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“El crecimiento económico sólo se logra si se reduce la carga impositiva”

El empresario que inició su carrera en el rubro de la perfumería, ingresó de la mano del Grupo Sutton en el negocio hotelero hace casi 35 años, con la compra del Alvear Palace Hotel. Con los años ampliaron su portfolio de establecimientos, todos enfocados en el segmento de lujo, y este año inauguraron el Alvear Icon Hotel & Residences e iniciaron un ambicioso proyecto de remodelación del Hotel Plaza.   

Empresario argentino, padre de cinco hijos, presidente y CEO del Alvear Palace Hotel y Galerías Pacífico, vicepresidente y CEO del Llao Llao & Resort, vicepresidente de Fragancias Cannon Puntana, empresa líder en el segmento perfumería; y vicepresidente de Destino Argentina son algunas de las responsabilidades que asume David Sutton Dabbah, empresario argentino devenido en hotelero que apuesta a invertir en Argentina.

Para entender las dimensiones de este grupo, bien vale la pena conocer su historia. La compañía se inició con los perfumes, rubro que continúa siendo su core business, pese al crecimiento en el negocio hotelero y de real estate. Quien lo creó fue Saúl Sutton (padre de David Sutton Dabbah), que llegó a Buenos Aires desde Siria y, en los 60, empezó a vender fragancias. En la actualidad, Fragancias Cannon Puntana es el nombre de una de las empresas familiares que en la actualidad elabora los perfumes Pibes, Paco, Coqueterías, Mujercitas, Colbert, Kevin y Ciel; y productos para marcas como Caro Cuore, Cheeky, Gino Bogani, Paula Cahen D'Anvers y Prüne.

Sin embargo, el Grupo Alvear apuesta a la diversificación y en 1983 desembarcó en el negocio hotelero con la compra del Alvear Palace Hotel y, con los años adquirió el 50% del Llao Llao Hotel & Resort, Golf-Spa (Bariloche), las Galerías Pacífico y el Village Caballito. A lo que suman inversiones en Costa Salguero y una plantación en La Rioja.

En abril de 2013 inauguró el Alvear Art Hotel a pasos de la Plaza San Martín y ese mismo año compró el emblemático Plaza Hotel, que el 30 de abril cerró sus puertas para iniciar un importante proceso de remodelación y puesta en valor de sus instalaciones.

En tanto, este año el grupo inauguró en Puerto Madero el Alvear Icon Hotel & Residences y está construyendo el Alvear Tower, un edificio exclusivamente de residencias, que será el de mayor altura de nuestro país.

En diálogo con Hospitalidad & Negocios, David Sutton Dabbah, actual presidente y CEO del Grupo Alvear habló sobre sus inicios como empresario, las proyecciones del grupo, su visión del negocio hotelero y las posibilidades de crecimiento en el contexto económico actual.

–¿Cómo fueron sus inicios como empresario?

–La verdad es que siempre me dediqué al trabajo contable. Mi afición por los números me ayudó mucho en mis proyectos y en la administración de la empresa. Lo cierto es que comencé a trabajar en la industria de la perfumería, en la que seguimos hasta ahora, y con los años fuimos reinvirtiendo las utilidades en otros rubros. A partir de esa instancia uno se convierte en empresario, porque hay que manejar grupos humanos y coordinar proyectos.

–La primera propiedad con la que el grupo ingresó al sector hotelero fue con el Alvear Palace Hotel, ¿cómo se gestó la idea de incursionar en esta industria?

–Yo conocía el hotel porque era habitué y entre los 70 y los 80 había tenido un cambio de dueños. Pero fue en 1983 cuando un amigo me convenció de ingresar a este negocio. Finalmente le dije que sí porque el hotel estaba a una cuadra de mi oficina. Le dije: ‘Bueno, cuando termino el trabajo en la perfumería me doy una vuelta por el hotel y veo qué se puede hacer’. Con el paso de los años logramos llevarlo al lugar de excelencia que tiene hoy. En 1993 estábamos con mi mujer en el Beverly Wilshire Hotel de Los Ángeles y ella veía detalles que quería sumar al hotel. Lo cierto es que fue mi esposa quien le dio la impronta actual, el posicionamiento internacional y el reconocimiento como una marca de lujo.

–La compañía lleva varias décadas trabajando en el país, ¿cuál es la clave para sortear tantos ciclos económicos que vivió Argentina?

–Creo que lo más relevante es el conocimiento y la tenacidad, este no es un negocio en el que se puedan esperar resultados inmediatos. Cuando inicié mi carrera era un aceptable administrativo pero hubo un antes y después de la Tablita de Martínez de Hoz, que dejó de utilizarse a los inicios de los 80. En ese momento me di cuenta de lo relevante que es saber sobre variables económicas y comencé a estudiar economía con un amigo. Hasta el día de hoy me reúno con 10 o 15 economistas regularmente y analizamos la sustentabilidad de los modelos económicos. Eso me ayuda muchísimo a tomar decisiones.

–En su visión de economista, ¿cómo evalúa la sustentabilidad del negocio hotelero en el país?

–Soy muy optimista, el Gobierno está dando señales de apoyo al turismo, como lo demostró la implementación de la ley de devolución del IVA al turista extranjero. De todos modos, lo que se necesita, en primer término, es que Argentina sea más competitiva, porque hoy el país no califica. Todavía estamos en una instancia de esperanza. Ahora tiene que comenzar una etapa de crecimiento y esto sólo se puede lograr si se reduce la carga impositiva. Eso va a permitir que la inversión genere de 200 a 300 mil puestos de trabajo y, así, reducir la pobreza; si no hablamos solo de promesas. El gobierno sabe que este es el camino y también tiene el apoyo de los gobernadores para avanzar en esta senda.

–En el caso del segmento de lujo con el que trabajan sus hoteles, ¿cómo se está moviendo?

–Uno de los principales mercados que está emitiendo viajeros es Estados Unidos, pero también están apareciendo turistas chinos y latinoamericanos. Sin embargo, es relevante que el gobierno nacional haga su aporte para que el país sea atractivo para el turista extranjero porque Argentina está cara. En este sentido el ingreso de las low cost puede ser un gran aporte.

HABLEMOS DE GESTIÓN.

–Uno de los grandes desafíos que tienen los empresarios es la falta de créditos para reinvertir en sus negocios, en el caso del Grupo Alvear, ¿cuáles son los mecanismos de financiación que utilizan?

–Tenemos un acuerdo societario que impulsa la reinversión de gran parte de las utilidades; aunque también tenemos una pequeña porción del negocio nutrida de fondos externos.

–El grupo está conformado principalmente por integrantes de su familia, ¿cómo se combinan los negocios con las relaciones familiares?

–Se combinan muy bien. Tenemos una generación joven que le imprime mucha fuerza a los negocios y además tienen una característica relevante: son humildes. Por otro lado, algunos de mis hijos están en el grupo y estoy orgulloso de eso.

–¿Cómo se adaptan a las nuevas demandas de los huéspedes y las nuevas formas de comercialización de cuartos?

–El mundo está cambiando constantemente y la hotelería también. El tema de los buscadores y de las OTAs hoy es central en la comercialización de cuartos; así que tenemos que reinventarnos porque ignorar estos procesos sería suicida. Por tal motivo hoy estamos invirtiendo en canales online porque entendemos que es el camino hacia donde está migrando la venta.

–El Hotel Plaza cerró este año para iniciar un proceso de remodelación, ¿qué cambios tienen pensados para este establecimiento emblemático?

–Este año iniciamos un proceso muy ambicioso, que requiere una inversión grande y estamos dispuesto a hacerla. Todavía estamos esperando la aprobación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por eso no podemos adelantar mucha información. La idea es conservar el estilo del edificio pero darle al servicio una impronta moderna.

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