Lo que ve el empresariado, y que los números no cuentan

DESPEJANDO.
El balance de 2016, en general, está lejos de ser el mejor. Y dista considerablemente de la imagen monolítica que muestran las estadísticas del Indec con las salidas al exterior creciendo al 15% anual (con un primer semestre arriba del 20%) y los arribos de extranjeros cayendo moderadamente (después de un desplome durante la primera mitad del año).
Ahí radica el interés del análisis de 20 protagonistas del sector, que con el termómetro de la calle trazaron un escenario más realista de lo acontecido y comparten sus perspectivas de lo que vendrá.
Lo que las estadísticas no cuentan es que ese boom de salidas de argentinos al exterior estuvo determinado por la copiosa venta anticipada de fines de 2015 para sacarle jugo a la devaluación que se avecinaba. Por eso, en general, los empresarios hablan de una primera parte del año fría en materia de ventas.
Asimismo, lo que en los números del Indec se entiende como una caída paulatina en el ritmo de crecimiento (se pasó de dos dígitos a uno en el último trimestre) es todo lo contrario en la opinión de los referentes del mercado. Sobre las postrimerías de 2016 se empezaron a consolidar signos de recuperación alentadores. Pero la fluctuación de las ventas, de mes a mes, fue lo único estable en el año.
En lo que no hay novedad es en la entrega de la medalla al vencedor del año a Chile, sin desconocer los buenos desempeños de los circuitos europeos y los clásicos de Brasil y el Caribe. Por fuera de lo masivo, varios marcan la confiabilidad a prueba de pesares macroeconómicos del segmento de alta gama y la grata sorpresa de no tradicionales como Australia, Nueva Zelanda o Asia.

HOJEANDO EL 17.
A la hora de aventurar cuál será el comportamiento de la demanda a lo largo del presente año, la mayoría de los referentes consultados confían que se consolide la recuperación o bien se vuelva a la senda del crecimiento. Claro que esa expectativa está altamente condicionada a que 2017 tenga la estabilidad que lejos estuvo de alcanzar 2016.
En lo que hace al ecosistema extrasectorial, lo que los empresarios marcan es la necesidad de que el contexto macroeconómico (incluyendo la ralentización inflacionaria) se recupere de la mano con la confianza de los consumidores. Por eso, los actores del emisivo son optimistas respecto a que un tipo de cambio estacionado entre $ 16 y $ 18 será leído como un impulso para la demanda. En esa línea, hay coincidencia de que los argentinos buscarán destinos con tarifas atractivas, pero de calidad. Nada de impulsos.
Lo que plantea un escenario de competencia muy distinto al despachar enlatados. "Si un viaje a Egipto cuesta lo mismo que una semana en Punta Cana, la demanda se orientará a Egipto", es uno de los ejemplos más gráficos que aparecen en la muestra.
A nivel endógeno, son varios los que se entusiasman con la ampliación de la oferta de compañías aéreas para activar el tráfico turístico.

EN CLAVE TECNO.
Curiosamente, es en la pregunta referida a cómo incentivar la demanda y rentabilizar el negocio en la cual menos dispersión existe. Es prácticamente unánime la idea de que la clave está en invertir en tecnología, tanto en sistemas de reservas las 24 horas para ayudar a la venta a través de las agencias como en las web de venta online en los casos de prestadores finales.
Otras herramientas que el mercado percibe como diferenciales son el financiamiento en cuotas, la capacitación y el armado de productos para segmentos específicos.

Las claves del termómetro sectorial

1- El año pasado la venta fue fluctuante de mes a mes. Hay mayor consenso en una mejoría en el último tramo del año.
2- Un dólar estable y precios competitivos serán claves para la vuelta de la confianza del consumidor.
3- La ampliación de la oferta aerocomercial alimenta la esperanza de que genere más tráfico y mejores opciones.