“Con el plan de PreViaje qué estamos vendiendo? Humo? La estantería está vacía, el turismo discriminado y nada para vender. Cada provincia actúa a su manera, unas cobran por entrar, otras no dejan entrar sujeto a cuarentena y solo algunas permiten turismo interno, como si fuera más seguro el vecino que el que viene de lejos cuando sabemos que el Covid-19 circula sin fronteras. Aún ni el miniturismo en cercanía del Gran Buenos Aires está habilitado, pero informalmente ya son muchos los que alquilan y se mueven. Mientras aparecen quiebras y, en paralelo, un impulso de preventa de un viaje que quizás no podrá ser”.
¿Una respuesta a los reclamos?
“Como respuesta a reclamos de apertura de turismo para poder trabajar, para evitar que muchos más caigan en la línea de pobreza, llega un subsidio para comprar viajes, o sea, para motivar la demanda cuando el problema hoy es la falta de oferta, la prohibición de viajar, la falta de producto por miedos y de seguridad sanitaria. Una medida que generó entusiasmo entre los que no entienden aún el problema de fondo. $ 15 mil millones. Imaginen ese monto dividido entre las ciudades turísticas que requieran más apoyo médico, acondicionar “hoteles covid” en los pueblos que viven del turismo y no tienen hospital, atendidos por un equipo de enfermeros y acompañantes terapéuticos, como para poder allí atender a enfermos de Covid leves, además de poder allí aislar a casos dudosos esperando los resultados, desconcentrar los hospitales para que se aboquen a los casos graves y a otras enfermedades. Imaginen como un ejercicio a 100 pueblos o ciudades, sobre seis meses de turismo, equivale a destinar $ 150 millones para temas de salud, y mientras tanto el turismo podría funcionar con cierta normalidad. Al ganar seguridad sanitaria, se abre el turismo, se mueve la economía, se llena la “estantería” de productos y Argentina se prepara para aumentar el mercado abriendo fronteras”, agregó Marie Laure Gall.
En esta sintonía, la directora continuó: “¿No sería acaso una mejor inversión que subsidiar hasta $ 100 mil a quien compre viajes de acá al 31 de diciembre a destinos que ni saben que estarán abiertos? ¿Creen que quien puede financiar un viaje necesita de un subsidio del 50% del costo? Lo primero para entender es que para llegar al subsidio tiene que comprar un viaje y pagarlo. Los fondos se le acreditan sólo al momento de viajar en una tarjeta para gastar durante un año en servicios turísticos o restaurantes, fondos que llegarán devaluados. Quien accede a este programa tiene que tener liquidez y de tenerla viajaría de todas maneras; tienen hasta fin de octubre para comprarlo a ciegas ya que hoy el turismo no funciona, en caso de querer viajar en enero y febrero; y hasta el 31 de diciembre para pagarlo y recién recibir el subsidio cuando viaje durante el año. ¿Cómo se fijarán precios en pesos para, por ejemplo, mayo de 2021, que deberían estar facturados y pagos antes del 31 de diciembre? Mucha letra chica y muchas incoherencias. Sin duda a fin de diciembre se tendrán grandes cifras mostrando el éxito del programa, pero para esa fecha aún estaremos quizás sin poder viajar, ya que por el lado del control responsable de contagios y la capacidad de atender casos, pocos avances hay”.
¿Quiénes serán realmente quienes beneficien de esos $ 15 mil millones?
“Todo esto será esperando que por obra de magia el Covid-19 se aplaque y para enero todas las provincias abran al turismo, y que el hotel o la agencia contratados no fundan antes de que llegue la fecha del viaje. ¿Y si el viaje no se puede concretar? Se tiene que cancelar todo, recuperar los fondos pagados devaluados, se pierde tiempo y el viaje habrá sido pura ilusión. Aquellos que no tienen liquidez, quizás el anuncio del programa le da ilusión de poder viajar hasta que lee la letra chica y se da cuenta que no es un plan que le resuelva nada. ¿Hay que esperar ese momento para darse cuenta que el programa no es adecuado para lo que necesita el sector de turismo? Una gran mayoría piensa que en lugar de planes habría que ofrecer oportunidades de trabajo y así llegar al crecimiento de las personas, ¿pero les seduce muy rápidamente aceptar un subsidio para viajar?”, reflexionó Marie Laure Gall.
Un plan que deja mucho que desear
Por último, pero no menos importante, Marie Laure Gall decretó que “quien es realmente argentino y buen ciudadano debería repudiar este plan PreViaje y cualquier otro bono para viajar que solo venden humo, que se presta a muchas irregularidades y que no ataca el problema de raíz, que es la quita de libertad de trasladarse dentro del territorio argentino, a lo cual se suma que sin justificativos el turismo sigue inhabilitado, por lo cual no hay producto para vender. Es un plan que además traiciona a los equipos médicos y a los argentinos. Frente a la inactividad, y estando al filo de quebrar, las agencias y hoteles se anotaron al plan sin dudar, sin analizar y hasta a veces aplaudiendo la iniciativa. Es impactante ver la ceguera de la gente sobre un programa que no debería haber sido ideado y, hoy ya lanzado, debería haber sido rechazado por hoteles, agencias y la gente. Como argentinos deberíamos exigir un destino más útil para estos $ 15 mil millones, para el país y para el turismo, y desde nuestro sector reclamar por una solución de fondo, no humo”.
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