"Es un plan muy ambicioso y el Presidente lo avaló en forma absoluta", reveló a este medio el ministro de Turismo, Gustavo Santos, después de haber mantenido el martes pasado una reunión con el titular del Ejecutivo, Mauricio Macri.
Efectivamente, los objetivos del plan a cuatro años son ambiciosos. Por un lado, generar 3 millones más de arribos internacionales por año (en 2015 fueron 5,7 millones), o sea incrementar poco más de un 50% el mercado receptivo. De la mano de eso, el MinTur se planteó alcanzar en 2019 el superávit de la balanza turística, tanto de ingresos de turistas como de divisas. Otro objetivo fatigoso si se tiene en cuenta que en los últimos 25 años sólo entre 2006 y 2008 y en 2010 el balance fue positivo.
Ni que hablar de la meta en materia de turismo interno, que es crecer en 20 millones de arribos, o sea casi un 75% de aumento respecto a 2015.
Pero el objetivo de máxima es en cuatro años generar 300 mil puestos de trabajo nuevos en el sector. O sea, extender en un 30% la generación de empleo en Turismo.
"Hemos hablado de todo con el Presidente y tenemos su visto bueno para que sigamos adelante con todo lo que signifiquen gestiones para desarmar todos los cuellos de botella que tiene el turismo argentino y generar las mejores condiciones para crecer en los niveles que hemos planteado", señaló Santos en diálogo con La Agencia de Viajes.
Guiño de Macri para que Turismo avance con su plan sectorial
En diálogo con este medio, el ministro Gustavo Santos dijo que el programa ya está consensuado a nivel de Gobierno y que el Presidente dio luz verde para activar gestiones que eliminen los actuales cuellos de botella. La idea es reglamentar el reintegro del IVA a extranjeros en servicios hoteleros aprobado hace 15 años durante la gestión Lombardi. La meta hacia 2019 es aumentar en 3 millones los arribos internacionales anuales y crear 300 mil nuevos puestos de trabajo.
SOBRE LAS FORMAS
En el plan presentado a Macri no sólo hay objetivos, sino también algunas directrices de cómo lograrlo. Previo a la presentación oficial (no se descarta un acto de lanzamiento con la primera plana del Ejecutivo), el programa será expuesto la semana que viene ante el Consejo Federal de Turismo y a continuación a la Cámara Argentina de Turismo (CAT). "Al sector privado le estoy pasando los alcances del plan para que lo evalúen, aunque ya se los habíamos adelantado en una reunión del Inprotur. Con las provincias nos reuniremos en estos días y con el Comité Interministerial empezamos a actuar el jueves pasado. Pero está cerrado a nivel del interior del gobierno nacional, me refiero al MinTur y a los otros organismos que de una u otra manera están involucrados", explicó Santos, quien adelantó: "Y con las cuatro patas articuladas posiblemente hagamos un anuncio conjunto, si es que llegamos a concertar con los diversos sectores. Ojalá lo hagamos este mismo mes".
DEL DICHO AL HECHO.
Ahora bien, lo interesante es saber cómo piensa el Gobierno alcanzar las metas propuestas en un contexto donde el equilibrio entre ingresos y egresos de turistas y divisas en los últimos cuatro años está con déficits similares al promedio de la década del 90; y donde el turismo nacional se ha estancado desde 2011. La pálida situación actual del principal mercado emisor, Brasil, y el deterioro de las condiciones socioeconómicas nacionales en lo que va del año tampoco permiten vislumbrar un cambio de tendencia a corto plazo. A lo cual se suma un Gobierno que tiene un margen de maniobra restringido por las carestías financieras con las que denuncian recibieron el Estado.
Es decir, la cuestión es cómo piensa el Gobierno romper esta inercia negativa. Según indicó Santos, el plan acabará con una serie de cuellos de botella "a través de medidas -como el mejoramiento de las conexiones aéreas y el facilitamiento de los visados para los mercados lejanos- que implicarán abrirnos realmente al mundo y dar el gran salto cuanti-cualitativo que necesita el sector".
Ahora bien, cuando habla de visas y conexiones aéreas con los mercados lejanos, el MinTur está pensando en China, India y Corea del Sur. Y por más que vaticinen "una explosión de chinos", no parecieran ser per se los inductores de un cambio de tendencia. De hecho, aun teniendo interesantes tasas de crecimiento, los mercados lejanos a duras penas hoy representan algo más del 3% de los arribos internacionales a Argentina.
Otra manera de encarar la cuestión, siguiendo la línea de pensamiento del sector privado, es entender que el verdadero nudo de la demanda está en la pérdida de competitividad del producto frente a otros destinos, tanto regionales como internacionales.
Por todo ello, visas y conectividad saben a poco como fórmula. Y en el MinTur dicen estar conscientes de ello: "Tenemos una batería de medidas que vamos a ir desarrollando, algunas de las cuales están vinculadas a lo impositivo. Pero cada una tiene distintas complejidades y no todas pueden desarrollarse en el cortísimo plazo. No se van a anunciar todas las medidas de golpe, pero sí seguramente los objetivos finales. Lo que sí les aseguro es que a lo largo de este año vamos a generar las condiciones necesarias para tener un crecimiento importante y transformador", argumentó Santos.
¿EL FIN DEL IVA?
El fin del IVA para los turistas extranjeros es visualizada como la medida con mayor potencialidad para reactivar el mercado receptivo y devolverle algo de competitividad al sector. Y está incluida en la carpeta a la cual Macri le dio su guiño. "La devolución del IVA al extranjero es un tema que estamos evaluando, está en agenda y lo vamos a seguir trabajando porque tiene una complejidad y un impacto económico que tenemos que analizar", reconoció el ministro de Turismo, quien matizó: "Igual hoy no puedo decir que esté asegurada".
Dicho esto, Santos dio a conocer detalles de bajo qué formato se está trabajando en ese incentivo. "Ya hay una ley en Argentina que posibilitaría avanzar en un beneficio de esta naturaleza. Si no habría que pensar en una nueva normativa, con todo lo que significa el proceso legislativo y sus tiempos".
-O sea, ¿están pensando en activar la ley de reintegro del IVA de la época de Hernán Lombardi como ministro de Turismo (ver recuadro)?
-Exactamente, tenemos el antecedente de la ley de Lombardi. Simplemente habría que reglamentarla. Con lo cual si nos manejáramos con este criterio de devolución ya tendríamos el instrumento legal. Si tuviéramos que ir por más cosas, necesitaríamos una ley nueva, con otros tiempos.
-Las agencias de viajes a través de la Faevyt se oponen al criterio de devolución, porque sostienen que margina a la cadena de comercialización y licua el impacto del beneficio a la hora de salir a vender el destino. ¿Qué puede decir al respecto?
-El tema es complejo y tenemos que pensar en todo. Por eso no vamos a salir con ninguna medida apurada. Primero vamos a analizar cómo impacta y si está el Tesoro en condiciones de soportarlo en el corto plazo. Y después ver cómo hacemos para que sea una verdadera ventaja comparativa y no simplemente un beneficio extra a un sector determinado. La idea es que todos participen del beneficio, el sector del alojamiento y los agentes de viajes también, por supuesto.
No convence a los privados
La edición pasada adelantamos que la Cámara Argentina de Turismo (CAT) había aceptado el planteo de la Faevyt en contra del modelo de devolución del IVA en hoteles vía tarjeta de crédito, por marginar a la cadena de comercialización y ser inocuo a la hora de darle competitividad al producto. Se había programado una reunión para el jueves pasado, en la cual se armaría un documento para elevar el pedido al MinTur. Pero, finalmente, el encuentro se suspendió para esta semana.
En la Faevyt no cayeron bien el aplazamiento, ni tampoco la idea de reglamentar la quinceañera ley de reintegro del IVA al extranjero sobre servicios hoteleros. "Si en 15 años no se reglamentó habrá sido por las imposibilidades que significaba hacerlo. Además, este modelo de devoluciones ya no sirve porque no son inclusivos y terminan beneficiando a un solo sector, desplazando a la cadena comercial. Se podría hacer algo mucho más productivo para la actividad, deberíamos pensar en una norma diferente", señaló Fabricio Di Giambattista, titular de la Faevyt.
La meta en cifras
3 millones más de arribos internacionales por año espera alcanzar el MinTur en 2019.
20 millones de llegadas más de arribos nacionales en cuatro años es el objetivo en materia de turismo interno.
300 mil nuevos empleos en Turismo es la aspiración máxima del MinTur.
La ley quinceañera de Lombardi
El miércoles 7 de marzo de 2001, a las 15.30, la Cámara de Diputados de la Nación sancionaba la que se dio en llamar "ley de devolución del IVA a extranjeros". Un mes más tarde la norma impulsada por el entonces secretario de Turismo, Hernán Lombardi, era promulgada de hecho por el poder Ejecutivo, a cuyo frente estaba Fernando de la Rúa. "Permitirá atacar rápidamente, en una primera etapa, los problemas de competitividad que afrontan las provincias fronterizas", anunciaba Lombardi, quien levantaba la medida como bandera de su Plan de Desarrollo Turístico 2000-2003, que apuntaba a pasar de 3 a 6 millones de visitantes internacionales, duplicar las divisas generadas por el receptivo y equilibrar un déficit de casi US$ 2.000 millones en la balanza.
La ley nunca se reglamentó y lo ecos del reclamo del sector privado para que entre en vigencia se fueron acallando con el tiempo. Hoy con 15 años en su haber y con idénticas necesidades de recuperar competitividad del receptivo, el ministro Santos quiere desempolvarla del arco de los recuerdos y reglamentarla, para así esquivar un farragoso trámite legislativo.
Ahora bien, 15 años después la ley Lombardi pareciera ser mucho más modesta que las ambiciones de recuperación que hoy se vuelcan en ella. Repasemos el alcance de lo que en realidad fue una modificación del artículo 43 de la Ley de IVA, que -insistimos- nunca llegó a estar operativo.
1) Se trata de un reintegro de IVA y no de la exención.
2) El beneficio estaba limitado a servicios prestados por hoteles, hosterías, pensiones, hospedajes, moteles, campamentos, apart-hoteles y similares.
3) Sólo alcanzaba a los establecimientos ubicados en centros turísticos de 15 provincias fronterizas. Excluyendo, ni más ni menos, que a la Ciudad y provincia de Buenos Aires, así como -por ejemplo- Tierra del Fuego y Córdoba, la provincia del actual ministro. De todos modos, preveía que el 1° de enero de 2003 se hiciera extensible a todo el país.
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