Poco a poco, la actividad turística en particular, y la económica en general, van recuperándose, y esto genera un panorama alentador para el turismo. Y la hotelería no es la excepción. Al fin de cuentas, las estadísticas de la ANAC correspondientes a enero muestran que, en la comparación interanual, enero de 2021 alcanzó un movimiento de pasajeros un 82% inferior a enero de 2020. Sin embargo, con relación a abril del año pasado, el momento más bajo de la actividad turística, el flujo de pasajeros muestra una recuperación del 862% en solo nueve meses. Más cerca en el tiempo y, según Aerolíneas Argentinas, fue positivo el movimiento del fin de semana largo de Carnaval.
Hotelería: el camino de la recuperación
Los protocolos dominan hoy la operación en la hotelería.
Las cifras del Ministerio de Turismo, en concreto, hablan de un movimiento de 3 millones de pasajeros en el reciente fin de semana largo de febrero, y un movimiento total de 11 millones si se computa la temporada de verano completa.
Ahora bien, ¿por dónde pasa la recuperación? Como se viene repitiendo, en primera instancia, son los tráficos domésticos los primeros en recuperarse. Los regionales en segundo lugar y los internacionales en tercero. Por eso los datos de AR hablan de vuelos con más de 80% de ocupación. Y por si faltaran noticias esperanzadoras, se anunció esta semana la rehabilitación de la organización de eventos presenciales para la Ciudad de Buenos Aires.
El desafío sanitario
La rehabilitación del trabajo ha supuesto para la hotelería, como para el resto de la industria, la implementación de vastos protocolos de seguridad sanitaria. En tal sentido, aunque hay un procedimiento unificado, también hay matices que cada hotel o cadena implementa. Sin embargo, ya son comunes las estaciones sanitizantes (para la desinfección de zapatos, manos y equipaje), distanciamiento social en todas las áreas comunes, procesos de limpieza y desinfección más asiduos y profundos en cada hotel. También en muchas áreas y servicios del hotel se estableció un aforo reducido.
En algunos casos, la propuesta va más allá, y es tan sencilla como el obsequio de un kit de higiene personal para cada viajero: un detalle que se entronca con el servicio al pasajero.
Despliegue digital
Como ha sucedido debido a la pandemia en toda la industria turística, en la hotelería también se han acelerado ciertos procesos de digitalización, cuyo objetivo fundamental es aplicar el concepto de “contactless”, es decir promover que no sea necesario el contacto físico entre clientes y empleados. Esto es poder realizar el check-in de modo digital, por ejemplo. Pero también la posibilidad de comercializar servicios conexos, como turnos de spa, reservas en los espacios gastronómicos y demás a través plataformas digitales y apps; así cómo implementar medios de pago y facturación digitales.
Lo que sucedió en la alta
El temprano reinicio de las clases escolares en la Ciudad de Buenos Aires acotó un poco la tradicional temporada alta de verano. Aunque contenida durante el año, la actividad turística no se desató y se mantuvo lejos de los niveles de 2019, y también a cierta distancia de permitir un punto de equilibrio. Desde la propia Federación Empresaria Hotelero Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), su presidenta, Graciela Fresno, consideró: “El movimiento turístico se redujo a algunos destinos, con ocupación hotelera escasa. Trabajamos con aforos reducidos, restricciones horarias para la gastronomía y reducción de vuelos. Como preveíamos, y después de nueve meses con nula o mínima facturación, la recuperación de nuestro sector va a ser muy lenta. El 90% de nuestros empresarios está endeudado y con poco resto para mantener sus puertas abiertas”.
Desde el Ministerio de Turismo confirmaron que más de 8 de millones de argentinos se movilizaron en el inicio de la temporada. El Partido de la Costa, Mar del Plata, Villa Gesell, Bariloche, Villa Carlos Paz, Pinamar, Monte Hermoso, San Martín de los Andes, Miramar, Salta, Gualeguaychú y San Rafael concentraron el mayor caudal turístico.
La perspectiva de que la actividad económica tome aún más fuerza durante al año, así como la proliferación de las vacunas y los programas de inoculación, hacen pensar en que se puede anticipar un fin de 2021 turísticamente más vigoroso.
La mirada de las plataformas
Uno de los innegables jugadores actuales del mercado son los concentradores de oferta o plataformas digitales de comercialización. Tanto la posibilidad de la venta remota como la necesidad de ampliar las opciones y el portfolio se articularon en un 2020 ultra desafiante. “Ampliamos la oferta de hoteles, que están buscando nuevos canales en pos de llevar su producto a la típica agencia de viajes que está cerca del pasajero”, sostuvo Federico Guillemaut Despecher, CEO de la empresa Mybeds.com. Por otra parte, el proceso crítico de la pandemia, llevó a las plataformas a tomar una posición de respaldo y asistencia al mercado más allá de las ventas.
“El acompañamiento al cliente desde el comienzo de la pandemia, no solo a nivel operativo sino también humano, escuchando, apoyando y buscando juntos las mejores alternativas, fue el diferencial que buscamos durante todo este tiempo y seguimos trabajando fuertemente en ello”, afirmó Micaela Mellino, jefa de GoTravelRes.
¿Más ayudas en camino?
Obviamente, los meses de 2020 en los que el turismo estuvo prohibido generó un verdadero agujero en el sector turístico. Los hoteles se vieron enfrentando los costos fijos de una estructura (manutención de los edificios, salarios, etcétera) sin ingreso alguno. En ese contexto es que las ayudas estatales, como los ATP o los Repro, resultaron fundamentales. En los últimos días se definió el lanzamiento de un Repro II, y sería inminente el lanzamiento de una nueva edición del PreViaje.
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