Luego de que un informe de Telenoche lo vinculase con el caso “Chocolate” Rigau y asocie con Claudio Albini, presunto líder de la organización que defraudó al Estado por millones de pesos, Luis Paretti, dueño de la agencia de viajes KM1, negó las acusaciones y sospechas.
Luis Paretti, dueño de la agencia de viajes KM1, desmiente su relación con la causa "Chocolate"
Luis Paretti, dueño de la agencia de viajes KM1, se defiende y desliga del caso “Chocolate” Rigau. Afirmó que no tiene relación comercial con Claudio Albini.
"La honestidad no tiene precio. Nunca", se defendió en las redes sociales Luis Paretti, dueño de la agencia de viajes KM1.
En el derecho a réplica, el empresario no ocultó su indignación y se mostró sorprendido por la nota periodística; al tiempo que desmintió que Kilometro Uno S.R.L. forma parte del entramado de esa supuesta asociación ilícita que se está investigando.
"Toda esa construcción fantasiosa tan solo se sustenta en una supuesta oferta de compra del señor Alejandro Rolandi al señor Claudio Albini de una casa ubicada en el barrio Miralagos en el Partido de La Plata", declaró, para seguir: " A partir de ese hecho, que ni siquiera sabemos si existe, o si existió, y, si hubiera existido es absolutamente ajeno y extraño a mi incumbencia, se pretende construir un triángulo de relaciones oscuras y corruptas que está absolutamente alejado de la realidad de las cosas".
En el comunicado, Paretti admitió que conoce a Rolandi, y comentó que se trata de una relación profesional. Reconoció que es el ingeniero constructor de su casa, la cual sigue con obras.
Respecto a Claudio Albini, el dueño de la agencia de viajes comentó que el vínculo surgió porque comparten la misma pasión por Estudiantes de la Plata.
"Nos veíamos en la cancha como aficionados", dijo, para agregar: "No somos amigos, ni tengo relación comercial con Albini, con quien crucé muy ocasionalmente mensajes telefónicos, siempre vinculado a nuestro fanatismo por Estudiantes".
En otro orden, Paretti aseguró que su empresa tiene una contabilidad ordenada y una fiscalidad responsable; mientras que ponderó que se trata de una firma que emplea directamente a más de 70 personas.
Para terminar, y recalcando que es "absolutamente ajeno a todo este disparatado relato que han montado", enfatizó que, a esta altura de su vida, no puede puede permitir que se ensucie gratuitamente y sin fundamento "mi buen nombre y honor, y el de la empresa que lidero".
Derecho a réplica de Luis Paretti, dueño de la agencia de viajes KM1
"A mis amigos, clientes y al público en general:
En el día de ayer, 14 de agosto de 2024, en el Programa Telenoche (que se emite por Canal 13) se dedicó un segmento a la investigación penal que se sigue contra los señores Claudio y Facundo Albini, en el marco de la causa conocida como “Chocolate Rigau”, que se inició por el presunto fraude que se habría perpetrado con tarjetas de débito en la Legislatura Bonaerense, usufructuando -la denunciada asociación ilícita- el nombre e identidad de supuestos “ñoquis” que jamás habrían prestado servicios en dicho lugar, no obstante estar nombrados como parte de la nómina del establecimiento bicameral y percibir un salario.
Hasta allí, no hay nada de lo cual sorprenderse, ya que se trata de una causa que tomó estado público en su momento y en la que la mayoría de la población, en mayor o menor medida, tiene o ha tenido cierto grado de conocimiento o interés sobre lo supuestamente sucedido.
Sin embargo, mi sorpresa e indignación apareció a poco que viendo la nota periodística se vinculó a Kilometro Uno S.R.L. y a mi persona en el conjunto de maniobras sospechadas, dando entender que la sociedad y/o sus socios integrantes (y especialmente yo) formaban parte del entramado de esta supuesta asociación ilícita, desviando fondos públicos obtenidos espuriamente para beneficio personal y enriquecimiento ilícito e incausado.
Toda esa construcción fantasiosa tan solo se sustenta en una supuesta oferta de compra del señor Alejandro Rolandi al señor Claudio Albini de una casa ubicada en el Barrio Miralagos en el Partido de La Plata y, a partir de ese hecho (que ni siquiera sabemos si existe o si existió y, si hubiera existido es absolutamente ajeno y extraño a mi incumbencia) se pretende construir un triángulo de relaciones oscuras y corruptas que está absolutamente alejado de la realidad de las cosas.
El señor Rolandi es un ingeniero constructor que tiene su empresa (que se decida justamente a la construcción de casas) y ha hecho (mejor dicho, se encuentra haciendo) una casa de la cual soy propietario. De allí, mi contacto con él y el vínculo profesional que mantengo con esta persona. Mismo vínculo que puede tener cualquier individuo con su constructor mientras le construyen su casa.
Claudio Albini es una persona que conocí en el ámbito del fútbol, particularmente en la cancha de Estudiantes de la Plata, a la que concurríamos regularmente como aficionados. Tengo una foto circunstancial con él y otras personas (que se intenta utilizar maliciosamente en la nota periodística) en ocasión de partidos del club de mis amores en Brasil, por la Copa Sudamericana del año 2023.
Como ustedes saben, es absolutamente normal que en el extranjero los fanáticos de un mismo club nos encontremos en las inmediaciones del estadio que visitamos antes del inicio de los partidos, como ritual de pertenencia e identificación de cualquier hincha de fútbol con su equipo. Al señor Facundo Albini lo conocí e interactué muy brevemente y por mera casualidad en el viaje al mundial de Qatar 2022.
Sin embargo, más allá de eso, no he tenido ni tengo trato de amistad (como se alega en la tan irresponsable como retorcida investigación publicada) ni tampoco relación comercial con Claudio Albini, con quien crucé muy ocasionalmente mensajes telefónicos (siempre vinculado a nuestro fanatismo por Estudiantes), jamás lo frecuenté en ámbitos personales (solo en encuentros accidentales en contextos vinculados al fútbol), ni mucho menos aún me une a él una relación inescrupulosa y de tipo delictual.
Todos los que me conocen saben quién soy y cómo vengo laburando en el rubro del turismo desde mi temprana adolescencia para progresar en la vida y darle el mejor presente y futuro posible a mi familia y seres queridos.
He fundado una empresa que, con muchísimo esfuerzo, se ha convertido en una marca turística de referencia y que le permite a un montón de argentinos, por sus políticas de precios accesibles, promociones y facilidades de pago, viajar y conocer hermosos y numerosos destinos de nuestro país.
Además, empleamos a más de 70 personas en forma directa y generamos más de 200 empleos indirectos en los movimientos turísticos asociados a nuestras actividades diarias.
Llevamos una contabilidad ordenada, una fiscalidad responsable y tenemos todos nuestros papeles en condiciones, generando ingresos genuinos y nobles, que provienen pura y exclusivamente del esfuerzo diario que personalmente llevo a cabo en conjunto con invalorables personas y colaboradores que me acompañan en este apasionante camino.
No puedo permitir –y menos a esta altura de mi vida, luego de tanto camino recorrido, habiéndome ganado mi sustento sin que nadie me regalara absolutamente nada- que se venga a ensuciar gratuitamente y sin fundamento alguno mi buen nombre y honor, y el de la empresa que lidero.
Lo sucedido es un acto de total injusticia e irresponsabilidad, por lo que insto a quienes me están difamando de esa manera a cesar inmediatamente con esas acusaciones infundadas. No es mi intención formular denuncias por calumnias e injurias ni ingresar en un terreno que no me corresponde (porque, reitero, soy absolutamente ajeno a todo este disparatado relato que han montado), pero me reservo el derecho de hacerlo si este ataque arbitrario y temerario sigue teniendo lugar.
No tengo absolutamente nada que ver con los hechos materia de investigación y pido, en consecuencia, compromiso en el ejercicio responsable y honesto de una profesión noble como el periodismo, la cual puede volverse muy dañina si no se focaliza en el impacto que livianamente (por no profundizar las líneas de investigación pertinentes) puede causar en las personas y en sus seres queridos.
Por último, a mis amigos, clientes y a quienes confían y han confiado siempre en mi persona y en la sociedad que represento, les pido que no se preocupen: nada de esta infamia que se ha montado podrá afectar lo que somos, lo que hemos construido y lo que seguiremos construyendo en el futuro para mantener en alto el nombre de Kilometro Uno SRL y la calidad y el compromiso de nuestros servicios turísticos con todos aquellos que nos eligen.
Después de este artero cimbronazo y de la necesidad de aclarar esta injusticia y de no convalidarla desde el silencio, porque no tengo absolutamente nada que callar ni que temer, aprovecho para saludarlos a todos con el cariño de siempre.
Fuerte abrazo. Luisito".
Temas relacionados