La asamblea de accionistas de Aerolíneas Argentinas aprobó el balance 2023, confirmando una pérdida final superior a US$ 220 millones, amortiguada por US$ 500 millones de ganancias financieras extraordinarias gracias a la brecha cambiaria que, según un comunicado de la compañía "logró reducir artificial y temporalmente la demanda de recursos del Tesoro".
Aerolíneas Argentinas: números azules en vuelo a la privatización
Aerolíneas Argentinas reportó el primer balance positivo desde su estatización, en 2008. Qué dijo su presidente, Fabián Lombardo.
Aerolíneas Argentinas anunció un superávit de US$ 20,2 millones en 2024.
Con estos números en la mano, los representantes de las acciones del Estado decidieron desaprobar la gestión del directorio responsable del citado déficit, cuyos miembros -vale aclarar- habían sido removidos en su totalidad cuando Fabián Lombardo asumió la conducción de la aerolínea.
Lo cierto es que durante los últimos 16 años la empresa registró una pérdida operativa anual promedio de US$ 400 millones a nivel EBIT (ganancias antes de intereses e impuestos). Este indicador, que es el principal indicador de la industria para evaluar la performance de una empresa, resultó en un rojo de US$ 390 millones en 2023.
Aerolíneas Argentinas: 2024 con "números azules"
Sin embargo, y de acuerdo a lo informado por Lombardo en su exposición ante la asamblea, el balance 2024 de la compañía resultará positivo por primera vez desde que la empresa está bajo control estatal, con un superávit de US$ 20,2 millones.
La notable mejora estuvo centrada en la operación misma, o sea que por primera vez desde su estatización (2008), Aerolíneas Argentinas registró ingresos mayores a los costos requeridos para su operación.
"Este logro estuvo acompañado por una reducción de la deuda consolidada en dólares de un 25% sin haber afectado el nivel de caja de la compañía, además, este año fue el de menor volumen de fondos devengados para gastos corrientes por el Tesoro Nacional a favor de la empresa desde su estatización", aseguró Fabián Lombardo, presidente de AR, durante su exposición.
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El titular de AR agregó que "de acuerdo a nuestras proyecciones, le informamos al Ministerio de Economía que durante 2025 no le pediremos plata al Tesoro, ya que toda la operación se sustentará con ingresos genuinos de la propia empresa. Esto colocará a Aerolíneas Argentinas como un activo de valor que permitirá a sus accionistas evaluar sin limitaciones todas las alternativas de futuro para la compañía".
Ajustes y mejoras camino a la privatización
Estas mejoras se consolidaron gracias a una política agresiva de reducción de costos que incluyó la baja de más del 13% de su planta de personal, llevando el número de empleados al nivel más bajo en 14 años y con el menor promedio de trabajadores por avión en la historia de la compañía.
En este proceso dejaron la empresa más de 1600 personas y se eliminaron 85 cargos jerárquicos, incluyendo ocho direcciones, 20 gerencias y otras 57 posiciones de diversas categorías. En esa línea, las negociaciones con los sindicatos que se dieron sobre el final del año pasado se condujeron con la premisa de aumentar la productividad de la flota y del personal de vuelo y tierra.
"El trabajo de este año estuvo enfocado en acercar a la compañía a los estándares de la industria, y en mejorar su resultado para hacerla atractiva para una salida al mercado cuando las condiciones estén dadas", agregó Lombardo, ratificando la decisión de privatizar la empresa.
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