La mayoría de las tareas que realiza un gerente a diario están relacionadas con las comunicaciones interpersonales efectivas. Los gerentes proporcionan información (la cual se tiene que comprender), dan órdenes e instrucciones (que se tienen que obedecer y aprender), y se esfuerzan por influir y persuadir (lo que se tiene que aceptar y concretar en acciones). Por lo tanto, la manera en que los gerentes se comunican, tanto en calidad de emisores como de receptores, es crítica para un desempeño efectivo.
Teóricamente, los gerentes que deseen comunicarse eficazmente deben utilizar tanto la exposición como la retroalimentación para ampliar el área de comprensión. Sin embargo, en la práctica no siempre es así.
Los gerentes varían en su capacidad y disposición para utilizar la exposición y la retroalimentación, y en relación a ello se pueden definir cuatro estilos gerenciales.
• Tipo A: gerentes que son autocráticos, típicamente insensibles y fríos. Por lo general son malos comunicadores interpersonales. Muestran ansiedad y hostilidad; dan una impresión de insensibilidad y frialdad hacia los demás. En una empresa que cuenta con muchos gerentes del tipo A en puestos clave, se esperaría encontrar comunicaciones interpersonales malas o ineficaces y un deterioro de la creatividad individual.
• Tipo B: gerentes que pretenden mantener buenas relaciones con sus empleados pero que son incapaces de expresar abiertamente sus sentimientos; suelen ser comunicadores interpersonales ineficaces. Estos gerentes buscan, hasta cierto grado, relaciones satisfactorias con sus empleados. Pero debido a sus personalidades y actitudes son incapaces de abrirse y de expresar sus verdaderos sentimientos. La fachada es la característica principal de las relaciones interpersonales cuando los gerentes abusan de la retroalimentación al excluir la exposición. Los gerentes que desean practicar algún tipo de liderazgo permisivo suelen mostrar comportamientos tipo B.
• Tipo C: gerentes que se interesan por sus propias ideas y opiniones, y no en las de los demás; no suelen ser comunicadores eficaces. Los empleados no tardan en darse cuenta de que a estos gerentes no les interesa demasiado comunicarse con ellos, sino que más bien les interesa decir lo que tienen que decir y mantener su propia sensación de importancia y prestigio. Suelen tener empleados hostiles, inseguros y resentidos.
• Tipo D: gerentes que tienen confianza de expresar sus sentimientos a otros y de permitir que otros expresen sus propios; son los comunicadores interpersonales más eficaces. Los gerentes que se sienten seguros en sus puestos tienen la confianza de exponer sus propios sentimientos y obtener retroalimentación de los demás. En la medida en que el gerente practique con éxito el comportamiento tipo D, la comunicación se vuelve más eficaz.
El factor de la eficacia de la comunicación interpersonal es la actitud de los gerentes hacia la exposición y la retroalimentación; la forma más eficaz es la del gerente del tipo D. Los gerentes de los tipos A, B y C recurren a comportamientos que van en detrimento de la eficacia de la comunicación y del desempeño de la organización.
Actualmente, en las organizaciones se ha desarrollado una nueva manera de mejorar las habilidades para la comunicación interpersonal: el instructor especialista en comunicaciones, sobre el cual trata el acercamiento.
FUENTE: los-estilos-gerenciales-de-comunicacion
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