En diciembre, al explosivo cóctel de los cortes de calles, la reducción de las playas de estacionamiento, las dificultades en la entrega de mercadería, los “cacheos” para acceder a los puestos de trabajo e, incluso, las interrupciones de luz que están padeciendo los locales gastronómicos de Puerto Madero como consecuencia de las obras del Paseo del Bajo, se sumó el blindaje de la zona por los protocolos de seguridad durante la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las actividades del G20 –del 9 al 14 de diciembre–, despertando la ira de la entidad gremial porteña.
Con el corredor gastronómico de la zona “sitiado”, desde la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc) advirtieron que sus pérdidas representan el 70% de la facturación estimada para diciembre, período del año de mayores reservas y afluencia de clientes.
"Estimamos que la caída mensual en la cantidad de comensales desde que comenzaron las obras es del 16% mensual, y que la merma de la rentabilidad es mucho mayor", sostuvo Verónica Sánchez, presidenta de la Cámara de Restaurantes de la Ahrcc. Y afirmó que los locales gastronómicos más exitosos de este corredor tienen una rentabilidad del 1% al 3%.
Asimismo, y pese a que la problemática generó que varios restaurantes de la zona –según la entidad porteña– no superasen el servicio de 10 cubiertos diarios durante dichos días, la mayor preocupación de los empresarios reside en la falta de respuesta e ideas en el ámbito municipal y nacional. “Las obras del Paseo del Bajo tienen por delante 18 meses de ejecución hasta su finalización, y no nos olvidemos que el año próximo Argentina será sede de diversos eventos internacionales”, advirtió la dirigente. “La experiencia no ha sido positiva y marca un antecedente nefasto en materia de planificación, organización y comunicación respecto al futuro del segmento de reuniones”, añadió.
En ese sentido, y tras admitir que este tipo de factores amenazan incluso la subsistencia de los locales y las fuentes de trabajo directo e indirecto que generan, Sánchez dijo que al caos de las obras se sumó la impericia de los funcionarios públicos, quienes sólo permitían el acceso a Puerto Madero a aquellas personas previamente censadas.
El Paseo del Bajo, una guadaña para los restaurantes de Puerto Madero
La Ahrcc aseveró que la caída mensual en el número de comensales desde que comenzaron las obras es del 16% mensual, y advirtió que para diciembre las pérdidas representan el 70% de la facturación estimada.
TELÉFONO DESCOMPUESTO.
En comunicación constante con el gobierno de la Ciudad, la corporación Puerto Madero y el gobierno nacional, desde la Ahrcc valoran las intenciones pero aseveran que aún no recibieron ninguna ayuda.
“Tuvimos reuniones con funcionarios nacionales del Ministerio de Turismo, autoridades porteñas de Relaciones Institucionales y en los próximos días nos juntaremos con un alto mando de la Ciudad de Buenos Aires”, dijo Sánchez, y adelantó: “Estamos cansados de que nos escuchen y nos digan que tenemos razón en los reclamos, pero no propongan ninguna solución”.
En esta línea, explicó que existe una mesa de trabajo conjunta para minimizar el impacto de la obra y tomar las primeras medidas para ordenar tanto los efectos negativos de la obra como los problemas de tránsito. Al tiempo que indicó que la compensación que esperan los empresarios es la exención de los impuestos de ABL e Ingresos Brutos mientras duren las obras.
Sin embargo y aunque se mostraron dóciles para analizar las propuestas, desde el GCBA parecieran hacer oídos sordos. "No hay ninguna compensación prevista porque la Ciudad nunca paga minusvalía durante una obra, así como no cobra la ganancia que van a tener con la obra hecha", notificaron, y aclararon que “se les ofreció una compensación no monetaria por los estacionamientos, que es algo que se solucionará en estos días”.
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