En el medio de una actividad turística que se hunde en una crisis sin precedentes, un futuro que se vislumbra no solo lejano sino además poco alentador, y un cóctel de medidas económicas que no alcanzan para mantener con vida a las pymes turísticas, se multiplican las “voces de expertos” que aseveran tener la cura para un sector que se está desangrando.
Gustavo Santos y Enrique Meyer confían en tener la receta para la recuperación del sector
Uno de los que se pronunció fue Gustavo Santos, ministro de Turismo durante la gestión de Mauricio Macri y actual titular de la Agencia Brasileña de Promoción del Turismo en Buenos Aires, quien reconoce que los viajes internacionales sufrirán una abrupta caída y declaró: “Estamos hablando de pérdidas de miles de millones de dólares y situaciones realmente muy complicadas, sobre todo en destinos de altísima demanda turística como son los europeos”.
Asimismo y tras celebrar que el gobierno nacional atienda las recomendaciones de los sectores sanitarios, el exfuncionario -quien además está escribiendo un libro sobre las tendencias del sector una vez pasada la crisis por la pandemia-, instó a no “caer en la locura”; así como remarcó que “la humanidad no dejará de viajar”, aunque “se modificarán las conductas de consumo”.
En esta órbita, otro exfuncionario que sacó chapa fue Enrique Meyer, quien comandó la cartera turística durante la casi totalidad de los 12 años que gobernó el kirchnerismo y estuvo en la terna para asumir la dirección de Turismo cuando asumió Alberto Fernández.
Al respecto, desde la comisión de Turismo del Instituto Patria que conduce el exministro, están delineando propuestas y proyectos que podrían contribuir a la reactivación de la industria una vez que culminen los efectos adversos de la pandemia.
Entre los puntos aparece la conformación de un protocolo de salud para la creación de un “Plan Nacional de Calidad Sanitaria en Viajes y Turismo”, con directrices que permitan unificar los criterios para que el turista se sienta seguro al viajar y evitar que cada destino utilice medidas aisladas o equivocadas; al tiempo que se está analizando el diseño de un patrón de conductas para el pasajero, “con el propósito de que pueda disfrutar sin problemas sus vacaciones”.
A su vez y tras recomendar establecer vínculos con las autoridades nacionales educativas, Meyer recordó que siendo titular de la cartera de Turismo le tocó combatir contra la gripe A, durante 2009 y 2010.
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