Inicio
General
Tomás Ryan

Tomás Ryan, QEPD

Hace unos pocos días, falleció Tomás Ryan, expresidente de la Aaavyt y prominente empresario del sector.

Hondo dolor en el sector causó, días atrás, el fallecimiento de Tomás Ryan. “Podemos como calificados testigos brindar testimonio de su polifacética personalidad”, señaló uno de sus amigos, Ariel Dulevitch Uzal. El dirigente radical recordó que, más allá de su condición de “esposo, padre y abuelo amantísimo (porque la familia siempre fue prioridad en sus desvelos) le conocimos dos pasiones que signaron su vida: la política y el turismo”. Con relación a la primera, vale recordar su rol como edil del Municipio de su Arrecifes natal, de la que también llegaría a ser Intendente por la UCR.
En relación a su pasión por el turismo, la canalizó con la fundación de Ryan’s Travel, la operadora especializada en Patagonia que creció hasta disponer de sucursales en El Calafate, Puerto Madryn y Ushuaia.

Se puede decir que combinando ambas pasiones, política y turismo, no se puede olvidar su paso por la presidencia de la Aaavyt, donde dispuso que las regionales de la asociación pasaran a tener una participación en los beneficios de la FIT, además de elevar el perfil de la institución en la discusión política y en los medios. No en vano, como dato incontrastable de ese paso, el número de socios institucionales creció de 593 a 1.081. Ese capítulo de su vida concluyó en 2006, cuando fue obligado a renunciar por su disidencia ideológica con las autoridades políticas de turno. Rencores irreductibles y –sobre todo–, tenía espíritu constructivo, promoviendo la unidad y privilegiando los intereses institucionales”, recuerda Dulevitch Uzal.

En sus años más recientes, fue integrante del Equipo Técnico de Turismo de la UCR.

“Tommy puso siempre de manifiesto permanentemente, su vocación de servicio, su vasta experiencia nutrida en la trinchera de la operatoria turística y a propio tiempo, participó en nombre de su ideario cívico, de debates y opiniones políticas, a las que nunca les sacó el cuerpo”, comentó Dulevitch Uzal y concluyó: “Su conducta personal –en ámbito empresarial o político–, respondió siempre a estrictos códigos éticos; siendo reconocido por su transparencia, honestidad y hombría de bien. Fue asimismo, un ciudadano ejemplar, comprometido activamente con la suerte del país”.

Temas relacionados

Dejá tu comentario