Se publicó en el Boletín Oficial el Decreto Nº198/2025, por medio del cual el gobierno de Javier Milei estableció la privatización de Intercargo, la hasta ahora principal empresa responsable del servicio de rampa en el país. La norma lleva la firma del presidente Milei y de ministro de Economía, Luis Caputo.
El gobierno de Javier Milei dispuso la privatización de Intercargo
Por medio de un decreto, el gobierno de Javier Milei dispuso privatizar Intercargo, especializada en el servicio de rampa en aeropuerto
Javier Milei avanza en la privatización de Intercargo.
El decreto es bastante escueto, apenas seis artículos. En el Nº2 le encarga a la Agencia de Transformación de Empresas Públicas que concrete “la venta del 100% de las acciones mediante el procedimiento de licitación pública de alcance nacional e internacional”. Además, se dispone la suspensión del “contrato de concesión vigente entre el Estado Nacional e Intercargo para la explotación con carácter exclusivo del Servicio Único de Atención en tierra a aeronaves”. La norma pide que se adopten las medidas “que sean necesarias para garantizar que la modalidad de privatización aquí dispuesta no afecte la continuidad de la prestación del servicio aeroportuario o de rampa, asegurando la conectividad nacional e internacional”.
Javier Milei se deshace de Intercargo
Los propios considerandos de la norma recuerdan que Intercargo fue fundada en 1961 y que en 1990 se le otorgó la concesión de la prestación con carácter exclusivo del Servicio Único de Atención en tierra a aeronaves (Rampa) en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza “Ministro Pistarini” y en el Aeroparque Metropolitano “Jorge Newbery”. Al año, se extendió la concesión a Mendoza, Córdoba, Río Gallegos, Mar del Plata, Iguazú y Bariloche y en 1997 se incluyó a todas las terminales aéreas que componen el Sistema Nacional de Aeropuertos.
“Desde el inicio de la gestión, esta Administración ha impulsado la desregulación del sector aerocomercial mediante la reducción de requerimientos operativos, la habilitación a aerolíneas y terceros a prestar el servicio de rampa y la adopción de estándares internacionales en las operaciones aeroportuarias en general”, se detalla en los considerandos.
En otro pasaje del texto, se señala que: “Se instruyó a las autoridades competentes para que garanticen los principios de libre mercado y libre competencia sujetas a las reglas de lealtad comercial, generando las instancias necesarias para evitar cualquier conducta monopólica por parte de un transportador, un operador de servicios aeroportuarios o de rampa en general y/o cualquier otro prestador del servicio de transporte aéreo”.
Las dudas que persisten
El decreto recuerda que el año pasado se aprobó la Resolución Nº49 mediante la cual se aprobó el “’Proceso de otorgamiento de las autorizaciones aerocomerciales de servicios aeroportuarios operacionales y de rampa en general’, por el cual cualquier persona humana o jurídica con domicilio legal en el país se encuentra habilitada para solicitar autorización con el fin de prestar los servicios aeroportuarios operacionales y de rampa en general”. En esa norma, además, se deroga “toda resolución o acto administrativo que establezca cuadros tarifarios relativos a cualquier tipo de servicios aeroportuarios operacionales o de rampa en general, en pos de efectivizar la desregulación tarifaria y la libertad en la determinación de precios”.
No entra en la consideración el hecho de que Intercargo, a diferencia de Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, es una empresa rentable. Como se explica en los considerandos la privatización tiene una raíz pura y exclusivamente ideológica.
Lo que la privatización de Intercargo no detalla, como tampoco lo hace la desregulación del sector, es qué sucederá con los aeropuertos secundarios, aquellos que no tienen una gran operación de vuelos comercial, donde opera por ejemplo solo Aerolíneas Argentina y donde brindar servicios de rampa puede no ser rentable. Como antecedente vaya en consideración la propia desregulación aerocomercial que sólo alimentó la competencia en las rutas más rentables pero que no sirvió para incrementar la conectividad hacia ciudades menores, donde sigue operando Aerolíneas Argentinas en soledad.
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