El sábado 4 de enero el sol del verano recalentaba el asfalto de una Ciudad de Buenos Aires notoriamente menos transitada por las vacaciones, sin embargo en la terminal de cruceros Benito Quinquela Martín, el movimiento de gente y de vehículos era incesante. Dos embarcaciones de lujo, con miles de pasajeros a bordo, habían amarrado en el puerto y los turistas se apuraban a desembarcar y tomar uno de los tantos taxis que hacían cola sobre la avenida Ramón Castillo. Uno de los cruceros era el Norwegian Star, que llegaba por primera vez a Buenos Aires y, para esta ocasión, la compañía que representa a la naviera en el país, Vanguard Marketing, organizó un recorrido por el barco, destinado a profesionales del turismo y agentes de viajes.
VANGUARD MARKETING. Visita de las agencias al Norwegian Star
La compañía que representa a la naviera organizó una recorrida para profesionales de turismo por el crucero de lujo, en la primera llegada de la embarcación a Buenos Aires.
El Norwegian Star es un crucero de 13 pisos y casi 300 m. de largo construido en el año 2001, que atravesó varias remodelaciones y puestas a punto para hoy ser una embarcación de lujo moderna y con todas las comodidades. Con una capacidad para albergar a 2.348 huéspedes y 1.031 tripulantes, el barco cuenta con 15 espacios gastronómicos, 11 bares, un spa, un salón fitness, dos piletas y seis jacuzzis.
La recorrida del grupo de profesionales comenzó a las 10 en la amplia recepción del crucero, en donde una plataforma más elevada, en el centro, contenía varías mesas y sillas. Un piano de cola acompañaba el costado de la plataforma y, en la cabecera del salón, un pequeño local de Starbucks ofrecía café y platos dulces. Mariano Stabielli, director de Vanguard Marketing, fue el encargado, junto con el ejecutivo de Ventas y Promoción, Fernando Castro, de encabezar la visita por los distintos espacios del crucero. También eran parte de la comitiva el equipo de Ventas de la firma que representa a la naviera.
El recorrido incluyó los principales restaurantes y bares del crucero, como también la piscina y el solario en la cubierta, el sector spa y el gimnasio. Los profesionales pudieron conocer también las áreas de los camarotes de los huéspedes, el casino, la galería de arte y el sun deck.
Finalmente, la jornada finalizó en Versailles, el principal restaurante del crucero, en donde la comitiva pudo elegir un menú a la carta que incluyo entrada, plato principal y postre, con variedades de platos que iban desde sopas, nachos a la mexicana, hamburguesas de albóndigas, fideos con camarones; todo acompañado con vinos tintos y blancos chilenos.
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