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Los sindicatos le respondieron a Malvido

Dos de los principales gremios emitieron sendas y duras respuestas a la exigencia del nuevo presidente de AR, respecto de modificar los convenios colectivos de trabajo (CCT) como paso previo para renovar y ampliar la flota.

De las entidades que integran el autodenominado Frente Gremial Aeronáutico, dos picaron en punta y le respondieron duramente a Luis Malvido, presidente de Aerolíneas Argentinas. Hablaron de mentiras y falacias, criticaron la falta de un plan de negocios y rechazaron el hecho de que los problemas económicos que afronta hoy la compañía tengan que ver con los convenios colectivos de trabajo (CCT).

En concreto, los que respondieron hasta el momento fueron la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), que lidera Edgardo Llano, y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), de Ricardo Cirielli. Cabe recordar, que el flamante número uno de la compañía se había reunido con los gremios y les habría enviado luego un pedido de varios puntos para modificar los CCT y supeditado la aceptación de estos cambios para avanzar en la sustitución de la flota de Embraer E190 de Austral y la decisión final sobre la renovación de la flota de largo recorrido de Aerolíneas Argentinas. Si no se hacen los cambios que pide, Malvido decidiría levantar. “Si los gremios no quieren hacer los cambios que son necesarios para ser más competitivos, nosotros no podemos invertir en nuevas máquinas. Son ellos quienes deben decidir qué tipo de compañía quieren”, dijo una fuente de AR a Infobae.

 

“Brutal desfinanciamiento”

La nota de la APA señala que “resulta extraño que Ud. sostenga que ‘el déficit pronunciado que obligó a todos los argentinos a hacer aportes de US$ 678 millones anuales promedio durante una década’ se resolverá ‘buscando que los derechos y condiciones laborales no le signifiquen tanto a Aerolíneas Argentinas y a Austral”, puesto que son “un peso difícil de sobrellevar o una desventaja”. “Tal afirmación ignora en primer lugar que un altísimo componente del presupuesto público para ambas empresas de esa década que usted demoniza, fue destinado a una enorme inversión en recuperar y renovar una flota que, en su peor momento, había llegado a solo 25 aviones operativos, así como recuperar hangares, un centro modelo de entrenamiento de pilotos, equipos y repuestos. También fue destinado a mejorar las condiciones de trabajo, capacitación y salario de un personal desmoralizado y estigmatizado”, dice la APA.

Y redobla la apuesta: “Las verdaderas causas del cuello de botella para renovar flota que presenta en su nota no son los derechos y condiciones laborales sino el brutal desfinanciamiento que en solo dos años y ocho meses de sucesivas gestiones, colocó al Grupo Aerolíneas en una crítica situación económico-financiera al renunciar al imprescindible apoyo del presupuesto nacional, mientras se derivaban subsidios a obras tan innecesarias para el país como convenientes para ciertos intereses privados tales como la conversión del Aeropuerto Militar de El Palomar en uno low cost”.

Y concluye la APA: “El sector empresario ha elegido la peor estrategia de negociación con quienes día a día construyen y brindan servicios de calidad a la comunidad: sus propios trabajadores y trabajadoras. Y si a esa táctica se le agrega la intención de producir una grieta entre el personal y su sindicato, adelantándole el temario que después pretende tratar con la organización gremial y presionándolo para que lo acepte antes que sus dirigentes, se vuelve a equivocar”. “Eso nada tiene que ver con la discusión franca que propone en su nota.”

 

“Privilegios por derechos”

“El ingeniero Malvido dijo en la reunión mantenida con los gremios que había que ceder ‘privilegios’, entendiendo por privilegios derechos laborales adquiridos”, comienza la nota de la APTA. “En otras declaraciones, Malvido afirmó que ‘en esta compañía se derrocha’ y queda claro que para él los que derrochan son los trabajadores”, agregan los mecánicos.

“Tanto en el pasado como en el presente, los trabajadores no han conducido la empresa. Tampoco han decidido la política aerocomercial de ésta y otros gobiernos, que han sido auténticos responsables de todos los problemas de nuestras dos líneas aéreas públicas”, dice la APTA. E insiste: “Los trabajadores no somos los causales de las desgracias y problemas. Al contrario, ambas compañías siguen existiendo por la tenacidad con las que fueron defendidas y sostenidas por sus trabajadores”.

“¿Si los gremios entregan en 45 días los 15 puntos convencionales exigidos para incorporar dos aviones a la flota internacional de Aerolíneas, qué sucederá cuando se necesiten sumar más aviones de este tipo?. Con la ‘lógica Malvido’ se pedirán entregar más derechos laborales”, afirma el gremio de Cirielli.

La nota de la APTA establece, además, que es preciso fijar prioridades para Aerolíneas Argentinas y Austral. Habla de “exigir al Ministerio de Transporte reelaborar la política aerocomercial”. “Ésa es la génesis de los problemas”, afirman. También piden el desarrollo de un plan de negocios para el grupo empresario: “Sin un plan previo e integral ninguna empresa es viable porque no sabe hacia dónde debe ir, ni los recursos que necesita para cumplir sus objetivos. Y en tercer lugar apunta a “predicar sacrificios con el ejemplo”. La APTA habla de “numeroso personal fuera de convenio dentro de las empresas” que cobran “ingentes salarios y beneficios, muy superiores a los que reciben mediante paritarias el resto del personal”.

A modo de cierre, el personal técnico apunta a un “debate sobre la situación y necesidades de Aerolíneas Argentinas y Austral, sin intimaciones ni amenazas”.

Una denuncia impensada

Lo impensado no deviene de la denuncia contra Flybondi. De hecho, es común que las low cost sean acusadas de prácticas antisindicales. Parte de los conflictos actuales de Ryanair en Europa tienen que ver con el reconocimiento de diversos colectivos gremiales por todo el continente, como interlocutores válidos de sus trabajadores.

Lo sorprendente es que proviene del que, acaso, es el más macrista de todos los gremios aeronáuticos. No es casual que cuando se convocan y producen protestas en Aeroparque, como las de la semana pasada, no participe la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que lidera Juan Pablo Brey.

La denuncia de la AAA se formalizó ante el Ministerio de Trabajo de la Nación: “Vemos con profunda preocupación lo que está sucediendo con esta empresa (Flybondi). Vinieron con una impronta supuestamente

nueva y moderna, y nos encontramos con prácticas que creímos que habían quedado en el olvido”, declaró ante la prensa Alejandro

Kogan, secretario adjunto de la AAA. “Los aprietes y amenazas deben ser desterrados de la relación empleador-empleado cuando

de sindicalización se trata. Este derecho y libertad individual está configurado en el Artículo 53 de la Ley de Asociaciones Sindicales”. representantes sindicales”. “Con estas prácticas antisindicales, empresas como Flybondi, que pretenden encarnar un modelo de modernidad aerocomercial, finalmente demuestran su perfil definidamente oscuro y medieval mostrándose como lo que son: representantes de lo

peor del capitalismo más salvaje”, afirmó la AAA.

FUENTE: los-sindicatos-le-respondieron-a-malvido

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