"Inscríbase en el Registro de la Propiedad Inmueble de la Capital Federal, a nombre del Estado Nacional, la titularidad del dominio del inmueble ubicado en Avenida Rivadavia 1801/07/15 esquina Avenida Callao 10/20/28/30/32 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", señaló el artículo 2 de la Resolución publicada el 3 de marzo en el Boletín Oficial.
A través de la normativa 15-E/2017, el Gobierno aprobó el acuerdo de avenimiento entre el subsecretario de Coordinación del Ministerio del interior, Obras Públicas y Vivienda y las firmas Argital Sociedad Anónima Comercial, Inmobiliaria y Financiera y Rocabren Sociedad Anónima, Comercial, Industrial, Financiera e Inmobiliaria.
En efecto, el Estado compró el histórico edificio por un monto de $ 181.742.000; el cual será desembolsado a las dos familias descendientes de los fundadores de la confitería. La tradicional confitería pasará a ser patrimonio del Congreso de la Nación; al tiempo que la planta baja y el subsuelo deberán ser concesionados para que funcionen una confitería, un restaurante o un local de elaboración de productos de panadería o pastelería. A su vez en el resto del edificio habrá un museo dedicado a la historia de la Confitería El Molino y un centro cultural que se llamará "De las Aspas", el cual difundirá la obra de artistas jóvenes argentinos. Vale destacar que los recursos que se obtengan de la concesión o el funcionamiento del museo y del centro cultural se usarán para el mantenimiento del edificio.
El gobierno nacional compró la confitería El Molino por casi $182 millones
Por su valor cultural, el Estado adquirió el histórico edificio ubicado en la esquina de Callao y Rivadavia, considerado una de las joyas art nouveau de la Ciudad y declarado Monumento Histórico Nacional. Ahora deberá cedérselo al Congreso, que podrá avanzar en su recuperación para transformarlo en un centro cultural, un museo y una confitería. La obra demandará entre 18 y 24 meses.
EN MARCHA
El equipo del Plan Rector de Intervenciones Edilicias (PRIE), el mismo que restauró el Palacio Legislativo, deberá ingresar al lugar, hacer un relevamiento de su estado y comenzar las obras.
Ahora, como ordena la Ley de 2014 que autorizó su expropiación, el Estado deberá transferirle el edificio al Congreso nacional para que lo integre a la manzana legislativa, conformada por Rivadavia, Callao, Bartolomé Mitre y Riobamba. Después hará falta una nueva inversión -estimada en $ 100 millones- para restaurar el inmueble, que se encuentra muy deteriorado después de dos décadas de abandono.
Por tanto, desde el PRIE comentaron que la restauración de El Molino se hará en tres etapas: realización de estudios preliminares de fachadas y cubierta del edificio; evaluación, preservación e intervención del interior del edificio; y el análisis de las instalaciones históricas del inmueble, además de estudiarse la adecuación tecnológica que se dispondrá en la emblemática esquina.
Al respecto detallaron que algunas de las prioridades serán reparar las cubiertas para impedir filtraciones de agua de lluvia; arreglar la fachada, desde donde ya hubo varios desprendimientos de mampostería; y renovar las conexiones de luz, gas y electricidad. Además se deberán restaurar las oxidadas astas del molino, que están en la base de la cúpula y son el símbolo del edificio.
"Recién una vez terminadas estas etapas se podrán determinar los trabajos que es necesario realizar. El edificio está entero, no existe peligro de derrumbe. El único problema es el desprendimiento de mampostería externa, y por ese motivo es que se colocó en el exterior una malla protectora", aseguró Miguel Mármora, coordinador del PRIE; mientras que admitió varias de las falencias que sufre el interior del edificio: escaleras de mármol dañadas, paredes descascaradas, las puertas originales de los ascensores deterioradas, entre otros.
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