La eficiencia en los pagos, en tiempo y forma, son la clave para sostener en el tiempo los servicios turísticos. Es la manera más contundente para que los pasajeros disfruten de todo lo comprado al llegar a destino. En tal sentido resulta central que la ingeniería financiera de las operaciones esté en manos de un banco. Y mucho mejor si la institución sabe de lo que habla, tiene experiencia y conoce el sector. Matías Pons, responsable de la División Turismo de la Gerencia Comercial del Banco Meridian, explica la importancia de estas cuestiones.
Banco Meridian. “Somos el banco del turismo”
La institución crece en su posicionamiento dentro del sector como el más especializado y el que tiene presente lo central de que los giros y acreditaciones se hagan en tiempo y forma, más allá de brindar una cobertura realmente global. Así lo explica Matías Pons, responsable de la División Turismo de la Gerencia Comercial.
–¿Cuál es la clave de la cobertura global de los servicios?
–Tenemos una fuerte cadena de corresponsales en el exterior, que nos permite traer giros desde afuera, de clientes en el exterior, hacia agencias locales que se dedican al receptivo, por ejemplo, en cualquier moneda. Básicamente hablamos de dólares, pero también de euros o libras, que son las monedas que más se utilizan. Desde que el cliente transfiere, el dinero se acredita en 24 horas, en un sistema ágil y muy seguro. Cubrimos con la red todo el mundo y atendemos especialmente destinos exóticos, más allá de América y Europa, como todo el Sudeste Asiático, por ejemplo.
–Pero además con el respaldo bancario…
–Exacto, brindamos seguridad jurídica a nivel bancario, somos una entidad regulada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Y lo mismo sucede con nuestros corresponsables, regulados por normas bancarias.
–¿Y las agencias valoran ese diferencial del respaldo bancario?
–Por suerte y en general, las agencias siguen atadas a la seguridad que les brinda un banco, se sienten más cómodas operando comercio exterior a través de una institución bancaria. Por eso tenemos una gran cartera de clientes, que priorizan la seguridad y agilidad que les da el banco. Por otra parte, nos dedicamos al turismo hace más de diez años y conocemos bien lo que es trabajar con pasajeros.
–¿Y qué singularidades representa esto de “trabajar con el turismo”?
–La banca tradicional se dedica al comercio exterior puro, es decir importación o exportación de productos. Nosotros entendimos al turismo y sabemos que el núcleo son los pasajeros y sabemos que ellos no pueden esperar, como un container de mercadería, a lo largo de una semana para que se acredite un pago. Si la operatoria financiera no es eficiente, una familia se queda en el lobby del hotel, sin poder entrar.
–¿Es desde esa perspectiva que han desplegado fuertemente su presencia en el sector?
–En 2018 participamos por primera vez en la FIT. Fuimos espónsor de la ECTU y estamos creciendo en el segmento. El boca a boca nos ha servido para difundir el buen servicio que brindamos. Para nosotros, el turismo no es una moda, somos el banco del turismo. Y nos dedicamos esencialmente a los mayoristas de viaje, aunque tenemos una pequeña relación con los minoristas, pero no tenemos una banca personal fuerte. Tratamos de personalizar la atención, que es la que ellos necesitan y requieren de un banco. Detectamos la necesidad de estar presentes, cara a cara todo el tiempo, más allá de la cuestión tecnológica, es decir más allá de una web que está buenísima.
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