Como parte de una gira organizada por el Kennedy Space Center Visitor Complex, la operadora mayorista OLA y Visit Orlando, Jon McBride, jefe de astronautas del Kennedy Space Center, viajó al país desde Estados Unidos para ofrecer diferentes capacitaciones para agentes de viajes, mayoristas de turismo, periodistas, estudiantes de colegios primarios y público en general en el marco de los 50 años de la llegada a la Luna que se cumplieron en julio de este año.
Un astronauta que deja huella en el país
El primer escenario elegido por las autoridades fue el Planetario Galileo Galilei de la Ciudad de Buenos Aires. Desde allí, luego de realizar primero una recorrida por el mismo y disertar ante periodistas sobre su historia como astronauta, McBride asistió a la sala de espectáculos para reunirse con más de 60 agentes de viajes que, junto a sus familias, observaron la presentación del hombre que en 1978 se convirtió en astronauta para la NASA y fue piloto en la misión del Transbordador Espacial Challenger que orbitó el planeta en 1984. “Es un honor estar nuevamente en Argentina para contarles sobre la historia fascinante que me tocó vivir y recordar los hitos espaciales que comenzaron con el explorador espacial de 1961. Me siento un privilegiado por haber podido contemplar la belleza del planeta desde arriba
porque siempre quise ser astronauta”, afirmó McBride en el inicio de su charla, mientras en el techo del auditorio se distinguían diapositivas e imágenes de la historia de la astronáutica.
A través del traductor que lo acompañó, McBride repasó todos los programas espaciales que fueron lanzados en los últimos 50 años y puntualizó los avances que se consiguieron tras cada misión. “Todas eran complementarias: se necesitaba completar una para avanzar con la siguiente. Se escribieron muchas películas puntualmente sobre Apolo 13, pero yo, como astronauta, estoy orgulloso de esa misión, porque pese a que fue fallida porque explotó un tanque de oxígeno al segundo día, pudimos traer con vida a todos los tripulantes”, resaltó McBride, cuya misión desde el Centro de Control de Houston es ser el único en estar en contacto con los astronautas durante la misión.
McBride, previamente, comenzó su servicio en 1965 para la Armada de Estados Unidos y voló en 64 misiones de combate. Ahí comenzó a desandar el camino que lo llevó a convertirse primero en astronauta para la NASA y luego en piloto en la misión del Transbordador Espacial Challenger. Ya en 1987 fue nombrado subdirector de la NASA a cargo de las relaciones con el Congreso. “Tuve el privilegio de conocer a todos los presidentes, desde Kennedy hasta la actualidad”, remarcó el hombre de 76 años que estuvo durante ocho días en el espacio y dio, en ese período, 133 vueltas a la Tierra: “Es fabuloso e imposible de describir cómo se ve la Tierra desde allí”.
En la actualidad se desempeña como jefe del programa de astronautas del Kennedy Space Center, realizando conferencias y presentaciones a nivel corporativo. “A sus clientes les pueden ofrecer diversas actividades para recorrer el KSC que son pedidas por turistas de todo el mundo. Desde tener encuentros con astronautas, simulaciones de vuelos, información sobre las misiones más famosas y experiencias de entretenimiento. Es una faceta que año a año crece a niveles gigantescos por su atractivo histórico y su interacción”, resaltó McBride, quien se retiró del auditorio ovacionado y firmando autógrafos, mientras se preparaba para viajar rumbo a Rosario, la segunda escala de su gira espacial por Argentina.
JUNTO AL VISIT USA
Jon McBride, Kennedy Space Center y Visit USA también celebraron su evento íntimo, donde el astronauta fue recibido por el presidente de la entidad, Gustavo Galera, y el resto de los miembros del comité.
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