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La socialización para el desarrollo de la lealtad

“La falta de lealtad es una de las principales causas de fracaso en todos los ámbitos de la vida.” NAPOLEÓN HILL

Las organizaciones aprecian a los empleados leales y comprometidos fundamentalmente por dos razones: trabajan más y alcanzan mayores logros que los empleados desleales y poco comprometidos.

En la actualidad, la mayoría de las organizaciones encuentran serias dificultades para obtener la lealtad y compromiso de sus gerentes y empleados.

Los procesos de socialización que fomentan y recompensan la lealtad pueden adoptar muchas formas e incluir prácticas específicas de la organización que implica cuatro elementos clave:

1) Induce a las personas a que decidan a ser leales al ofrecerles recompensas.

2) Influye en los empleados para que se mantengan leales mediante la persuasión y no la imposición.

3) Aleja al individuo de sus propios valores y metas y lo acerca a los de la organización.

4) Crea la impresión en la persona la idea de que ejerce su libre albedrío al aceptar el empleo y permanecer en el puesto.

La socialización también es una forma de integración de la organización; una estrategia para lograr la congruencia entre las metas individuales y las de la organización. Es un proceso fundamental y poderoso para transmitir la cultura de la organización.

A mayor congruencia entre metas individuales y objetivos de la organización, mayor será la integración. El proceso de socialización integra a la organización al derrumbar las metas que el individuo sostenía anteriormente y crear otras que se aproximen más a las que valora la organización.

Las etapas en el proceso de socialización son tres:

1) La socialización anticipadora: abarca todas las actividades que emprende el individuo antes de entrar en la organización o al cambiarse a otro puesto dentro de ella. Las personas antes de incorporarse a una nueva organización o nuevo puesto requieren con avidez saber lo más posible acerca de cómo es trabajar para esa organización y también saber si es la indicada para los puestos disponibles en ella. Es importante que la información transmitida y recibida durante esta etapa describa precisa y claramente la organización y el puesto. Se comenta a los candidatos no sólo los beneficios sino también las desventajas que pueden esperar.

2) La adaptación: sucede cuando el individuo ocupa el puesto y se incorpora como miembro a la organización. Este período de adaptación suele ser estresante debido a la ansiedad creada por la incertidumbre inherente a cualquier situación nueva o distinta. Cuanto más se acerque la persona al realismo en su etapa anticipadora, mayor será la probabilidad de que se reduzca alguna parte del estrés. Esta etapa comprende cuatro actividades principales:

•Establecer nuevas relaciones interpersonales tanto con los compañeros de trabajo como con los supervisores.

•Aprender las tareas que se requieran para desempeñar el puesto.

•Aclarar su papel dentro de la organización y dentro de los grupos formales e informales que sean relevantes en ese puesto.

•Evaluar el progreso que estén alcanzando para satisfacer las exigencias del puesto.

3) El manejo del papel: esta etapa implica el conflicto entre la vida laboral y doméstica del individuo. Se tienen que ajustar las exigencias y expectativas de su grupo más cercano de trabajo y la distribución de su tiempo y energía entre el trabajo y la familia. La tolerancia del nivel de estrés inducido por estas exigencias conflictivas e irreconciliables varía según los individuos y de acuerdo como lo hayan manejado puede ocasionar ventajas o desventajas, tanto para el empleado como para la organización.

La gerencia debe lograr una integración eficaz de la diversidad que surge de la necesidad de crear y cubrir los puestos especializados. La diversidad crea la necesidad de integrar y la socialización puede ser una manera de conjugar los intereses de individuos y organizaciones.

FUENTE: la-socializacion-para-el-desarrollo-de-la-lealtad

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