por única vez. Ese monto se distribuirá entre las empresas de modo proporcional, tomando como parámetro el “parque móvil”, es decir, el número de buses que tiene cada una registrados, de modo tal que las empresas más grandes terminan recibiendo más fondos y las más pequeñas menos.
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