Se realizó la primera reunión formal entre el gobierno y representantes del sector aerocomercial tras el comienzo de la vigencia del cepo a los 600 pasajeros diarios y que limita el número de vuelos. El encuentro contó con la presencia de la titular de la ANAC, Paola Tamburelli y el secretario de Planificación del Ministerio de Transporte, Gastón Jacques; por el lado del gobierno, mientras que desde la IATA estuvieron presentes la country Manager, María José Taveira; Alejando Muñoz Torres, responsable de Relaciones Exteriores de la Asociación para América Latina y el Caribe; y Lars Pottgieser, jefe de Desarrollo Comercial para América Latina y el Caribe. No estuvieron presentes ni el titular de la cartera de Transporte, Alexis Guerrera, ni el vicepresidente de IATA para las Américas, Peter Cerdá. Además, no participó, como pretendía la Asociación, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; ni fue invitada a participar la Jurca, la cámara que nuclea a las aerolíneas que operan en el país. Quizás debido a estas ausencias, la reunión no tomó más de diez minutos. Como era de esperar, IATA planteó su punto, su oposición al cepo a los 600 pasajeros diarios, que obliga además a reducir los vuelos; y los representantes del gobierno explicaron que es una medida sanitaria que no puede ser modificada.
De modo que no se habló la posibilidad de matizarla o de modificarla parcialmente (alguna versión indicaba que podía llegar a ampliarse el cupo hasta los 1.000 pasajeros diarios) y tampoco se habló sobre qué sucederá tras el 9 de julio, cuando la Decisión Administrativa 643/2021 culmine. En realidad, el plazo vence el 9 de julio, pero hay servicios autorizados para los días 10, 11 y 12 de julio. No hay certezas de qué sucederá luego, algo que justamente es de central interés para la Jurca y las aerolíneas que operan en nuestro país, por eso tampoco se comprende porqué se marginó a las autoridades de la cámara de dicho encuentro.
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