Muy lentamente pero sin pausa, desde mediados del año pasado el índice de confianza elaborado por la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) venía mostrando mejorías trimestre tras trimestre (ver gráfico). Sin embargo, para el período abril-junio la curva de confianza volvió a descender.
Para graficarlo, vale recordar que en enero casi la mitad de los consultados por la Unsam esperaban un comienzo de año con una mejoría respecto a 2016. Cuatro meses después el panorama cambió y entre los 80 profesionales y expertos de los sectores público, privado y académico que respondieron la encuesta los humores frente al 2° trimestre están divididos en tercios: para un 34% habrá una mejoría respecto a abril-junio de 2016, para el 35% las cosas seguirán igual, y el 31% cree que empeorarán (un 7% incluso piensa que la situación se deteriorará mucho).
Por eso, en una escala del 0 al 200, el Índice de Confianza se clavó en un tibio 100. De hecho, que la moneda caiga para uno u otro lado dependerá de que se cumplan algunas de las expectativas de los encuestados. Hoy la esperanza está puesta en que se demuestre la efectividad de algunas medidas como la devolución del IVA en alojamiento a los extranjeros o la política de fomento al ingreso de nuevos operadores aéreos. Mientras, se sigue aguardando una reactivación económica que impulse la demanda.
La confianza del sector no despega
Las expectativas de los profesionales consultados por la Unsam se dividen en tercios, entre quienes creen que la actividad mejorará en lo inmediato, los que piensan que seguirá igual y aquellos que intuyen que empeorará.
MÁS PARECIDO A LAS EXPECTATIVAS.
Una característica de todos los barómetros de la Unsam es que a lo largo del año pasado siempre las expectativas previas fueron mayores que las evaluaciones posteriores a cada trimestre. Pero esa brecha se fue acortando, lo cual empieza a mostrar menores cuotas de decepción. En el caso del primer trimestre del año para la mayoría de los consultados el arranque fue mejor (31%) o mucho mejor (7%) que el frustrante inicio de gestión de Cambiemos. Un 31% consideró que se mantuvo igual y otro nada desdeñable 31% lo evaluó como peor (25%) o mucho peor (6%).
Entre las razones mencionadas por la mayoría para explicar la valoración negativa se destacaron la percepción de que los costos de los servicios siguen siendo altos y la menor competitividad del destino frente a los países limítrofes, en particular respecto a Chile.
Quienes se sorprendieron con un comienzo de 2017 mejor a lo esperado marcaron como factores el buen movimiento del turismo interno (aunque con menor estadía y gasto) y una leve recuperación del mercado de Brasil.
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