La problemática del transporte terrestre turístico es una de las más recurrentes y palpables en la cotidianidad sectorial, la más federal y la que más aristas tiene (burocrática, sindical, legal, jurisdiccional…). Sin embargo, a pesar de los años de reclamos, no ha aparecido un Ulises para esta Hidra de mil cabezas, que simboliza como pocas el famoso “costo argentino”.
El Gobierno le puso la oreja a los problemas del transporte turístico
Los dirigentes empresarios calificaron de “histórica” la reunión con los ministerios de Transporte y Turismo y la CNRT para delinear un plan de acción para mejorar la regulación que afecta al transporte turístico terrestre. La falta de un ordenamiento específico genera problemas jurisdiccionales, deficiencias en el servicio y hasta roces de encuadramiento sindical, que juntos abonan al famoso “costo argentino”.
TE ESCUCHO.
La novedad es que por primera vez en mucho tiempo existe una promesa formal del Gobierno para empezar a ordenar esta situación. El primer paso fue la reunión de dirigentes de la Faevyt con funcionarios de los ministerios de Transporte y Turismo, así como de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), para plantear un plan de acción conjunto tendiente a mejorar la regulación que afecta al transporte turístico terrestre. “Si bien éste es un paso más de los muchos que llevamos dados en orden a solucionar las problemáticas y trabas, fue también un logro histórico de nuestra Federación, ya que hace años venimos insistiendo en la importancia de lograr un plan de trabajo conjunto. Fue una reunión muy interesante en la que logramos definir una primera agenda de trabajo y delinear preocupaciones en común”, contó el salteño Federico Norte, vocal de la Federación.
¿Por qué sería histórico que el Gobierno atienda una problemática que encarece las excursiones y, de tanto en tanto, salta a los diarios con los problemas que genera a la hora del traslado de los turistas en unidades que son secuestradas por la Gendarmería o impedidas de ingresar a los aeropuertos? Básicamente, porque los empresarios dicen que hasta ahora nunca habían sido escuchados con vocación de resolver las cuestiones. “El Ministerio de Turismo nunca intervino en relación al transporte turístico. Durante la gestión anterior estuvo claro que no se metían, ni opinaban sobre el tema”, respondió el asesor legal de la Faevyt, Agustín Beveraggi, quien añadió: “Lo que estamos pidiendo es sentarnos para empezar a organizarnos. Por cierto, eso deriva en regulación”.
Por su parte, el titular de la entidad, Fabricio Di Giambattista, coincidió en que es fundamental avanzar en la modernización de distintos aspectos que hacen al transporte turístico, “porque ésta es una pata muy importante dentro del sector que nos permitirá, tomando las decisiones correspondientes, poder seguir desarrollándonos”.
POSTALES DEL COSTO ARGENTINO.
Todas las cabezas de esta Hidra parten del mismo tronco: la ausencia de una regulación específica para el transporte turístico y de alcance nacional, que hasta ahora es normado en las mismas condiciones que el de media y larga distancia. De ahí derivan buena parte de los problemas que hermanan a los operadores turísticos receptivos de Mendoza, Salta, Misiones o Jujuy (sólo por poner ejemplos). Excepto en el caso del Corredor de los Lagos en la Patagonia, la falta de un ordenamiento específico genera interminables inconvenientes jurisdiccionales (incluso en materia de impuestos), un enmarañado sistema de habilitaciones (municipales, provinciales y nacionales) y revisiones técnicas, deficiencias en el servicio (no se puede operar en lanzadera) y hasta de encuadramiento sindical. Si para muestra basta un botón, hace pocos años las agencias salteñas fueron notificadas de que para obtener la renovación de los permisos la CNRT debían acreditar que el personal estaba inscripto bajo el convenio de la UTA, y no bajo el de Comercio. De esta manera, muchas veces los receptivos sintieron que corrían no sólo contra el caballo del comisario, sino contra el comisario mismo.
“Las consecuencias de las trabas actuales son las multas, las demoras de los pasajeros y reglas poco claras e imprácticas. Por caso, en turismo aventura no te dejan llevar un remolque con los botes y demás implementos, con lo cual hay que llevar dos vehículos. Por ende, se duplica el gasto. En la Triple Frontera, por ejemplo, hay que tener habilitación municipal, provincial y nacional. Y todo eso implica una erogación administrativa, contar con gestores, etc…”, planteó Beveraggi, quien completó: “El costo argentino tiene tanto que ver con los costos en sí mismos como con los que añade la burocracia”.
Todo esto podría explicar la ilusión con la que recibieron que la reunión coordinada entre Turismo, Transporte y la CNRT, cuyos funcionarios al principio se mostraron aturdidos por la cantidad de problemas acumulados.
“Las agencias ocupamos un rol clave en el turismo y, con mucho trabajo, nos hemos ganado nuestro propio lugar posicionándonos como un actor central en la toma de decisiones. Esta reunión, que es consecuencia de ello, es fundamental para avanzar en la modernización de distintos aspectos que hacen al transporte turístico, que nos permitirá -tomando las decisiones correspondientes- seguir desarrollándonos”, señaló el titular de la Faevyt, Fabricio Di Giambattista.
La Hidra del transporte turístico sigue ahí. El tiempo dirá si de la reunión coordinada entre organismos y empresarios surgen las ideas para cortarles las cabezas a los problemas sin generar otros nuevos.
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