La 42° edición de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se realizó del 19 al 24 de enero en la capital española, funcionó para ratificar que el turismo en pandemia es una posibilidad real; los renovados servicios turísticos y la estrategia del Ministerio de Turismo, que aterrizó en Europa con la prioridad de mostrar a Argentina como un destino natural y seguro, y a la caza de dólares y turistas europeos que contribuyan a paliar la crisis y a reactivar la economía nacional.
Fitur. El dilema del receptivo: sin ofertas no hay turistas
La cita también expuso la grieta entre la incidencia real de la devaluación acumulada en 20/21 contra una inflación que súpera ampliamente el 100%.
De esta manera, la nutrida comitiva argentina en Madrid -fue de 94 personas, entre empresarios, dirigentes, funcionarios provinciales y autoridades nacionales- se vuelve a Buenos Aires con la impresión de que el interés por Argentina en el mercado del Viejo Continente es real, pero con la certeza de que la devaluación suma, pero no alcanza si no se piensa en el valor del dólar libre.
Por su parte, los operadores de turismo receptivo denunciaron que este escenario es producto -principalmente- de los valores y problemas operativos con las aerolíneas y los hoteles.
A su vez, llamaron a corregir la estructura de costos y la mochila fiscal; así como criticaron la falta de incentivos para el segmento receptivo. Destacaron la promoción y la apuesta nacional en el recinto ferial de Ifema.
En concreto, no será la competitividad en precios la que cumpla con el llamado a que en 2022 haya una recuperación de turistas extranjeros transatlánticos viajando al país: Argentina sigue siendo comparativamente un destino caro para Europa.
Sin conectividad no hay turistas
Según los operadores, varios son los factores que han impedido que la devaluación de la moneda se traduzca en una mejora de la competitividad en precios: las tarifas hoteleras, los ajustes al alza de los servicios terrestres y la inflación interna (suba de servicios e impuestos). Sin embargo, acusaron al factor aéreo de ser la “peor pesadilla para el turismo receptivo ”.
En línea, es unánime la sensación de que el costo de volar a Argentina atenta contra la idea de un boom de turistas extranjeros, e informaron que un vuelo redondo entre Buenos Aires-Madrid puede rondar los € 1.200; al tiempo que destacaron que la conflictividad sindical en la compañía de bandera es la peor propaganda.
Iberia, por caso, para conectar la capital española con Miami, Lima, Punta Cana, Ciudad de México y Sudáfrica sale € 345, € 478, € 849, € 540 y € 740, respectivamente.
“La recuperación del segmento estará limitada por la cantidad de butacas de aéreo internacional. En la medida que haya más demanda hacia Argentina, la ecuación cambiará”, advirtió Andrés Deya, vicepresidente 1°de Faevyt, para ratificar: “En Madrid corroboramos que hay lugares del mundo que siguen cerrados, y ahí es donde está la oportunidad de Argentina para llevar pasajeros a nuestro país”.
Es por ello, que en Fitur no fue casual el apuro de Inprotur por calmar los ánimos de los empresarios ante esta problemática aerocomercial.
Al respecto, celebró la confirmación de la vuelta del servicio diario a Madrid de Aerolíneas Argentinas desde abril próximo; así como puso en valor que Air Europa proyecta tener, en diciembre, más vuelos de los que gestionaba durante la prepandemia en la ruta Madrid y Córdoba, vía Asunción.
A su vez, Ricardo Sosa, secretario de Inprotur, resaltó la inversión de vuelos de Iberia en Argentina: en marzo incrementará su oferta a 10 vuelos semanales y a partir de julio tiene proyectado aumentar a 14 vuelos semanales, consolidando una recuperación del nivel de frecuencias de la prepandemia, donde llegó a tener 17 vuelos semanales entre ambos países.
La devaluación no alcanza
“El principal beneficio que tienen los extranjeros que viajan a Argentina es el tipo de cambio”, declaró Sosa, para identificar que el turista internacional tiene un gran anhelo por volver a viajar.
“Estos elementos, sumado a una fuerte promoción, el relacionamiento con las aerolíneas para sumar conectividad y las gestiones para cerrar acuerdos con los turoperadores, potenciarán la presencia del extranjero en el país”, sostuvo.
En este orden, y tras destacar el movimiento en los escritorios -en ocasiones Fitur pareció haber recobrado su normalidad-, la veintena de operadores receptivos consultados por este medio reconocieron que sus clientes o contactos en Europa estaban a la expectativa de ver reflejada en los programas turísticos la devaluación que leyeron en los diarios. Lo cual, evidentemente, no pasó.
Lo cierto es que para un europeo un programa tradicional de 11 días en Buenos Aires, Bariloche, Ushuaia y El Calafate oscila los € 1.200 -no incluye el aéreo internacional-, apenas un 25% más económico que una propuesta de 14 días con vuelo y hotel 5 estrellas todo incluido en Cancún; un 10% más que una travesía de 15 días por Lima, Nazca, Paracas, Arequipa, Cañón del Colca, Puno, Cusco y Machu Picchu (sin traslados internacionales); y alrededor de un 20% más caro de lo que cuesta un itinerario -con aéreo- de 10 noches por Corea del Sur (Seúl, Busan, Gyeongju y Andong), destino de larga distancia de moda en el mercado europeo.
Una las propuestas innovadoras que las empresas presentaron en Madrid tuvo que ver con itinerarios que incluían la vuelta al Norte argentino combinada con otros destinos (Buenos Aires, Cataratas, San Juan o Córdoba, entre otros).
El circuito se ofrecía en el orden de los € 700, sin aéreos internacionales ni internos; lo que significa -contemplando la conexión aérea- un 50% más caro que un recorrido de 10 noches por las playas y parques naturales de Costa Rica con vuelo incluido.
Sin embargo, los jugadores del receptivo son optimistas y esperan un mínimo progreso del negocio. Se apoyan en que el interés por Argentina en este mercado se ha intensificado; así como en las condiciones turísticas naturales y gastronómicas que brinda el país, dos productos en auge durante la pandemia.
Además, subrayan la evolución del calendario de vacunación, y ponderaron que “mientras varios países del orbe volvieron a endurecer las restricciones, Argentina mantiene mínimos requisitos de ingreso en comparación con sus pares de la región”.
El nudo gordiano
Si bien muchos operadores plantean que les gustaría que pase como en Chile, que apenas devalúa unos centavos los prestadores les mandan comunicados modificando las tarifas, lo cierto es que otro blanco de las quejas de los receptivos volvieron a ser los hoteleros.
El nudo gordiano son los valores actuales, donde los empresarios alertaron sobre “una inflación en dólares de las tarifas hoteleras ”. Al respecto, señalaron que una noche en un hotel 4 estrellas en Bariloche puede salir US$ 250; mientras que comentaron que alojamientos similares en Punta Arenas o Cartagena de Indias cuestan US$ 120 o US$ 80, respectivamente.
A su vez, el común denominador criticó la política tarifaria de la mayoría de los establecimientos nacionales, y explicaron que “a regañadientes” les confirmaron precios hasta junio.
“Hay mucha motivación por salir a vender el destino. Pero después te encontrás con estas limitaciones o trabas en lo operativo, que hacen que el destino no termine de explotar nunca ”, era el sentir de muchos de los que estaban en Madrid.
Argentina pisa fuerte con un destacado stand
- El stand de Argentina volvió a sobresalir en el Pabellón 3 (América), con una propuesta armoniosa, integral, visual y una destacada convocatoria. En una superficie de 405 m², más unos 40 m² de una segunda planta, se puso en valor la diversa oferta turística nacional; mientras que los expositores llevaron a cabo alrededor de 500 citas comerciales.
Fitur en números
- 94 fueron las personas que integraron la comitiva nacional, casi el doble que el año pasado.
- 28 fueron los operadores nacionales que participaron en la feria, cuatro más que en la versión 2020.
- 7.000 participantes, con representación de los cinco continentes.
- 107 países con participación directa.
- 100 mil es la asistencia total estimada por la organización, 40 mil más que en Fitur 2020.
- 57.600 mil m2 de exposición.
- 8 pabellones, uno más que en la edición pasada.
Pautas para reactivar el receptivo en pandemia
- Una apertura de fronteras y flexibilización de los requisitos de ingreso.
- Contar con una política sanitaria válida entre los países de la región.
- Suprimir el requisito de homologación de vacunas.
- Armar laboratorios móviles en las fronteras donde los pasajeros puedan realizar su PCR y continuar viaje hacia el hotel donde se alojarán a esperar el resultado.
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