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Cuenca del Plata: 36 años de liderazgo y compromiso en el turismo receptivo

Innovación, pasión y excelencia: las claves de la sólida trayectoria de Cuenca del Plata en el turismo no sólo de Puerto Iguazú, sino de toda Argentina.

En un sector tan dinámico y desafiante como el turismo receptivo, pocas empresas logran mantenerse vigentes y, a la vez, evolucionar con los tiempos. Cuenca del Plata es una de ellas. Con 36 años de historia, ha sabido reinventarse constantemente, apostando por la innovación, la calidad en el servicio y la construcción de experiencias memorables para los viajeros que eligen Argentina y la región.

Patricia Durán Vaca, titular de la compañía, comparte su visión sobre el presente, los desafíos y el futuro del turismo receptivo.

"Nunca hablo de crisis, hablo de cambios. Y los cambios nos enseñan a buscar nuevos caminos", afirma Durán Vaca, dejando en claro la filosofía que ha guiado a Cuenca del Plata por más de tres décadas. Desde sus inicios, la empresa apostó por la diferenciación, desarrollando productos innovadores y experiencias únicas para sus clientes.

Uno de los ejemplos más notorios es su enfoque en el turismo sostenible y de naturaleza. "Hemos trabajado en productos de selva y sustentabilidad, y hoy vemos que la inversión dio frutos: los viajeros europeos eligen nuestro destino precisamente por esas características", explica la empresaria.

En un mercado cada vez más exigente, la capacidad de reinventarse y ofrecer un producto de calidad es fundamental. "El pasajero de hoy busca calidad en el servicio, experiencias auténticas y profesionales que lo reciban con empatía. No alcanza con hacer las cosas bien, hay que hacerlas con pasión", destaca.

El valor de la innovación y el compromiso en el turismo

Uno de los aspectos clave del éxito de Cuenca del Plata ha sido su enfoque en la innovación constante. Desde su creación, ha desarrollado productos que van más allá de lo tradicional, como paquetes de turismo de aventura, experiencias personalizadas y circuitos sustentables.

“No es solo vender un destino, es generar vivencias únicas. En Misiones, por ejemplo, tenemos un producto que combina selva, cultura y sostenibilidad, algo que no se encuentra en todos lados", comenta Durán Vaca.

Pero la clave no solo está en los productos, sino también en la filosofía empresarial. "Siempre viajamos, aprendemos, observamos. Nunca nos creemos los mejores, porque siempre hay algo nuevo que innovar y mejorar", sostiene.

Cuenca del Plata y un futuro desafiante pero prometedor

Mirando hacia adelante, Durán Vaca tiene una visión clara: "El futuro es de los que se preparan y se adaptan. En Argentina, cada cuatro años cambia el contexto económico, y eso nos obliga a ser flexibles, creativos y resilientes".

No obstante, a pesar de los desafíos, se muestra optimista: "Este año vamos a trabajar el doble, a estar presentes en todos los espacios posibles y vamos a seguir apostando por la excelencia. El pasajero nos elige por la experiencia que brindamos, y eso es lo que seguiremos fortaleciendo".

Para Cuenca del Plata, el camino no ha sido fácil, pero ha estado guiado por una convicción firme: la de ofrecer siempre lo mejor. Con 36 años de historia, la empresa se proyecta hacia el futuro con la misma pasión y compromiso que la han convertido en un referente del turismo receptivo en Argentina y la región.

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