El informe de CAME, referencia para medir el pulso del turismo interno, confirmó que el fin de semana largo registró niveles de movimiento estables y un impacto económico significativo para diversos destinos del país. Predominaron los viajes cortos, las escapadas y los desplazamientos de proximidad, un patrón que se profundiza en un contexto de presupuestos ajustados.
Fin de semana largo con fuerte movimiento del turismo interno y destacadas expectativas por el verano
Último fin de semana largo de 2025 dejó un saldo positivo para el turismo interno. Daniel Scioli destacó la política de Milei, que permitió un cierre ordenado.
Boom de turistas y consumo moderado: el balance de CAME sobre el fin de semana largo.
Pese a la presión inflacionaria y al deterioro del poder adquisitivo, CAME y Daniel Scioli, secretario de Turismo y Ambiente, subrayaron que los fines de semana largos siguen actuando como un motor clave del turismo doméstico y como una herramienta que dinamiza el consumo en los meses de baja estacionalidad.
Qué muestran los datos: crecimiento moderado, estadías acotadas y consumo selectivo
Según CAME, 1.377.810 turistas se desplazaron por Argentina, un 43,5% más que en el mismo feriado de 2023 (en 2024 no hubo). La estadía promedio fue de dos noches, por debajo de los 2,6 días del anteaño pasado, reflejando un ajuste creciente del tiempo de ocio.
El gasto promedio diario fue de $90.495, un 8,8% superior en términos reales frente a 2023, con consumos concentrados en servicios esenciales y experiencias de alto valor percibido.
En total, el fin de semana generó $249.370 millones, un 20,1% más en términos reales que dicho año. (Milei, feriados y turismo interno: el repunte del fin de semana largo que anticipa el verano)
Los destinos más concurridos fueron CABA, Mar del Plata, Córdoba, Puerto Iguazú, Mendoza y Ushuaia, además de ciudades con fuerte impronta religiosa como Salta, San Miguel de Tucumán, Jujuy y Corrientes.
Las conclusiones de CAME: turismo racional y demanda de cercanía
El organismo destacó que el movimiento se apoyó en escapadas cortas, viajes familiares y destinos accesibles con buena conectividad. El consumo se mantuvo moderado, con mayor planificación y búsqueda de promociones.
Prestadores y comercios reportaron demanda estable, aunque marcada por turistas más cautelosos y con comparación constante de precios.
CAME remarcó que, incluso en un contexto adverso, los fines de semana largos continúan generando un flujo económico determinante para las economías regionales y miles de pymes vinculadas con la actividad turística.
El mensaje de Scioli: respaldo a los datos y coordinación con la Jefatura de Gabinete
Tras conocerse el informe, Daniel Scioli el desempeño del fin de semana largo y agradeció la articulación con la Jefatura de Gabinete.
Sostuvo que el balance positivo coincide con el trabajo conjunto entre organismos del Gobierno para “garantizar condiciones favorables” para turistas y destinos. (Scioli vs Indec: el secretario de Turismo amenaza con romper por las cifras del gasto turístico internacional)
El secretario afirmó que la lectura de CAME confirma que la gestión del turismo se ve beneficiada por medidas centradas en la eficiencia operativa, la desregulación y la mejora de la competitividad, pilares que -según remarcó- están contribuyendo a sostener la actividad en un período de baja estacional.
Fin de semana largo: balance enero-diciembre de 2025
En 2025 se celebraron ocho fines de semana largos, que movilizaron 13.342.750 turistas y generaron un impacto económico estimado de $2.971.578 millones (equivalentes a US$ 2.030 millones).
Este desempeño confirma un patrón claro: más turistas, pero estadías más breves, lo que perfila a un turismo resiliente, austero y extremadamente sensible al contexto económico. (Inflación de octubre 2025: qué pasó con la categoría Hoteles y Restaurantes)
Turismo interno como variable política: oportunidades y riesgos
El Gobierno busca instalar al turismo interno como motor de reactivación económica, con ventajas evidentes: generación de empleo, impulso a pymes, dinamización regional y diversificación más allá de los polos tradicionales.
Pero también existen riesgos:
- Dependencia creciente de feriados como único gran activador de demanda.
- Escapadas cortas que limitan la rentabilidad y desalientan ofertas de mayor valor agregado.
- Mayor volatilidad de la demanda ante ajustes macroeconómicos.
- Necesidad de inversión en infraestructura y conectividad para sostener el modelo.
- El desafío es convertir la estacionalidad positiva en crecimiento sostenible.
El contexto: viajar es cada vez más costoso
Según un estudio del Instituto de Economía de la UADE, una familia tipo necesita $ 1.156.988 para realizar una escapada promedio, monto equivalente al 74% del salario medio.
Si bien la proporción varió poco respecto del año pasado, la cifra expone la tensión entre la demanda y el encarecimiento del turismo interno, un fenómeno que obliga a los destinos a reforzar estrategias comerciales y de promoción.
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