Cuando el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente la pandemia de Covid-19, ningún actor turístico creyó que ese impasse terminaría siendo un tsunami para la industria. A un año, el Gobierno no solo extendió la Emergencia Sanitaria hasta el 31 de diciembre de 2021, sino que además contempla nuevas restricciones a los viajes. La medida afectaría a operaciones tanto aéreas, marítimas y terrestres, desde o hacia las zonas afectadas y de mayor riesgo.
El Gobierno endurece las restricciones a los viajes
Por caso, el presidente Alberto Fernández detalló la nueva etapa del Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Dispo), donde reveló las medidas restrictivas para enfrentar la pandemia.
Al respecto, se ratificó que los mandatarios provinciales podrán establecer “normas para limitar la circulación por horarios o por zonas”; así como se remarcó que “estas medidas deberán ser temporarias y fundadas, y deberán contar con la aprobación de la autoridad sanitaria jurisdiccional”.
Asimismo, se detalló que la prioridad "es restringir lo menos posible y enfocarse en la prevención de contagios, con mensajes de cuidado, de instrucción para evitar los contactos estrechos, y de desaliento a los vuelos al exterior. Estamos en alerta por la situación en el continente”.
“Hace unas semanas dijimos que 2021 sería peor que 2020 y, lamentablemente, no creo que nos equivoquemos. Si se confirman las restricciones a los vuelos, tendremos nuevamente serias complicaciones”, admitió un dirigente de Faevyt.
¿Cuáles son las restricciones para viajar al exterior?
Desde el Gobierno filtraron que se limitarán los vuelos provenientes de Estados Unidos, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, México, Chile, Panamá y las naciones europeas.
El Ministerio de Salud, de acuerdo con la evolución de la situación epidemiológica, tiene la facultad de recomendar la suspensión o reducción de frecuencias de servicios de transporte internacional de pasajeros en los modos aéreo, marítimo, fluvial y terrestre; así como podrá decidir la suspensión de destinos.
Además, el decreto establece el aislamiento obligatorio durante 14 días para las personas que lleguen al país desde el exterior; así como deberán brindar información sobre su itinerario, declarar su domicilio en el país y contar con constancia de test PCR no detectable para Covid-19, con toma de muestra de no más de 72 hs. previas al embarque.
“Los extranjeros no residentes en la Argentina que arriben al país desde el exterior deben acompañar a la declaración jurada, un seguro de viajero especial para la atención de la enfermedad en el país", agrega la disposición oficial.
En lo que respecta a las fronteras terrestres, se permitirá únicamente el ingreso de argentinos y residentes que salieron del país antes del 25 de diciembre de 2020, a través de los pasos terrestres habilitados. Estas personas deberán presentar un PCR negativo y realizar una cuarentena de siete días. Se suspenderá el ingreso de turistas extranjeros provenientes de países limítrofes.
¿Cuánto se resentiría la oferta de vuelos?
- 30% se reducirá la programación aérea con Chile, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú.
- 20% será la restricción de vuelos en el caso de Brasil, México y Europa.
- 10% será la contracción del tráfico aéreo desde y hacia Estados Unidos.
- 100% de vuelos cancelados con Uruguay, pero se autorizará el ingreso de argentinos y residentes por el Puerto de Buenos Aires, en la terminal Buquebus.
Reprogramaciones en la mira
Si bien la firme intención estatal por reducir la conectividad internacional no repercutirá en las ventas futuras de las agencias de viajes, los coletazos del anuncio se resentirán en las reemisiones, programaciones, cancelaciones y problemas para las devoluciones.
“Hasta el momento no hubo modificación en el calendario de los vuelos de las aerolíneas, pero de confirmarse el impacto será muy grande”, admitieron desde un consolidador de aéreos, para agregar que ninguna compañía aérea está operando al 100% de su capacidad.
Asimismo, enfatizó que la quita de frecuencias no sólo desalentará los viajes, sino que también limitará las operaciones existentes.
Más trabas que desalientan la reactivación turística
En vista de la Semana Santa y en rigor de sostener un mínimo de movimiento durante los próximos meses, el sector privado exhorta al Gobierno por mayor previsión y unificación de los protocolos y requisitos de acceso a las provincias para generar confianza en los viajeros.
Por caso, y pese al coqueteo de algunas provincias por endurecer los controles y requisitos, La Rioja, Santiago del Estero, Formosa y Misiones –recientemente Catamarca y Chaco dieron marcha atrás con esta medida– continúan demandando el certificado de PCR negativo para ingresar al territorio.
Sin embargo, y más allá de que el común denominador de los destinos exige completar una Declaración Jurada o la app Cuidar “Verano”, entre otras restricciones de ingreso, varias provincias patagónicas solicitan un seguro de viaje que cubra el Covid-19, permisos provinciales y tener la reserva de un alojamiento turístico habilitado.
Por su parte, la provincia de Buenos Aires evalúa restablecer las restricciones a la circulación, probablemente después de Semana Santa, ante la previsión de que para entonces se producirá una segunda ola de contagios.
¿De qué hablaron Carla Vizzotti y Matías Lammens?
A horas de que el Gobierno anuncie las nuevas restricciones a los viajes, Carla Vizzotti, ministra de Salud, recibió a su par de Turismo y Deportes, Matías Lammens, para avanzar en el diseño de las acciones destinadas a mantener el turismo interno con un estricto cumplimiento de los protocolos. Asimismo, se comprometieron a monitorear la situación regional e internacional de circulación del virus; así como retomaron las conversaciones sobre la apertura de las fronteras.
En vías de la nueva normalidad
A continuación, algunos de los principales conceptos del mano a mano con Aldo Elías, presidente de CAT, quien ratificó que si se sigue restringiendo al turismo las consecuencias serán letales para muchas economías locales.
- Hay que esperar para conocer realmente el grado del daño y saber no sólo qué empresas quedarán en pie, sino también en qué estado.
- Debemos acelerar el proceso de vacunación y restringir lo menos posible. El turismo demostró que no impacta negativamente a nivel sanitario.
- La perspectiva para el primer semestre se avizora complicada, pero si le sumamos que no habría salidas ni arribos de turistas, el escenario será aún más crítico.
- Quedó claro que el turismo es una actividad que merece el respeto y la valorización de toda la sociedad, por su injerencia como industria económica nacional.
- Es prematuro hablar de pasaportes sanitarios, porque no está garantizado que los vacunados no contagien.
- No hay posibilidad de desarrollar el turismo interno si cada provincia exige sus propios requisitos.
Un año sin turismo
Durante 2020 la llegada de viajeros internacionales rozó los 400 millones –el 90% corresponde al primer trimestre de ese año–, lo que significa un desplome en ingresos superior a US$ 1,2 billones y unos 120 millones de puestos de trabajo desaparecidos o en riesgo.
En una mirada introspectiva, y según la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) de Indec, el derrumbe de los arribos y las partidas internacionales alcanzó el 77% en ambos segmentos, aunque en volumen es mucho mayor la caída del emisivo.
Entre enero y diciembre del año pasado llegaron a Argentina 694.317 turistas extranjeros; mientras que en lo que respecta al turismo emisivo que arrastra una baja interanual de casi un 12% en 2019, la pandemia ratificó este comportamiento: en 2020, más de 905 mil argentinos salieron, mientras que el año anterior el número rozó los 3 millones.
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