Tras las primeras horas de la cuarentena total en Argentina, Alberto Fernández, presidente de la Nación, emitió un decreto para ampliar las actividades que pueden realizarse dentro de la restricción extrema que se había establecido contra el coronavirus.
Hoteles y restaurantes: servicios esenciales exceptuados de cumplir la cuarentena
Por caso, el sector hotelero-gastronómico se sumó a las industrias consideradas esenciales, junto a las 24 iniciales que incluía la normativa presidencial.
El decreto, entre otros considerandos, permite la operatividad de los restaurantes y locales de comidas preparadas y rápidas; así como aclara que no pueden abrir sus puertas al público en ningún caso, ya que solo están habilitados a distribuir sus productos a través de servicios de reparto domiciliario.
En otro orden, se estableció también el funcionamiento de los hoteles afectados a la emergencia sanitaria que deberán seguir alojando a los turistas que tenían reservas previas a la declaración de la emergencia; así como prestar servicio en las instalaciones alquiladas para brindar colaboración sanitaria.
A MEDIAS TINTAS.
“De esta forma se soluciona el problema que teníamos con el personal que no podía ir a sus puestos de trabajo, ni tampoco colaborar con los establecimientos que están funcionando como ´hoteles-hospitales´”, dijo un dirigente de la AHT; quien enfatizó que “los hoteles no están preparados para cerrar sus puertas”. Y subrayó que “la ecuación actual no es rentable”.
Por su parte, un empresario porteño dijo: “Se suspende la apertura de los locales, centros comerciales, establecimientos mayoristas y minoristas, y cualquier otro lugar que requiera la presencia de personas. Y el reparto a domicilio de alimentos se estableció como una actividad exceptuada, pero se estima que sólo un 20% de los locales puede seguir operando solamente con esta modalidad, cuyos márgenes son ínfimos”.
En ese sentido, ponderó la situación de las pizzerías del Microcentro porteño, que intentan ofrecer sus productos bajo la opción de delivery a través de las aplicaciones, aunque describió: “El negocio no es viable porque su caudal de ventas reside en los almuerzos de los oficinistas”.
Por otra parte, desde la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya) expusieron que las heladerías debieron cerrar porque la normativa afín a la cuarentena no es clara, y pidieron que el Gobierno se expida en detalle acerca de la viabilidad de la actividad.
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