La Fiesta Nacional e Internacional del Poncho 2018, la festividad más grande del invierno argentino, según la define Natalia Ponferrada a cargo de la cartera de turismo provincial, tuvo lugar en la capital catamarqueña del 13 al 22 de julio, con una asistencia de 569.419 personas.
CATAMARCA. Cerca de 570 mil personas disfrutaron de “El Poncho 2018”
Según los números que se desprende del trabajo realizado por la Secretaría de Turismo de Catamarca, cientos de miles de visitantes disfrutaron de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho 2018.
Por su parte, la secretaria de Cultura de la provincia, María Jimena Moreno, destacó: “Es un evento artístico fundamental y muy sentido para la identidad de nuestro pueblo. El país habla del Poncho”.
En tanto, consultada por La Agencia de Viajes, Ponferrada aseguró: “Trabajamos arduamente para que esta fiesta se adapte a los tiempos que corren y fundamentalmente para que no pierda la identidad que la vio nacer hace más de 50 años, esa con la que soñaron quienes la pensaron y construyeron”.
El pabellón de turismo contó con la presencia de los 16 departamentos de la provincia, que brindaron información de sus atractivos. También estuvieron presentes delegaciones del Ente Norte Argentino y de la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz.
“Gracias al esfuerzo de la gobernadora Lucía Corpacci, la fiesta de todos los catamarqueños ha recibido visitantes de cada rincón del país” aseguró la mandataria. “El Poncho tiene todos los ingredientes para ser promocionado fronteras afuera. Me encantaría poder presentarla en Fitur 2019”, concluyó la secretaria.
“El Poncho”, como le dicen los catamarqueños, es una fiesta que da a conocer el trabajo de los artesanos de todo el país. En esta edición se cumplió con el objetivo de tener, al menos, un representante de cada una de las 24 provincias argentinas.
En este contexto, también se pudo visitar la fábrica provincial de alfombras artesanales, que funciona en forma permanente en el predio. Allí se puede apreciar el trabajo completamente manual en la fabricación de tapices realizados con lana de oveja o llama.
Los productos regionales no escapan a la convocatoria. El arrope, el dulce de cayote, las nueces confitadas y el queso de pata fueron algunas de las delicias ofrecidas a los visitantes
Las tejedoras de ponchos mostraron y comercializaron sus creaciones en un espacio exclusivo del predio, un lugar para que los visitantes conocieran el trabajo de cerca de quienes se dedican a tejer en un telar rústico. Es bueno recordar que en la localidad de Belén, Graciela Carrasco confeccionó el poncho de vicuña que el presidente Macri, en su única visita al Vaticano, le regaló al Papa Francisco.
Año tras año la fiesta va sumando visitantes que pernoctan más días en la capital para desde allí visitar ciudades cercanas como Fray Mamerto Esquiú, El Recreo o Valle Viejo, la segunda fundada en nuestro país. O hacia el oeste, Londres, donde está el Shincal, la ciudadela inca más austral de América; y por supuesto Belén, cuna del poncho catamarqueño.
Fórmula de cálculo
En la oportunidad, para determinar la cantidad de asistentes, se trabajó con una fórmula de cálculo que usa el Observatorio Nacional en concentraciones masivas. La misma parte de las fotografías tomadas cada hora por las cámaras instaladas en el predio. Luego, las variables que se agregan son: densidad de asistentes por metro cuadrado libre de stands, el tiempo promedio de rotación de un visitante dentro del predio y la cantidad promedio de veces que un asistente repite su paso por un mismo lugar.
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