Devaluación mata cepo. La depreciación en un 50% nominal del peso en lo que va del año (un 40% se devaluó sólo en los últimos dos meses) hizo olvidar las presiones de una parte del Gabinete al propio ministro de Economía, Nicolás Dujovne, para reeditar una suerte de dólar turista que haga de torniquete al déficit externo.
La menor actividad del emisivo ya se siente fuerte en las arcas del Banco Central
Después de un comienzo de año en el cual la demanda había batido todos los récords históricos, en junio -tras la devaluación- cayó un 29% la solicitud de divisas para viajar al exterior. Un desplome que está en línea con el 25% de retracción en la emisión de pasajes según el BSP para ese mismo mes.
Finalmente, fue el encarecimiento de la divisa el que se encargó por sí solo de hacer que la cantidad de dólares destinados al pago de viajes al exterior y otros gastos con tarjetas demandados al Banco Central (BCRA) se desplomara en junio un 29%. O sea, mientras que en ese mismo mes de 2017 el turismo emisivo (en realidad hay un 15% que no tiene que ver con viajes) había insumido US$ 1.034 millones, en 2018 fueron solo US$ 731 millones. Con lo cual, la demanda de divisas para cruzar la frontera se ubicó a niveles levemente superiores a los de 2015, cuando todavía estaba vigente el cepo cambiario para la actividad.
De todos modos, el dato del Central no sorprende. De hecho, coincide con los de retracción de las emisiones de aéreos a través de agencias de viajes (BSP), que en junio se habían desplomado un 25%. Una caída que podría haber sido aún peor si no hubiera sido por la venta de tickets para el Mundial de Fútbol. Tampoco sorprende que ese ítem empezara a caer en abril (-7%) con los inicios de la crisis cambiaria, que se profundizó con una devaluación del 20% en mayo y una retracción en las ventas al exterior del 15%.
Obviamente, la caída en picada del emisivo mejoró los resultados de la balanza y permitió recortar el déficit de la cuenta “Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta” un 33% respecto a junio de 2017. Una mejoría que se dio incluso a pesar de que los dólares ingresados para la visita de extranjeros al país (US$ 143 millones) también cayeron un 11%.
AMPLIANDO LA PERSPECTIVA.
Claramente junio será un mes bisagra cuando se analice 2018. Después de unos cinco primeros meses donde el emisivo batió todos los records (incluso los del ya extraordinario 2017), el segundo semestre se anticipa como el lado oscuro de la luna.
Tan buena fue la primera parte del año que el desplome de junio no se sintió en el balance del semestre, el cual terminó empatado en cuanto a egresos de dólares y saldo respecto a 2017.
Lo único que se movió en el termómetro semestral fueron los ingresos por turismo receptivo, que mejoraron un 5% respecto al mismo período del año anterior.
En números
US$ 731 millones demandó el turismo al exterior contra los US$ 1.034 millones de junio de 2017.
11% también cayó la recaudación de dólares por liquidaciones del turismo receptivo en junio.
33% disminuyó el déficit interanual de la balanza de divisas por turismo y gastos con tarjeta en el exterior durante junio.
Tampoco habría pérdida de “escalafón” ministerial
Otro de los rumores (al igual que el cepo al dólar turista) que finalmente por ahora no se materializará es la pérdida de escalón jerárquico del Ministerio de Turismo. Si bien es una versión que intermitentemente aparece y desaparece desde 2016, en las últimas semanas volvió a más tomar fuerza con la necesidad del Ejecutivo de ajustar y reducir el déficit fiscal para cumplir con las pautas comprometidas con el FMI.
Sin embargo, tanto La Nación como Infobae se hicieron eco de una reunión celebrada el martes pasado en la Casa de Gobierno entre del presidente Mauricio Macri y su equipo de colaboradores. Allí, el mandatario habría descartado la fusión de ministerios o bajar alguno al rango de Secretaría. "Por ahí no pasa el ahorro. ¿Cuánto podés ahorrar, $ 8 millones? El FMI quiere que vayamos al 1,3% de déficit y que no le vendamos más fruta", citó el periodista Jaime Rosemberg que habría señalado Macri.
Turismo siempre fue uno de los ministerios volantes en las versiones periodísticas: se dijo que iba a pasar a depender de Dujovne, que se uniría con Ambiente o directamente volvería ser Secretaría. "¿Qué podría hacer? ¿Un ministerio que se llame Medio Ambiente y Turismo y siguen los secretarios? La verdad, es poco recorte. No tiene impacto”, habría dicho el Presidente según citó Román Lejtman. El periodista afirmó que al mandatorio nunca lo había convencido la idea: “Los principales países del mundo tienen muchos ministerios, no tienen menos que nosotros”, retrató.
Temas relacionados