De acuerdo a un informe de la CAME, durante marzo –que tuvo 19 días de actividad y 12 días en cuarentena-, las ventas cayeron 48,7% respecto a 2019; al tiempo que el sector minorista perdió por cada día de aislamiento $ 10.360 millones. Por caso, desde la entidad advirtieron la curva descendiente podría ser aún más aguda en abril.
"Fue un mes atípico”, indicaron, para revelar que apenas un 24% de los negocios pudo cubrir todos los cheques que emitió; mientras que explicaron que la recesión producto de las medidas de aislamiento es tan profunda que hasta los rubros que estuvieron entre las excepciones también registraron fuertes caídas en sus ventas: el segmento de alimentos y bebidas retrocedió un 18,1% interanual.
Asimismo, la CAME recalcó que la crisis alcanzó a todos los sectores, “pero se profundizó entre aquellos que no pudieron trabajar”; mientras que ponderaron que “la falta de colaboración de los bancos está matando a las pymes” y le pidieron al sector financiero pensar menos en la rentabilidad y evaluar el efecto social de toda una cadena productiva.
“Una pyme que cierra es toda una cadena rota, necesitamos garantizar la salud de todos los argentinos y también la sustentabilidad del sistema", declaró Gerardo Díaz Beltrán, titular de la CAME, quien reconoció que el informe evidenció que las empresas requieren ayudas para pagar los salarios.
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