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Transporte

Javier Milei sale a reclutar "manteros" del aire

El gobierno de Javier Milei invita a propietarios de pequeños aviones a convertirse en líneas aéreas

Los “manteros” son el objetivo de las críticas de los comerciantes. Se habla de competencia desleal: mientras unos no pagan alquiler, ni seguros, ni impuestos, ni empleados en blanco; otros comienzan su negocio con costos mucho más altos. El gobierno de Javier Milei, vía el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, llamó a reclutar “manteros” del aire.

“A quienes tengan pequeños aviones en las distintas ciudades del país los invitamos a convertirse en líneas aéreas locales conectando dichas ciudades con los aeropuertos troncales del país”, dijo el funcionario. La declaraciones se concatenan con la Disposición Nº12/24 que firmó el Subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Gómez, destinada a agilizar aún más el proceso de autorizaciones para emprendimientos aerocomerciales con pequeñas aeronaves.

El secretario de Transporte, Franco Mogetta, se subió a la ola. ”Esto es fundamental para tener más conectividad. Más rutas aéreas. Más aviones que puedan atender las necesidades de nuestro país tan extenso, para complementar y potenciar el mercado aerocomercial argentino con estas aeronaves de pequeño porte que puedan operar rutas aéreas entre localidades que hoy no tienen conectividad o con baja demanda", señaló el funcionareio cordobés.

Javier Milei y la economía de una feria de mercachifles

Crear una compañía aérea implica mucho esfuerzo y altos costos, en todo el mundo. Un proceso de start-up puede incluso tomar un par de años. Y parte de ese trabajo y ese esfuerzo se destina a cumplimentar regulaciones. Regulaciones por otra parte que no tienen su origen en concepciones “comunistas”, sino en aspectos de seguridad operacional.

De hecho, las operaciones aerocomerciales se cubren con seguros que se contratan en el Exterior (generalmente en el Reino Unido porque ninguna aseguradora local los brinda).

Hay que reconocer que la aviación de tercer nivel, la de pequeñas aerolíneas que operan aviones pequeños para conectar destinos del Interior, no está desarrollada en la Argentina.

Cuando se la quiso impulsar, se pensó en herramientas como el PIDAP (Programa Integral de Desarrollo Aéreo de la Patagonia), en los años 90. En ese momento se pagaban subisidos para enlazar con vuelos a localidades menores.

El planteo actual es completamente diferente: si tenés un avión, el Estado te autoriza a operar como línea aérea. Eso sí, sin los recaudos de seguridad, ni los seguros de una línea aérea, ni siquiera sus controles.

Porque además, filosóficamente, para el gobierno de Javier Milei, el Estado debe achicarse, de modo que todo hace pensar que la ANAC limitará, aún más, su ya escasa capacidad de control y fiscalización.

Lo atamo’ con alambre

La firma del Convenio de Chicago de 1944, creó la OACI que fue, a lo largo de los años, construyendo un sistema de transporte aéreo global, sostenido en regulaciones adoptadas por todos los países y compromisos multilaterales. Desconocer las normas OACI, llevar la “desregulación” a niveles de anarquía, degrada la seguridad y podría traer consecuencias para la Argentina, que podría quedarse al margen de ese sistema global.

El “que cada cual haga lo que quiera” es enemigo de la aviación comercial en general y de la seguridad operacional en particular.

Llevar el modelo de las combis que unen CABA con el Conurbano a los cielos, no es una opción.

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