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Negocio confiable en tiempos de crisis

Es uno de los modelos comerciales más difundido en el mundo y una de las alternativas más seguras para expandir una marca o invertir como emprendedor. El sector gastronómico representa un 40% de ese mercado y las franquicias low cost y cafés de especialidad se perfilan como las nuevas tendencias. Argentina es el principal exportador en Latinoamérica.  

Entendido como un sistema de distribución de productos y servicios en el que una compañía exitosa, el franquiciante, transmite sus conocimientos y  experiencia a un empresario independiente, el franquiciado, el franchising es el modelo comercial más establecido y confiable para crecer y expandirse.

En una de las economías más activas del mundo, como la estadounidense, una de cada siete empresas opera bajo franquicia, cubriendo 29 industrias y 226 subsectores. Según la International Franchise Association (IFA), el número de establecimientos con franquicias en Estados Unidos crecerá un 1,9% este año, en tanto que el Producto Bruto Interno (PBI) del sector aumentará un 6,1% durante 2018, por encima del PBI total del país.

Si bien el sistema de franquicias tal como lo conocemos en la actualidad se inició de la mano del fabricante de máquinas de coser Singer, en la década de 1950, esta modalidad fue adoptada por empresas como McDonald´s, Burger King y Kentucky Fried Chicken, convertidos en íconos del segmento gastronómico.

Aprobado en todo el mundo, aun en contextos económicos con signos de desaceleración y reducción del consumo, el franchising continúa su camino ascendente, según los analistas del sector.

“Las franquicias demostraron ser un sistema de bonanza y anticrisis, y un método de protección. Una persona despedida de su trabajo, que dispone de una indemnización –sobre todo personas de más de 40 años, que piensan que no pueden conseguir otro empleo con las mismas condiciones– encuentra en la franquicia un aliado especial. Además, está comprobado que cuando hay crisis, la gente va detrás de las marcas porque generan confianza”, expresó Gabriel Grasiuso, secretario general de la Federación Iberoamericana de Franquicias (FIAF).

“Cuando se adquiere una franquicia se está abriendo un negocio que da pruebas de que funciona bien, factura bien y se sostiene en el tiempo, lo que brinda una mayor seguridad que si se abre un comercio por cuenta propia. Asimismo, al formar parte de una red, todos los insumos se compran a precio de economía de escala”, afirmó Susana Perrotta, presidenta de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF).

Considerada una práctica win-win, a los franquiciantes les permite posicionar su marca, crecer con capital de terceros, generar una rápida economía de escala, lograr acuerdos con proveedores y mejores condiciones de pago, y multiplicar sus ingresos. En tanto, los franquiciados aprovechan la experiencia y el know-how de la empresa franquiciante bajo el paraguas legal de una marca reconocida por los consumidores. Otras ventajas incluyen el acceso a la estructura organizacional de la firma madre, contando con servicios de diseño, arquitectura, marketing, publicidad, atención al cliente y programas de entrenamiento. Como contraprestación de estas facilidades y conocimientos, quienes invierten en una franquicia deben contemplar costos como fee de ingreso, regalías mensuales, fondo de publicidad y acciones de marketing, stock inicial y el equipamiento del punto de venta.

“Lo más importante para quien desea comenzar a operar una franquicia es buscar un rubro por el que sienta afinidad, porque muchas veces se opta sólo porque gusta una marca o por su costo. También el franquiciado debe saber que tiene que ser activo dentro de su local, no un inversor que abre una franquicia y se queda en su casa. Por su parte, para el franquiciante es fundamental otorgar su licencia a quien la trabaje con su misma pasión, analizar su perfil y compromiso, dado que a esa persona se le está dando el manejo de su marca. Es su imagen”, señaló Perrotta.

 

LA INVERSIÓN.

Otras consideraciones vitales para los emprendedores están relacionadas con la viabilidad del negocio, la suma a invertir y el tiempo de recuperación. Al respecto, Carlos Canudas, titular del Estudio Canudas, aportó como dato que “el 85% de los negocios independientes que abren mueren antes del primer año de vida, contra un índice de mortandad de las franquicias del 10% al cabo de cinco años. Una franquicia no asegura el éxito, pero sí minimiza los riesgos de la operación. En Argentina, hoy hay 1.000 empresas que franquician en 75 rubros de actividad, con un crecimiento de dos dígitos hace más de 10 años en cantidad de franquicias y de marcas”.

Para el presidente de la Red Iberoamericana de consultores Front Consulting International, la base para emprender un establecimiento gastronómico franquiciado ronda los $ 700 mil, dado que “se necesita un local y su armado, un fondo para la garantía, el fee de ingreso y un stock inicial. Si pensamos en una cafetería gourmet, cuesta alrededor de US$ 130 mil, y una cervecería entre $ 5 y 7 millones, ya que hay mucha dimensión e importantes gastos en decoración”.

En los últimos años comenzó a hablarse también de microfranquicias o franquicias low cost, que se distinguen de las franquicias por su costo. “En general, una franquicia de menos de US$ 40 mil se considera microfranquicia”, manifestó Canudas. Como casos de esta categoría, el especialista citó las góndolas de los shoppings e incluso los food trucks, que si bien muchos corresponden a emprendedores independientes, algunas empresas ceden sólo ese módulo. “Café Martínez franquició toda la operación de los food trucks y de los eventos en una persona”, ejemplificó Canudas.

Grasiuso difirió en este concepto, afirmando que la FIAF distingue las franquicias low cost de las microfranquicias, pues estas últimas “deben cumplir con algún objetivo de índole social”.

Respecto al tiempo de recupero de los montos de una franquicia, las estimaciones hablan de 24 meses, aunque Canudas relativizó la duración de este período: “Eso es de manual, porque en las proyecciones que se realizan nunca se contempla un robo, una inspección ni despidos de personal”.

En tanto, Grasiuso agregó que este período es similar en toda Latinoamérica, ya que “las inversiones varían de acuerdo al país. En Paraguay y Bolivia la inversión puede ser mucho más baja que en México o Colombia, pero estos países tienen más habitantes, facturan más y entonces se recupera aproximadamente en el mismo tiempo. De todas maneras, toda franquicia debería hacer un estudio del mercado con los costos e impuestos locales y hacer una proyección de recuperación, que estimativamente debería rondar entre 18 y 30 meses”.

 

TENDENCIAS GASTRONÓMICAS.

Dentro del espectro de franquicias nacionales, un 40% corresponde al ámbito gastronómico –un porcentaje que se replica en casi todo el mundo– dividido en más de 10 subrubros. Por sus características dinámicas, el franchising también permite la incorporación de las diversas vanguardias gastronómicas.

Entre las tendencias, según Canudas, “con la recesión y la caída de las ventas, hay mucha gente que ha buscado medialunas o pizzas de bajo precio; en vez de rentabilidad se busca volumen de ventas. Ejemplo de ello son las empresas Costumbres Argentinas, Fábrica de Pizzas o Don Antonio, entre otras. Las franquicias gastronómicas se van reinventando y lo temático va creciendo cada vez más. En un momento fue el fast food, luego las cafeterías, las hamburguesas gourmet, las cervecerías y ahora se vienen los cafés de especialidad, en los que el barista tiene una mayor participación. En este sentido, también van a contribuir factores como el permiso del Banco Central para instalar cafeterías dentro de los edificios corporativos de los bancos y la apertura de nuevos espacios, como el de Plaza Houssay, que incluirá un complejo gastronómico. Asimismo, crecen las opciones franquiciadas de alimentos saludables, con firmas como Grandiet, Vitalcer o Dietéticas Tomy”.

 

IMPORTACIÓN Y EXPORTACIÓN.

La franquicia es un modelo al que recurren las empresas con objetivos de expandirse más allá de su nación de origen. Argentina es el principal exportador de Latinoamérica, con 179 marcas y 1.800 bocas de venta en el exterior. “El gran tema es que vienen a golpear la puerta países vecinos, fundamentalmente. Para exportar, es requisito contar con experiencia, como haber abierto cinco o seis franquicias y que por lo menos una de ellas esté lo suficientemente lejos como para poder atender a alguien a la distancia, porque franquicia implica asistencia y apoyo. Otro aspecto es saber adaptar el negocio a los usos y costumbres del lugar adonde se ingresa, incluyendo productos locales en las cartas, además de que hay léxicos totalmente distintos y horarios diferentes. Finalmente, es necesario encontrar un buen operador”, declaró Canudas.

El secretario de la FIAF dio cuenta de la heterogeneidad de la región latinoamericana, donde Brasil, México y Argentina lideran la operatoria y cuentan con legislación propia de la actividad. “Nuestro país tiene un porcentaje muy alto de franquicias nacionales sobre las internacionales. Lo mismo sucede en Brasil (entre un 85% y un 90% de franquicias nacionales), pero con la particularidad de que pocas compañías salen al exterior porque el mercado interno es muy grande, con lo cual recién ahora están empezando a buscar otras plazas. En Uruguay, la tendencia es que son más las franquicias internacionales que las nacionales. Por su parte, Colombia venía rezagada en este sector pero está creciendo a tasas muy importantes a partir de la creación de la Cámara Colombiana de Franquicias (Colfranquicias). Hace tres años había 200 marcas y hoy hay 500, además de que el 50% de los colombianos manifiesta ser emprendedor y quiere tener su propio negocio”.

Con respecto al posicionamiento de Argentina como exportador, el entrevistado expresó que “en el éxito de una franquicia en el exterior tiene mucho que ver la percepción que se tiene de un país. En el mundo, a la gente la seduce la moda y la gastronomía argentina. No digo que eso sea una garantía, pero ayuda a que escuchen la propuesta”.

La contracara del fenómeno exportador son las marcas franquiciadas internacionales que recibe un destino. Grasiuso opinó que “el problema que continúa teniendo Argentina para las marcas internacionales es la estabilidad. Algunas compañías deciden apostar, en cambio a otras, que no ven las reglas tan claras, les cuesta un poco más decidirse. No obstante, no hay muchas trabas para instalarse en el país, más allá de las naturales que hay que cumplir como en cualquier lugar. Las principales marcas de franquicias gastronómicas globales –McDonald´s, Burger, Subway, Starbucks– están presentes; son señales de que el mercado sigue siendo interesante para todos esos players. Lo que hay que tener presente es que si una compañía internacional no tiene la decisión de desembarcar en un país, no va a hacerlo por más que un emprendedor quiera importar su marca. En la actualidad se está utilizando mucho, sobre todo en el sector de la gastronomía, el plurifranquiciado o multifranquiciado. Es decir, se busca a alguien que ya tenga experiencia en el rubro y proveedores desarrollados para facilitar el ingreso. Hace un tiempo atrás se buscaba mayor exclusividad”.

Optimista respecto a la continua expansión de las franquicias a futuro, “dado que el mundo tiende a los negocios en cadena”, Canudas sostuvo que hoy no están dadas muchas condiciones en el país para las marcas extranjeras. “Paulatinamente, los inversores comienzan a preguntar y creo que si en 2019 sube un poco el consumo, puede haber otro panorama. Actualmente, los inversores buscan destinos como México, con 125  millones de habitantes. Los otros dos países que más están creciendo son Colombia y Perú, pero que aún no tienen nuestra experiencia en franquicias. Hace 10 años que ellos trabajan en el tema cuando nosotros estamos cumpliendo 30 en la materia. Desde otro punto de vista, Argentina está muy bien posicionada porque tiene 44 millones de habitantes, ley de franquicias, nos gustan las marcas y desde lo gastronómico arreglamos todo tomando un café y salimos dos veces por semana a comer, cuando en Chile se acostumbra salir una vez cada 15 días”.

FRANQUICIAS HOTELERAS

En el rubro hotelero, el franchising es un sistema menos extendido que en el gastronómico. En el ranking de las 100 mejores franquicias globales del mundo de la consultora Franchise Direct sólo figuran cinco cadenas internacionales: Marriott International ascendió dos puestos en 2018 respecto al año anterior, ubicándose en la sexta posición, y le siguen InterContinental Hotels and Resorts (puesto 9), Wyndham (16), Choice Hotels (20) y Hilton Hotels & Resorts (21). 

Canudas refirió que en este sector “no les gusta tanto llamarse franquicias, sino más bien licencias de marcas. No está habiendo mucha oferta al respecto, y el otro tema es que no participan en el canal formal de las franquicias. Es decir, en una guía de franquicias no se encuentran hoteles. Este rubro se está manejando más con proyectos de inversión privados. Se buscan inversores pasivos, que aporten dinero pero que no operen, mientras que el inversor activo es el que opera la franquicia. Algunas empresas utilizan el método sin hacer una publicidad formal. Además, se trata de inversiones más importantes, mientras que el recupero de capital oscila de cuatro a siete años, dependiendo de la inversión”.

RADIOGRAFÍA DEL FRANCHISING EN ARGENTINA

Según datos de la Guía Argentina de Franquicias (GAF) en el país existen más de 1.000 marcas que operan bajo la modalidad de franquicias, cuya facturación representa un 22% de las ventas minoristas, equivalente a dos puntos del PBI nacional. Las franquicias gastronómicas representan un 38% de la oferta del mercado local, seguida por el rubro negocios especializados (21%), servicios (16%) e indumentaria y accesorios (12%).

Al analizar el origen de las franquicias, se observa que el 92% es de procedencia nacional, contra sólo un 8% de firmas extranjeras. La mayor cantidad de negocios franquiciados se concentra en la CABA y Gran Buenos Aires (69%), seguida por Córdoba (12%), interior de la provincia de Buenos Aires (8%) y Mendoza (4%).

En lo que respecta a exportaciones, Argentina lidera el ranking dentro de Latinoamérica, con 179 compañías que exportan sus marcas a 62 países, fundamentalmente a mercados vecinos, pero también a Estados Unidos, México y España.

Entre los asociados que publican en la guía, el 92% de las empresas cobran fee de ingreso a la franquicia. En un 28% de los casos (el porcentaje mayor de la muestra) se cobran montos de entre $ 200 mil y $ 500 mil. Asimismo, el 65% de los franquiciantes cobran fee de publicidad. 

En cuanto a expansión, la compañía que más creció en aperturas en el último año fue Rapipago (600 nuevos locales), mientras que en el rubro gastronómico se destacaron Arlequín Helados (162 locales), Grido Helados (96), Fábrica de Pizzas (30) y Kiosco de Empanadas y Pizzas (28). En el rubro de cafeterías, en el último año Havanna inauguró 18 locales; Café Martínez y Bonafide, 16; y Balcarce, 15.

Las perspectivas para 2018 indican que el sector en Argentina crecerá un 10% en marcas que incursionarán en el sistema, y un 7% en lo que respecta a ventas de nuevas franquicias.   

FUENTE: negocio-confiable-en-tiempos-de-crisis-

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