La hotelería tuvo un rol preponderante en la apertura de la FIT

Al respecto, precisó que en 2017 el sector recibirá inversiones por $57 mil millones y que $ 20 mil millones fueron destinados a la construcción de 47 hoteles, que ocupan a 1.800 personas. Además, advirtió que hay 110 en construcción que le darán empleo a unas 2.500 personas.

En este contexto y con la expectativa de pasar de 10 millones a 20 millones de pasajeros aéreos en los próximos dos años, Santos insistió en qué los destinos del país deben actualizarse. “La revolución que se viene es la de los destinos turísticos, porque no se hace turismo solo arriba de un avión; en Argentina tenemos alojamientos muy concentrados, hay que inundar de hoteles el país”, manifestó.

Para ello, mencionó las oportunidades de créditos para la reforma y el reequipamiento de establecimientos, subsidiados y con tasas bajas, “y también para nuevos hoteles en lugares que faltan”.

Por tanto, aseveró que la macroeconomía ya arrancó y muy difícilmente vuelva para atrás: “Pero hay muchos pequeños pueblitos a los que si no vamos con la micro no llegamos. La macro no les llega nunca, ni en las buenas ni en las malas. Y hacia ellos vamos, porque hay miles de argentinos que queremos que se arraiguen y formen sus familias donde tienen sus raíces”.

“TRADE” HERIDO.

“La FIT es una muestra clara de que el trade está más vivo que nunca y de que las agencias de viajes tenemos mucho para aportar al crecimiento del país y del mundo”, afirmó el presidente de la Faevyt, Fabricio Di Giambattista, después de los saludos protocolares de ocasión al inaugurar la feria.

La frase fue una tácita respuesta a la afirmación del ministro de Turismo a Ladevi Medios y Soluciones cuando dijo que “el trade participa cada vez menos de los viajes”.

Más adelante el dirigente recordó que las agencias “somos un canal eficiente que comercializa más del 75% de las ventas de pasajes aéreos” y que “hemos sido y seguiremos siendo los encargados de pasear por el mundo la oferta de nuestro país, consiguiendo que nos visiten ciudadanos de otras naciones”.

En este contexto el presidente de la Faevyt aprovechó el clima generado por los anuncios oficiales de querer avanzar en reformas laborales y fiscales para remozar viejos reclamos. Di Giambattista sugirió que la actividad debería ser invitada a la mesa para trabajar en sendas reformas, “donde podamos discutir productividad para poder reducir la mochila fiscal patronal sin perjudicar los salarios de nuestros trabajadores”. Al mismo tiempo, planteó que el debate parta desde la eliminación del impuesto al cheque (o la generalización de su cómputo a cuenta de Ganancias) y de otros tributos como Ingresos Brutos. Paralelamente, llamó a corregir las distorsiones impositivas respecto de los servicios que ofrecen los competidores extranjeros: “No son más eficientes que nosotros; sino que aprovechan beneficios impositivos y normativas anticuadas y ambiguas para desarrollarse”.