Alberto Albamonte fue dirigente de la Ucedé, junto a Álvaro Alsogaray. En 1987 asumió como diputado nacional y renovó ese cargo cuatro años después. Abandonó la carrera política en 1995 y ahí comenzó a trabajar con Eduardo Eurnekian, como director del Multimedios América. En 1997 compró, junto con el empresario armenio, la licencia de Howard Johnson para el país. A partir de allí comenzó a trazar su carrera como empresario hotelero, primero en el ámbito nacional y luego en Paraguay y Uruguay. Hoy es el presidente de las cadenas Howard Johnson y Days Inn en Argentina.
Caber recordar que ambas marcas forman parte del portfolio internacional de Wyndham Hotel Group, un hólding oriundo de Estados Unidos que cuenta actualmente con 8.000 establecimientos alrededor del mundo.
En una entrevista exclusiva a Hospitalidad & Negocios, Albamonte comentó cuáles son los próximos pasos que dará como empresario hotelero y brindó detalles sobre cómo gestiona estas dos marcas en el país y la región.
“La hotelería afronta una presión tributaria única en el mundo”
El empresario que supo ser dirigente político en los 80 y los 90, hoy continúa apostando al negocio hotelero de la mano de Wyndham Hotel Group. Gestiona las marcas Howard Johnson y Days Inn, que pertenecen al hólding. Además de haber expandido las cadenas en Argentina, desembarcó en Paraguay y Uruguay, y en el corto plazo busca inaugurar dos proyectos en Armenia.
-¿Cuál es exactamente el vínculo comercial que tiene hoy con el Wyndham Hotel Group?
-Primero fui máster franquiciado para Argentina, Paraguay y Uruguay de manera exclusiva con la marca Howard Johnson, y hace dos años sumé a Days Inn. Pero en la actualidad soy socio estratégico del hólding. Este nuevo estatus me permite construir hoteles en cualquier lugar del orbe, simplemente solicitando autorización.
-Con este nuevo cargo, ¿qué proyectos tiene para el corto plazo?
- Para 2017 están proyectadas ocho aperturas, seis bajo la marca Howard Johnson y dos bajo Days Inn, una línea muy atractiva que tiene más de 2.000 hoteles en 40 países. Apunta al cliente corporativo y al miniturismo. Tiene menos servicios que la línea Howard Johnson pero la calidad del mobiliario y de la infraestructura es la misma.
En la compañía no dejamos nunca de buscar nuevos negocios dentro de la hotelería. Afortunadamente el año pasado abrimos un hotel muy importante en Chascomús, otro en Carrasco (Uruguay), que implicó un trabajo de restauración de lo que era la vieja Hostería del Lago, muy tradicional de esta zona de Uruguay; un hotel en Ciudad del Este, que significó nuestro desembarco en Paraguay; y un resort de primer nivel en Villa Carlos Paz, Córdoba. A esto hay que sumar dos proyectos más en carpeta en Paraguay.
-¿Planea además hacer negocios fuera de América Latina?
-Sí, de hecho tengo dos proyectos en Armenia, uno en el centro de Ereván, en el viejo Palacio de Relaciones Exteriores del país. El edificio lo compró el Grupo Eurnekian y se va a construir un hotel de lujo, un centro de compras y un museo histórico sobre Armenia. El segundo proyecto es un hotel más pequeño en el aeropuerto de Ereván. Por ahora no tienen fecha de apertura porque estamos en la etapa de diseño del negocio.
-En todos estos proyectos, ¿cuál es el modelo de negocio con el que trabaja?
-Dado el vínculo que tenemos con Wyndham Hotel Group, podemos tanto administrar las franquicias de las dos marcas como gestionar hoteles por nuestra cuenta.
-En el caso de las franquicias, ¿cómo se contactan con los posibles franquiciados?
-La verdad es que no salimos a la búsqueda de estos socios. Recibimos regularmente una gran cantidad de consultas sobre la marca que gestionamos. Por brindar una cifra, podemos tener entre dos o tres entrevistas por semana de futuros inversores. En la mayoría de los casos son empresarios locales, que ya tienen experiencia en otros rubros pero ven en la hotelería un tipo de inversión segura y en expansión. En el caso de que la primera entrevista sea positiva, iniciamos un estudio de mercado que nos permite proyectar en cuánto tiempo se va a recuperar la inversión, cuánto se espera de ocupación y cuál puede ser la tarifa, entre otros items. Después de esta instancia, cuando nosotros vemos que ese proyecto va a ser un buen negocio, firmamos un contrato de franquicia.
-En cualquiera de los dos modelos de negocios, ¿cómo gestionan los recursos humanos de todos los hoteles? Sobre todo teniendo en cuenta que muchos establecimientos están en destinos donde no hay disponible una oferta educativa específica del sector.
-Lo que hicimos a los largo de los años fue diseñar una gran estructura de capacitación para nuestros empleados. Además, me gustaría aclarar que yo soy el impulsor de la licenciatura en Hotelería en este país. Logré que la carrera fuera aprobada por el Ministerio de Educación y la Federación Nacional de Docentes Universitarios. La primera institución que la dictó fue la Universidad Abierta Interamericana. De modo que conozco sobre educación. Hoy en la compañía tenemos un director de capacitación y muchos profesionales que se dedican a formar nuestros recursos humanos. Tenemos pautados 48 cursos para las distintas áreas de un hotel. Por otra parte, más allá de los Manuales de Operaciones que ofrece Wyndham Hotel Group, cada establecimiento que abrimos desarrolla su propio manual, sobre cómo servir el desayuno o cómo se debe hacer la cama.
-¿Qué ocurre con la gestión de compras y el manejo de proveedores?
-Esta gestión está a cargo de la Dirección de Operaciones y entendemos que hay áreas que son muy críticas. El sector de lavado de ropa blanca es una de ellas, dado que es un servicio que se terceriza. Por ejemplo, no podemos trabajar con lavaderos que además brinden sus servicios a hospitales. A su vez, los capacitamos sobre la calidad de los productos que utilizan para tratar nuestras prendas. Por otra parte, contamos con nuestro propio departamento de Arquitectura, cuyo director estuvo a cargo de 24 hoteles. Conocemos muy bien cada detalle y rincón de un establecimiento, lo que nos permite saber cómo hacerlo más rentable.
NEGOCIOS EN CONTEXTO.
-¿Cómo evalúa las condiciones macroeconómicas actuales y el impacto que tienen en el negocio hotelero?
-Más allá de las decisiones económicas que se puedan tomar, creo que tenemos varios déficits. Uno de ellos es la infraestructura y las comunicaciones. Faltan miles de kilómetros de autopistas; mientras que las rutas son inseguras y muy angostas. Todas estas condiciones desalientan el turismo interno.
-¿Qué opina del trabajo de promoción internacional que hace el Ministerio de Turismo de la Nación?, ¿cree que se podrán atraer más turistas extranjeros en el corto plazo?
-En lo personal creo que se está trabajando muy bien. El ministro de Turismo, Gustavo Santos, es una persona afable y trabajadora, con mucho diálogo con todos los sectores de esta industria. De modo que confío en su gestión y en la capacidad de atraer nuevos mercados.
-¿Cómo analiza la situación que vive el sector hotelero nacional?
-La industria hotelera y gastronómica está siendo atacada por una presión tributaria única en el mundo. A lo que se suman los cánones que pagamos por derechos autorales, un disparate jurídico que no entiendo cómo se aprobó porque la habitación es un ámbito privado.
-En diciembre del año pasado Wyndham Hotel Group adquirió Fën Hoteles, ¿cómo impacta esta operación en la gestión que usted hace de las marcas Howard Johnson y Days Inn en Argentina?
-Si bien la transacción se llevó a cabo hace unos meses todavía no está definido si vamos a hacer algún tipo de colaboración o trabajo conjunto con el equipo de Fën Hoteles; sobre todo en lo que tiene que ver con la promoción del destino y de nuestros productos.
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