Desde hace varios años, el sector privado turístico alerta sobre los efectos nocivos del creciente peso de la mochila fiscal. La enorme mayoría de los componentes de la actividad advierten respecto a la voracidad estatal en la rentabilidad, que impacta de lleno en la generación de empleos e inversiones. En más de una oportunidad denunciaron que Argentina ostenta la tributación más alta del mundo y aseveraron que "si se continúa por este camino no habrá sostenibilidad". Al respecto afirmaron que "las cargas tributarias y las laborales consumen el 50% de los costos internos de un establecimiento”.
El Ejecutivo apunta hacia un sistema “más equitativo, eficiente y moderno”
En esta iniciativa gradual –que cuenta con el aval del sector-, se destaca una reducción del impuesto a las Ganancias; la baja o cese de los "impuestos en cascada”; y en cuanto a las tasas a los débitos y créditos bancarios, se podrían deducir de Ganancias de manera creciente hasta alcanzar a su totalidad. Respecto a los Ingresos Brutos y los Sellos, confían en que primará el diálogo con los gobernadores para alcanzar un acuerdo y lograr una rebaja.
Es por ello que en el universo de las preocupaciones corporativas, la obsesión es la Reforma Tributaria, la cual se encuentra en el Congreso de la Nación desde el 13 de noviembre y será tratada en sesiones extraordinarias en los próximos días.
BANDERA A CUADROS.
El proyecto, que había sido presentado ante empresarios, funcionarios, dirigentes y sindicalistas de todo el país –Turismo no había sido invitado a participar de dicha fiesta-, está orientado a generar un sistema más eficiente y equitativo que, sin perder recursos fiscales, promueva las inversiones y genere nuevos puestos de trabajo. "Proponemos una reforma que elimine distorsiones y nos permita avanzar hacia un sistema más equitativo, eficiente y moderno, para reducir drásticamente la evasión impositiva y cumplir con las metas fiscales; al tiempo que contribuya a la creación de empleo de calidad, fomente la inversión y el desarrollo económico", sostuvo Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, quien afirmó que la implementación de la iniciativa será gradual para asegurar la sustentabilidad fiscal y proveer un marco de previsibilidad a la sociedad.
Por tanto, aseguró que “los cambios impositivos tendrán un impacto del 1,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en cinco años, con un efecto neutro en términos de recursos, porque bajará el nivel de evasión impositiva y permitirá que la economía crezca más rápido.”
ASPECTOS CENTRALES.
En líneas generales, entre el conjunto de modificaciones pensadas para fomentar la inversión y el empleo se destacan la reducción en el impuesto a las ganancias corporativas no distribuidas. Por tanto, desde la Casa Rosada afirman que actualmente las utilidades reinvertidas por las empresas se gravan a una de las tasas más altas del mundo. “Esto perjudica la inversión, dado que el capital es el factor productivo de mayor movilidad”, esgrimen; al tiempo que proponen reducir en un plazo de cuatro años la alícuota del impuesto a las ganancias del 35% al 25% para ganancias que no se distribuyan.
Respecto al IVA, sostienen que en el sistema actual quien invierte puede tener que esperar mucho tiempo para recuperar su crédito fiscal de IVA; mientras que “proponemos un régimen de devolución acelerada de saldos de IVA para inversiones de largo plazo que subsane la distorsión que actualmente genera el impuesto.”
Para los impuestos afines a Ingresos Brutos y los Sellos, confían en que primará el diálogo con los gobernadores para alcanzar un acuerdo y lograr una rebaja.
En otro orden, existe un punto que busca reducir el costo de contratación de los trabajadores menos calificados para promover su ingreso al mercado laboral formal. En efecto, la iniciativa plantea la implementación gradual (en cinco años) de un Mínimo no Imponible (MNI) para contribuciones patronales, con el cual los primeros $12 mil de remuneración bruta no pagarían estas contribuciones.
Asimismo y en rigor de la eficiencia y equidad, la reforma pretende gravar la mayor parte de las rentas financieras actualmente exentas, con tasas del 15% y 5% para las colocaciones en UVA/CER/moneda extranjera y en pesos, respectivamente.
Otra de las propuestas corresponde a la eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI).
EN EL LIMBO.
Respectos a los impuestos en cascada (impuesto a los créditos y débitos bancarios (ICDB) y los provinciales a los ingresos brutos), coinciden con el mundo empresarial de que son una fuente de distorsiones del sistema impositivo. “Generan incentivos a la integración vertical, incentivos a la concentración geográfica (vía las alícuotas de extraña jurisdicción), incentivos a la desintermediación financiera (particularmente el ICDB) y un considerable sesgo antiexportador. Ningún otro país del mundo recauda, como Argentina, 6 puntos del PBI, en esta clase de tributos”, señaló el ministro de Hacienda y propuso aumentar gradualmente hasta 100% el porcentaje del ICDB que pueda pagarse a cuenta de ganancias. “También trabajamos en acuerdos con las provincias para que reduzcan gradualmente las alícuotas de los impuestos a los ingresos brutos y a los sellos”, vaticinó.
ESPALDARAZO GRADUAL.
Pese a que las empresas del sector turístico solicitaron conocer de antemano algunas de las medidas e incluso propusieron acercar informes que contemplen la realidad por la que está atravesando la actividad turística privada, el proyecto de la Reforma se debatirá en el Congreso de la Nación sin una previa ojeada por parte de los principales dirigentes y referentes del trade empresarial.
"La mayor parte de nuestros costos son la mano de obra y, hoy en día, nuestras pymes pasan por un problema de desequilibrio que se fue produciendo en el ámbito del Derecho del Trabajo", señaló Graciela Fresno, titular de la Fehgra, quien inmediatamente graficó: "A veces un solo juicio laboral nos lleva a cerrar las puertas del establecimiento". En este contexto respaldó la decisión del Poder Ejecutivo de avanzar "con compromiso" hacia la reforma laboral y recordó que la hotelería y gastronomía aportan casi el 4% del empleo en el país.
A su turno, Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), indicó que “es importante que se lleve adelante una reforma tributaria, porque que es una necesidad de la actividad turística recuperar rentabilidad a partir de la baja de los costos, teniendo en cuenta lo que significa como actividad socioeconómica del país, sobre la generación de empleo y el ingreso de divisas”; al tiempo que celebró la revisión de la presión tributaria distorsiva –más precisamente habló de los Ingresos Brutos-, la cual es fatal para la hotelería.
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se mostraron a favor de la reforma fiscal porque "permite incentivar la producción", pero pidió un mayor debate.
“Este proyecto tiende a reducir el costo fiscal, entre distintos tributos y contribuciones patronales, dando un alivio al sector productivo”, valoró el presidente de la entidad, Fabián Tarrío, quien observó "con preocupación que en el texto difundido no se hace mención a políticas diferenciadas orientadas a las Pymes y las provincias fronterizas que enfrentan en la actualidad un problema de competitividad.”
LA “125” DEL TURISMO.
El consumo de productos perjudiciales para la salud tiene costos individuales y sociales (daños a terceros, gastos del sistema de salud), que también son atendidos en el proyecto. “La intención es desincentivar su consumo a través del aumento de impuestos a las bebidas alcohólicas y bebidas con azúcar agregado”, alientan desde el Estado. Por caso, el vino y la sidra que iban pasar del 0% al 10%, quedaron al final sin cambios luego que el sector vitivinícola criticase la iniciativa. Lo mismo sucedió con las cervezas, cuyo incremento de 0% al 17% fue eliminado. Distinta suerte corrieron las bebidas espirituosas (whisky, fernet y destilados) y gaseosas que tendrán un aumento en esquema gradual del 20% al 29% y de entre el 4% y 8%, a un 17% -las light o sin azúcar mantienen el 0%-, respectivamente.
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